lunes, 31 de agosto de 2020

La belleza y el Síndrome de Stendhal

Igual que a veces hemos visto a fans llorar, gritar y hasta desmayarse ante la cercanía de su admirada estrella del rock, el turista con una sensibilidad especial hacia las grandes obras de arte es fácil que se vea sacudido por una ligera sensación de ahogo, mareos, sudores, palpitaciones e incluso dolor en el pecho cuando se enfrentan a un cúmulo obras particularmente hermosas en poco espacio y tiempo. En Florencia, quien sabe si realidad o por cuestiones de marketing dicen que atienden anualmente más de cien casos. 

El caso es que en los tiempos del "Gran Tour" en el que los jóvenes de buena posición hacían su imprescindible ruta hacia Italia (de ahí viene la palabra Turismo), el famoso escritor Stendhal (Henry Beyle) cayó rendido a las maravillas que encontraba a su paso por Florencia y cuando saturado de estímulos entró en la Iglesia de la Santa Croce (arriba su altar), visitó la tumba de Miguel Ángel y la de Galileo, se enfrentó a la luz de sus vidrieras y las pinturas de Giotto se sintió embriagado de tal manera que cuando relató esta experiencia en su libro "Viaje a Italia" (Roma, Nápoles y Florencia) dio carta de naturaleza a lo que se ha venido a llamar el Síndrome de Stendhal, tal y como lo definió la psiquiatra y psicoanalista Graziella Magherini. El propio Stendhal lo contaba así en su obra:

"Ahí, sentado en un reclinatorio, con la cabeza apoyada sobre el respaldo para poder mirar el techo, las Sibilas del Volterrano me otorgaron quizá el placer más intenso que haya dado nunca la pintura. Estaba ya en una suerte de éxtasis ante la idea de estar en Florencia y por la cercanía de los grandes hombres cuyas tumbas acababa de ver. Absorto en la contemplación de la belleza sublime, la veía de cerca, la tocaba por así decir. Había alcanzado este punto de emoción en que se encuentran las sensaciones celestes inspiradas por las bellas artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de la Santa Croce, me latía con fuerza el corazón; sentía aquello que en Berlín denominan nervios; la vida se había agotado en mí, andaba con miedo a caerme"

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https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Basilica_di_Santa_Croce_altar_and_crucifix.jpg

domingo, 30 de agosto de 2020

La mujer que sirvió de modelo para la Sirenita de Copenhague

Para Ariel, la Sirenita de Disney todo acabó de maravilla y con el final feliz de su historia se hace difícil entender la profunda soledad que emana de la escultura de Copenhague; para eso es preciso conocer la historia real del personaje, el creado en el cuento de hadas de Hans Christian Andersen, en el que el final de la historia no es ni mucho menos dulce. Y es que a pesar de perder la sirenita la voz para siempre, de sufrir por amor dolores indecibles para poder transformar su cola en un par de piernas -andar para ella era como caminar sobre cuchillos afilados- y así poder estar junto al hombre amado, este finalmente se casa con otra mujer y la sirenita, incapaz de matar al príncipe para volver a su estado original, termina muriendo y deshaciéndose en espuma en el mar tal y como imponía el hechizo -al ser convertida en humana- si no conseguía casarse con el príncipe. Su amor absoluto solo tuvo como inesperada recompensa el que fuera convertida en una especie de hada que podía lograr un alma inmortal tras 300 años de buenas acciones a la humanidad.  Con estas pinceladas puede que logremos entender la melancolía y tristeza que transmite la escultura que hoy es el símbolo de la ciudad de Copenhague.

