sábado, 2 de agosto de 2025

"Vengo de abajo" - Gloria Fuertes


Vengo de abajo,
quizá por eso nunca dejaré a los del barrio.
Tiro hacia arriba,
la pupila del pobre me tiene viva.
Salud, trabajo,
es todo lo que pide el que está abajo.
Le doy cultura,
que aún no sabe leer
con su estatura.
Le leo versos,
al hombre más sencillo
del Universo.

El poema tiene por título "Vengo de abajo" y pertenece a la obra "Historia de Gloria" (1980) de la escritora Gloria Fuertes. Y ella sabía muy bien de lo que hablaba. En el programa de entrevistas "A fondo" de Joaquín Soler Serrano, recordaba sus tiempos de estrecheces durante los años cuarenta y cincuenta en los que para intentar abrirse camino había de aparentar cierta presencia: "Tenía solo un abrigo y me lo quitaba para entrar en los sitios, para que no pensaran que era una pobre. Pero luego no podía salir hasta que cerraran, porque hacía mucho frío fuera". Afortunados sin duda, aquellos que son capaces de mantener la perspectiva y no olvidar de dónde vienen, ni hacia dónde quisieron encaminar sus pasos en el azaroso camino de esta vida que con tanta facilidad es capaz de engañarnos. Ella, según sus propias palabras, siempre lo tuvo claro: 

"Cuando mi madre me veía con un libro, me pegaba. Nadie de mi familia me dijo nunca "escribe, hija, escribe, que lo haces bien...". Nadie. No tengo nada que agradecer a mi familia. Pero cuando se quiere una cosa, aunque tu familia no te ayude, se consigue. Si vales de verdad y quieres algo con todas tus ganas, sales adelante seguro."

Ella soñaba con ser poeta como su admirado Walt Whitman al que leía desde pequeña y al que le dedicó estas palabras en el poema conocido como "Carta a Walt Whitman": «Walt Whitman, si tú vivieras, / serías mi mejor amigo. / Iríamos juntos por los parques / hablando con los árboles, / llorando con los niños»

Pero lograr su sueño y ser poeta, como Whitman o su admirado Juan Ramón Jiménez, no fue nada fácil. Ser escritora y ser mujer fue una doble condición que durante muchos años no casaban bien, sobre todo durante nuestra gris posguerra civil. En 1997, en una entrevista concedida al diario "El País" recordaba con su humor habitual, pero también con un puntito de amargura un episodio muy revelador de los obstáculos y los prejuicios que hubo de superar en su juventud para alcanzar su sueño: 

"Fui a una tertulia literaria en los años 40, en la que los poetas eran todos hombres. Uno de ellos, al verme leer mis versos, dijo: “Esto no lo ha escrito una mujer".

Hoy, Gloria Fuertes es parte de nuestra cultura, una figura respetada y entrañable querida por todos y especialmente por aquellos niños, los de mi edad, a los que regaló para siempre no uno sino tres globos, con una letrilla que cantó toda una generación: "Un globo, dos globos, tres globos, el mundo es un globo que se me escapó..." 

Gloria, mucho más que una poetisa infantil, como algunos  quisieron encasillarla, vino de abajo y nunca lo olvidó, pero como sus globos, llegó alto. Muy alto. Altísimo.

Imagen: Tomada de Cervantesvirtual

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