"Hay un viejo chiste: Dos mujeres de edad en un hotel de alta montaña comenta una a la otra, "¡Vaya, aquí la comida es realmente terrible!", y contesta la otra: "¡Y además las raciones son tan pequeñas!". Pues básicamente así es como me parece la vida, llena de soledad, histeria, sufrimiento, tristeza y sin embargo se acaba demasiado deprisa."
La frase pertenece a la maravillosa película "Annie Hall", posiblemente la mejor de las películas de Woody Allen y con la que consiguió el Oscar a la mejor película en 1977. Hay incluso alguna lista, como la que en 2015 publicó la Asociación de guionistas americanos (WGA) con las 101 películas con los guiones más divertidos de la historia del cine y esta película de Woody Allen fue la que alcanzó el primer puesto, por delante incluso de películas tan aplaudidas en el terreno de la comedia como la genial "Con faldas y a lo loco" (1959 - Billy Wilder). Las neurosis de los personajes a los que da vida Woody Allen nos reconcilian con nuestras propias manías que de pronto no parecen ser tan insoportables, es como si fuera capaz de ver a través de si mismo en el alma de todos nosotros. O como decía también en Annie Hall su inolvidable Alvy Singer:
“Cuando era alumno, me echaron del colegio por copiar en la prueba de Metafísica. Miré en el alma de mi compañero de pupitre.”
Imagen: La fotografía, obra de Jerry Kupcinet esta tomada de los fondos de Wikimedia Commons donde figura catalogada como de libre uso con algunas restricciones: Licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0. Se enlaza la fuente original donde se detallan todos los derechos de la imagen:
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