La historia del cuento fue musicalizada y coreografiada en 1909 para su representación por el Royal Danish Ballet del que la primera bailarina era Ellen Price, a la que podemos ver en la fotografía vestida para "La sirenita". El papel le dio una fama abrumadora e inesperada, hasta el punto de que el cervecero Carl Jacobsen (hijo del fundador de Carlsberg) encargó una escultura que recreara a la sirenita para la cual debía de servir como modelo la bailarina. La obra fue llevada a cabo por el escultor Edvard Eriksen. Ellen Price se negó a posar desnuda para la escultura por lo que finalmente solo utilizó su rostro en la Sirenita, siendo el resto del cuerpo inspirado por la esposa del escultor, Eline Eriksen, que le sirvió de modelo. La estatua finalmente se presentó en agosto de 1913, sentada sobre una roca, mirando al mar junto al paseo Langelinie de la capital danesa. La escultura que es de pequeñas proporciones -poco más de un metro- y que resulta un tanto desilusionante para algunos por su ubicación y tamaño, ha sufrido múltiples actos de vandalismo desde siempre. La modelo, Ellen Price, que murió en 1968 decía que cada vez que atacaban a la escultura era como si se lo hicieran a ella misma.

Al final del cuento original de "La sirenita", las hijas del aire (que tampoco aparecen en la película de Disney) le decían a la especie de hada en la que se había convertido la sirenita la siguientes palabras:

"La sirena no tiene un alma inmortal, ni puede adquirirla si no es por mediación del amor de un hombre; su eterno destino depende de un poder ajeno. Tampoco tienen alma inmortal las hijas del aire, pero pueden ganarse una con sus buenas obras. Nosotras volamos hacia las tierras cálidas, donde el aire bochornoso y pestífero mata a los seres humanos; nosotras les procuramos frescor. Esparcimos el aroma de las flores y enviamos alivio y curación. Cuando hemos laborado por espacio de trescientos años, esforzándonos por hacer todo el bien posible, nos es concedida un alma inmortal y entramos a participar de la felicidad eterna que ha sido concedida a los humanos. Tu pobrecilla sirena, te has esforzado de todo corazón, como nosotras; has sufrido y sufrido con paciencia, y te has elevado al mundo de los espíritus del aire: ahora puedes procurarte un alma inmortal, a fuerza de buenas obras, durante trescientos años.  (...) Podemos llegar a él (al reino de Dios) antes -susurró una de sus compañeras-. Entramos volando, invisibles, en las moradas de los humanos donde hay niños, y por cada día que encontramos a uno bueno, que sea la alegría de sus padres y merecedor de su cariño, Dios abrevia nuestro período de prueba. El niño ignora cuándo entramos en su cuarto, y si nos causa gozo y nos hace sonreír, nos es descontado un año de los trescientos; pero si damos con un chiquillo malo y travieso, tenemos que verter lágrimas de tristeza, y por cada lágrima se nos aumenta en un día el tiempo de prueba."

Vamos, que ahora, y con una buena dosis de humor, uno mira la escultura, y casi le encuentra similitudes con  Spiderman o Batman encima del Empire State Building, mirando pacientemente la ciudad, para ver qué buena acción puede hacer para poder cambiar su destino.


Imagenes
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sábado, 29 de agosto de 2020

Gary Cooper y los políticos


Durante el mes de septiembre de 1959, Nikita Kruschev, el Premier de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas -hay que reconocer que el nombrecito sonaba muy bien- después de montar aquel numerito aporreando con uno de sus zapatos su mesa en un pleno de la ONU, hizo una gira por Estados Unidos y en el transcurso de la misma no dudo en hacer un hueco para visitar Hollywood y de camino conocer alguna estrella. El caso es que a la recepción que se le preparó asistieron unos trescientos invitados, entre ellos muchos actores, resultando Gary Cooper uno de ellos.

Cuando presentaron a Gary Cooper al mandatario soviético, este se dirigió a Cooper de la siguiente manera:

-"He visto varias películas suyas. Me gustan. Es usted, sin duda, un excelente actor."

Cooper, en un alarde de espontaneidad y con una leve sonrisa dibujada en su rostro, disparó su respuesta como si de otro western se tratase:

-"Muchas gracias. También yo he presenciado algunas actuaciones suyas, y le aseguro, de verdad, que me parece usted mucho mejor actor que yo."

Sirva esta anécdota de ejemplo de lo que finalmente han terminado por parecerme todas las comparecencias de los políticos, sean del color que sean, tirios o troyanos, unas magníficas actuaciones para unas películas malísimas. No cabe duda de que uno está, más que nunca, solo ante el peligro, esperando a que se decidan a ponerse todos de acuerdo y remar en la misma dirección. Pero... no perdamos la sonrisa, como cantaba Freddie Mercury con su grupo: "The show must go on".

Imagen: La fotografía es cortesía de la estupenda página Doctor Macro. Se enlaza la fuente original:
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viernes, 28 de agosto de 2020

Clark Gable Vs William Faulkner: Duelo de ninguneos


El gran director de cine Howard Hawks gustaba de rodearse de buenos escritores. Más allá de Hemingway con el que guardaba muy buena relación, otro Premio Nobel al que Hawks le gustaba tener cerca era William Faulkner, el autor de "Luz de agosto","Santuario" o "El ruido y la furia",  con él que compartía pasiones como la caza, la aviación o el alcohol. Hawks se sentía seguro teniéndolo a su lado y pudiendo contar con su consejo para limar las posibles imperfecciones de sus guiones. "Lo primero que quiero es una historia; la siguiente cosa que quiero son personajes" le decía Hawks al escritor. En una ocasión que salieron de caza, les acompañó Clark Gable, formando un trío realmente peculiar. El propio Hawks, lo recordaba así en sus memorias:

"No creo que Gable haya leído nunca un libro y dudo que Faulkner haya visto jamás una película". Con esos antecedentes no es extraño que avanzado el día de caza, Gable le preguntara al escritor, quien sabe si inocentemente o no, cuáles eran sus escritores favoritos aún con vida. "Thomas Mann, Willa Carther, John Dos Passos, Ernest Hemingway y yo mismo", fue la inmodesta contestación, y entonces Gable se le ocurre decir "Oh ¿escribe usted, señor Faulkner?". El escritor no se inmutó lo mas mínimo y replico "Si, ¿Y usted a que se dedica, señor Gable?"

Supongo que a los dos le importaba un bledo no ser conocido por el otro en esta lucha del ninguneo. ¡Vaya personajes!


Imágenes:
1.- Cortesía de la estupenda página Doctor Macro. Enlazamos fuente original:
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2.- Tomada de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Enlazamos fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Carl_Van_Vechten_-_William_Faulkner.jpg

La Calle Melancolía de Joaquín Sabina


Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.

Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.

Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.

Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía

El estribillo de "Calle Melancolía" ha terminado por resultarme su peor parte. Están tan bien hilvanadas las palabras que le preceden que no lo siento a la altura, a pesar de que haya quedado en la memoria de todos como la esencia de esta maravillosa canción. Ya tiene nada menos que cuarenta añitos, cuarenta desde que saliera en 1980 su disco "Malas compañías"... y uno se sigue sorprendiendo a cada momento tarareando "Como quien viaja a lomos de una yegua sombría...." ¡Esplendorosa canción!



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https://www.flickr.com/photos/jonzeta/4190002620

jueves, 27 de agosto de 2020

Las tres lineas de todo ser humano: Marguerite Yourcenar


"Hay tres líneas en la biografía de todo ser humano, y nunca son una horizontal y dos perpendiculares. Son tres líneas sinuosas, perdidas al infinito, constantemente próximas y divergentes: aquello que el ser humano ha creído ser, aquello que ha querido ser y aquello que fue."

Son palabras de la escritora Marguerite Yourcenar, famosa por sus obras: "Memorias de Adriano" y "Opus Nigrum". No cabe duda que todos, en un momento u otro, habremos de enfrentarnos a esos tres reflejos de nosotros mismos en el espejo, sin saber si nos reconoceremos, si veremos la misma imagen que de nosotros mismos teníamos, convertidos en jueces implacables de la propia vida y de los sueños incumplidos. Aunque puede que haya quien piense distinto. O como decía la propia Yourcenar, forzando un poco para introducir otra cita suya:

"En todas las épocas hay personas que no piensan como los demás. Es decir, que no piensan como los que no piensan"

La fotografía, de autoría desconocida, está datada en 1918. 

Imagen: Tomada de Wikipedia Commons - Dominio Público (CC0). Se enlaza fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Reflection,_woman,_portrait,_flower,_mirror_Fortepan_11474.jpg

¿Qué tienen que ver Horus y Seth con San Jorge y el dragón?

San Jorge es uno de los Santos más venerados en la religión cristiana. Fue un soldado romano educado en la fe cristiana que llegó a ser guardia personal del emperador Diocleciano. Cuando en el año 303 el emperador autorizó la persecución de los cristianos, el soldado se negó a participar y presentándose abiertamente ante todos como cristiano prefirió morir antes que renunciar a su fe. La leyenda de su lucha con un dragón aparece bastante después y parece ser el punto de origen de todos los cuentos de hadas, caballeros y dragones de nuestra cultura.

Dejando a un lado los detalles del relato sobre el enfrentamiento de San Jorge con el dragón, existen interpretaciones de todo tipo sobre el mismo; en unas Jorge no sería sino una representación del creyente, que a lomos de su caballo blanco que es la iglesia, es capaz de vencer al paganismo, la tentación y Satanás encarnados en el dragón. Otros ven ecos de Perseo venciendo a la Gorgona Medusa y otros en la figura de San Miguel Arcángel. Pero más allá de todas estas posibilidades existe otra bastante sugerente. La religión cristiana siempre ha sido muy dada a apropiarse de fechas y ritos de otras culturas tras una conveniente adaptación a sus propios intereses, es por ello que no resulta extraña la teoría que mantiene que la lucha de San Jorge contra el dragón no sería si no la representación del combate que mantuvieron Horus y Seth en uno de los mitos más importantes de la religión egipcia y que a través de los romanos tuvo una larga vida. Horus, hijo de Isis y Osiris, era el Dios celeste, el Dios de la realeza en el cielo, mientras que Seth era el Dios del Caos, de la sequía y el desierto. Sin entrar en los detalles del porqué de la lucha entre ambos dioses, representación clara del bien y del mal, si apuntaremos que aunque Horus normalmente se representa como un halcón, también fue representado en época romana como "El Caballero-Horus", un halcón con cuerpo de hombre, vestido con el uniforme de soldado romano y que tal y como relataba el mito da muerte con su lanza a Seth que se muestra como un cocodrilo. Tal que así se representan en la foto que da inicio a esta entrada, un bajorrelieve del siglo IV, conocido como "Caballero Horus" que se expone en el Departamento de antigüedades egipcias del Museo del Louvre. Curiosamente el nombre egipcio de Horus era "Hor" y se pronuncia "Jor", siendo la plausible raíz del nombre del Santo en muchos países: Jorge, George, Giorgio, Jorj, Jörg

Solo hacía falta remodelar una pizca un mito crucial de la antigüedad para que el cristianismo tuviera un símbolo potente del triunfo del bien sobre el mal con una historia que al fin y al cabo ya había tenido la potencia de vencer a los siglos.


Fuente: En el periódico de "La vanguardia" de Barcelona (Cataluña tiene como patrón a San Jorge) se recoge un interesante artículo de Sílvia Colomé sobre esta teoría, que enlazo para quien quiera más detalle. El Dios egipcio que se esconde tras Sant Jordi - (22-04-2019)

Imágenes: Ambas tomadas de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Se enlazan fuentes:
1.- https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Horus_horseman-E_4850-IMG_4871-gradient.jpg
2.- https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Saint_georges_dragon_grasset_begule.jpg

miércoles, 26 de agosto de 2020

El día que Valle-Inclán se declaró "analfabeto"


Que el escritor Ramón María del Valle-Inclán era todo un personaje es algo que nadie duda, por eso no es de extrañar que fuera detenido en alguna ocasión por la forma en la que vociferaba, en plena calle o en un café, su pública oposición al régimen de Primo de Rivera. Lo hacía de forma vehemente, haciendo oír claramente sus quejas y críticas hasta convertirse en un personaje ciertamente incómodo. En una de esas detenciones, cuando fue llevado a Comisaria, uno de los policías empezó a rellenar su ficha policial y siguiendo el procedimiento habitual empezó a preguntarle: "¿Profesión?", a lo que Valle-Inclán con cierto hastío contestó: "Escritor". "¿Sabe leer y escribir?" continuaba el agente con el metódico cuestionario, a lo que el escritor, que todo hay que decirlo ya era por entonces un personaje muy conocido en Madrid y tenía publicadas obras de tanto éxito como sus Sonatas, Divinas Palabras o Luces de Bohemia, contestó de forma rotunda: "No". Sorprendido el agente, que por supuesto sabía quién tenía delante, le dijo: "¡Me extraña tal respuesta!" y el siempre afilado Don Ramón le replicó: "Más me extraña a mí su pregunta".

Y es que como el mismo escritor decía: "En España podrá faltar el pan, pero el ingenio y el buen humor no se acaban".

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Se enlaza fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Valle-Inclan-30-ed.jpg

martes, 25 de agosto de 2020

"Johnny B. Goode", la historia de Chuck Berry


John Lennon lo dejaba claro cuando decía: "Si quieres darle otro nombre al rock and roll podrías llamarlo Chuck Berry" y a buen seguro la canción "Johnny B. Goode" del álbum "Chuck Berry is on top" (1958 - Chess Records) es la mejor de sus creaciones y uno de los temas con los que nace el Rock and Roll tras darle una vuelta de tuerca al ya de por si frenético rhythm & blues. El tema fue escrito por Chuck Berry en 1955 (con alguna aportación inicial del pianista Johnnie Jhonson) y parece que el chico del que habla la letra tiene muchas similitudes con su propia vida, tal como reconoce el cantante que de hecho había nacido en la Avenida Goode de Saint Louis. Originalmente la canción definía al chico protagonista de la letra como "Colored boy" (chico de color), pero sabedor de el terreno en que se movía, el cantante lo cambió por "Country boy" (chico de campo) buscando tener el mayor eco posible en las radios. Curiosamente el espléndido riff de guitarra con el empieza el tema esta copiado nota por nota del inicio de un tema de Louis Jordan de 1946 titulado "Ain't that just like a woman", muy inferior al tema de Berry y que evidentemente no le quita un ápice de mérito a un tema que 60 años después te pone a mover los pinreles irremediablemente y ha sido versionada hasta la saciedad. La letra dice así:

En el corazón de Louisiana junto a New Orleans
en medio de los bosques y entre la maleza, 
había una cabaña de troncos y barro
donde vivía un chico de campo llamado Jhonny B. Goode
que nunca aprendió a leer ni a escribir muy bien, 
pero que tocaba la guitarra como quien toca una campana.

Vamos, vamos.
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Johnny B. Goode!

Iba siempre con la guitarra en un petate
y se sentaba bajo un gran árbol junto a la vía del tren.
El maquinista le veía sentado a la sombra, 
mientras acompañaba con su guitarra los ritmos del tren.
La gente, al pasar, se paraba y decía:
"Oh Dios mio, ese chico de campo si que sabe tocar".

Vamos, vamos.
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Vamos, Johnny, vamos!
¡Johnny B. Goode!

Su madre le dijo: 
Un día serás un hombre
y serás el lider de una gran banda de música.
miles de personas vendrán de todas partes
para oirte tocar al caer el sol.
Quizá un día tu nombre brillará en los letreros luminosos:
diciendo "Esta noche, Johnny B. Goode"

Y parece que no fue cosa de una sola noche.....


Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0).- Se enlaza fuente original:

Orson Welles: Sobre el valor del arte y la amistad



En 1960,  el genial Orson Welles se sometió a las agudas preguntas del entrevistador Bernard Braden, entre sus muchas perlas destaca la posición de Welles acerca del valor del arte y la amistad. Al respecto decía:

Bernard Braden - Esta es una pregunta impertinente. Quería preguntarle si alguna vez contrató a un amigo en lugar de la persona adecuada para el papel.

Orson Welles - Frecuentemente

Braden - ¿Lo lamentó?

Welles - Frecuentemente

Braden - ¿Volvería a hacerlo?

Welles - Sí. Porque no considero que el arte sea lo más importante. Ya te dije que prefiero cualquier otra forma de lealtad en la vida que el arte. Odio la concepción romántica de los artistas que están por encima de todos los demás. Creo que es lo último que debería hacerse. Sin duda la amistad es más importante que mi arte. Tengo un gran respeto por la gente que sí aprecia su arte de esa manera y creo que ellos son, probablemente, los artistas más valiosos. De modo que no defino cómo debería ser un artista, solo hablo del tipo de artista que soy yo.

Braden - Bueno ¿Es feliz en estas condiciones? ¿Le gustaría ser la clase de artista que son ellos?

Welles - No, no no. Para nada, porque en realidad no soy... no me considero a mí mismo como un profesional, fundamentalmente. Soy, básicamente, un aventurero. Y la gente que sí es seria, y que es profesional, que es profundamente seria a expensas de cualquier otro valor en la vida, es quizás la gente que hace los mejores aporte al arte. Yo no quisiera ser uno de ellos.

Braden - ¿Cree en el principio de hacer un aporte?

Welles - Sí.

Braden - ¿Cree en algún sentido, al dividirse usted mismo de esa manera, diluye su aporte?

Welles - Probablemente

Braden - ¿Cree que eso es algo malo?

Welles - No. No es malo para mí, quizás si para el arte, pero como no considero el arte como lo más importante, ahí respondo a tu pregunta. 

Braden - ¿Y al diablo con la posteridad?

Welles - Sí

Y como las expresiones, tanto de Welles como del entrevistador añaden matices, os dejamos el vídeo de ese momento de la entrevista:


Imagen: La fotografía de Orson Welles es cortesía de la estupenda página Doctor Macro. Enlazamos la fuente original:
https://www.doctormacro.com/Images/Welles,%20Orson/Annex/NRFPT/Annex%20-%20Welles,%20Orson%20(Citizen%20Kane)_NRFPT_28.jpg

lunes, 24 de agosto de 2020

Las inseguridades de Cary Grant


"Todo el mundo quiere ser como Cary Grant. Yo mismo quiero ser como Cary Grant".

Y es que vivir en la piel de una "criatura" cinematográfica (así la llamaba Katharine Hepburn)  como la de este actor no debe ser nada fácil, de hecho son legión los actores que con el tiempo ya no saben quien son realmente, que parte es de si mismos como persona o un añadido de la criatura, ese ser prefabricado para los espectadores que hasta tiene un nombre distinto del que figura en la partida de nacimiento. El propio Cary Grant, que en realidad se llamaba Archibald Alexander Leach, llegó a decir: "Me he pasado toda la vida intentando ser la persona que siempre quise ser hasta que lo conseguí. O mejor dicho, esa persona se convirtió en mí". 

Cary Grant es a mi humilde entender el actor más elegante de los que han pasado por Hollywood, tanto que es el confesado modelo a imitar para, por ejemplo George Clooney, un "quiero y no puedo" del siempre aspirante al trono. El talento de Cary Grant era muy flexible y se adaptaba a las mil maravillas tanto a la comedia como al drama. Billy Wilder decía de él que solo le encontraba un defecto y es que era un poquitín tacaño, y apostillaba que era algo natural, que si no tenía al menos aquel "pecadillo" habría sido demasiado perfecto. El caso es que parece que en el fondo nadie está contento con uno mismo y siempre hay críticas que echarse en cara. Así David Niven, gran amigo de Grant, nos contaba en sus memorias tituladas "Traigan los caballos vacíos" una anécdota que refleja las inseguridades que al parecer tenía Grant:  

"(Cary Grant) llegó a curarse del vicio de fumar por el medio de repetir, durante varias semanas: "Tienes los dedos amarillos, el aliento te huele mal y fumas debido, solamente, a que te sientes inseguro"

Si Cary Grant se sentía inseguro, qué podemos hacer los demás pobres mortales. Al menos ya saben cual es el mantra a repetir; puede que sirva el ejemplo para los que estén en ese momento en el que piensan que ya es hora de dejarlo…

Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro. Enlazamos la fuente original:
https://www.doctormacro.com/Images/Grant,%20Cary/Annex/Annex%20-%20Grant,%20Cary_19.jpg 

domingo, 23 de agosto de 2020

El Concertino de Bacarisse: La pieza musical más bella de la historia

Aunque es perfectamente discutible, no creo exagerar demasiado cuando digo que la Romanza del Concertino para guitarra op. 72 de Salvador Bacarisse es una de las piezas musicales más hermosas que se hayan escrito jamás y a la vez es también una de las obras maestras más olvidadas y desconocidas; como suele ocurrir con este patrimonio cultural nuestro que los españolitos tan dados somos a olvidar y enterrar. Por eso mismo hay que ser un poco vehemente a la hora de defenderlo, igual que con indudable acierto hacen otros países.

El Concertino y sobre todo su romanza es una obra sublime, cargada de emoción y un sentimiento que no sé si definir como nostalgia, felicidad, plenitud, añoranza... es tan inclasificable como el Adagio de Albinoni - Giazzoto en este particular. Solo después, cuando uno investiga un poco y sabe que su autor, el madrileño Salvador Bacarisse, ocupó cargos de índole cultural para el gobierno republicano y que en 1939, al finalizar la Guerra Civil, hubo de exiliarse forzosamente a París, como muchos otros españoles "que no usaban sombrero" y marcharon de aquí para no volver más, es cuando se alcanza a  comprender un poco el verdadero significado de esta pieza musical compuesta en 1957. Y es que si solo desde el desamor se puede cantar con verdad y sentimiento sobre el amor, del mismo modo, solo desde esa impuesta lejanía de España se podía crear una obra tan rebosante de españolidad en su melodía, tan desgarradoramente bella, tan soberbiamente dolorosa y amorosa a la vez del recuerdo de lo que ya no se puede recuperar, de las raíces, de ese tiempo pasado que ya no volverá. Bacarisse ya no podría visitar su casa, ni las calles por las que andaba de niño, ni se enfrentaría de nuevo a los paisajes que ocuparon su mirada. Era sin duda el mismo sentimiento de muchos perdedores en aquellos dolorosos días. Y el caso es que la melodía de esta romanza perfectamente puede aplicarse también, no importa el momento, al recuerdo que cualquier persona guarda de los días pasados en los que fuimos felices y que ya se nos escaparon de las manos para siempre, de la niñez, tan luminosa como arriba la pinta Sorolla, de la juventud en la que derrochábamos fuerza e ilusión, quedándonos solo el recuerdo placentero de aquellos instantes que atesoramos en nuestra alma. La belleza con la que la orquesta entra en la pieza y sus violines inundan orgiásticamente el ambiente con su melodía es del todo arrebatadora, tanto que casi entran ganas de llorar. Esta maravilla musical es nuestra, la melodía sabe a España, a lo nuestro y sin embargo casi nadie la conoce. El cuerpo de Salvador Bacarisse, fallecido en 1963, sigue en el exilio, enterrado en el cementerio Pére-Lachaise de París, lejos de aquí. ¡Of course, Spain is different....!

Y como la pieza fue inspirada por una determinada situación, el vídeo que corresponde necesariamente ha de ser este:


Imagen: Tomado de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Enlazamos la fuente original:

sábado, 22 de agosto de 2020

Groucho, Harpo y las toallas

En cierta ocasión. Groucho junto con su hermano Harpo, fueron invitados a una despedida de soltero en la que la fiesta se realizaba en un restaurante que tenía unos ascensores automáticos que se abrían directamente en el comedor de la celebración. Así, con la idea de hacer una entrada triunfal en la despedida y a modo de broma, decidieron desnudarse en el mismo ascensor y guardar la ropa en unas maletas, con lo que aparecerían completamente desnudos desde el ascensor a la fiesta. Con esa puesta en escena inicial la cosa solo podía ir hacia arriba. Pero las cosas ocurren no se sabe como y el caso es que se equivocaron de piso y aparecieron donde no debían, precisamente en el lugar donde la novia había organizado su despedida junto a un numeroso grupo de chicas. La cosa fue como se esperaba una verdadera sorpresa, pero en vez de risas, provocó gritos llamando a la policía y algún que otro desmayo. Groucho contaría de aquella situación, digna de una de sus películas:  

"Así que corrimos en cueros de un lado para otro hasta que apareció un camarero con dos trapos de cocina. Bueno, en mi caso, una toalla de baño". 

Imagen: La fotografía de Harpo Marx es cortesía de la estupenda página Doctor Macro. Enlazamos la fuente original:
https://www.doctormacro.com/Images/Marx%20Brothers/Annex/Annex%20-%20Marx%20Brothers_05.jpg

viernes, 21 de agosto de 2020

Las trece virtudes de Benjamín Franklin

“Sé amable con todos, sociable con muchos, íntimo con pocos, amigo de uno, y enemigo de nadie”

Era Benjamín Franklin un hombre prolífico en grandes citas como la anterior, el ejemplo del hombre ilustrado, comparable en cierto modo al gran Leonardo. Fue mucho más que un hábil político, periodista o el científico descubridor, entre muchos otros inventos, del pararrayos y las lentes bifocales. Era el decimoquinto hijo de una familia muy humilde y a pesar de la pobre educación que pudo recibir la compensó con creces con su gran curiosidad y un incansable ánimo por la lectura. Tras lograr el éxito y fortuna como impresor se dedicó a la ciencia, su verdadera pasión. Por eso, por ser un hombre hecho a si mismo, tiene un especial valor la lista de las 13 virtudes que Franklin consideraba que debía seguir una persona para alcanzar la perfección moral. En lo que casi parece un manual de autoayuda de esos que tanto éxito tienen en la actualidad, citó apenas dos de las virtudes cardinales (Justicia, Fortaleza, Prudencia y Templanza) y ninguna de las tres virtudes teologales (Fe, Esperanza y Caridad), las suyas eran otras, las que ponemos a continuación: 

1.- Templanza: “No comas hasta sentirte harto. No bebas hasta la ebriedad”.

2.- Silencio: “No hables sino lo que puede beneficiar a otros o a ti mismo; evita las conversaciones triviales”.

3.- Orden: “Ten un lugar para cada una de tus cosas. Ten un momento para cada parte de tu trabajo”

4.- Resolución: “Decídete a llevar a cabo lo que debes hacer; realiza sin falta lo que hayas decidido”.

5.- Frugalidad: “No hagas ningún gasto sino para hacer bien a otros o a ti mismo; es decir, no malgastes ni desperdicies nada”.

6.- Trabajo: “No pierdas nunca el tiempo; ocúpate siempre en algo que sea útil. Deshazte de todas las acciones innecesarias”.

7.- Sinceridad: “No uses engaños hirientes; piensa inocente y justamente y, si hablas, habla en concordancia”.

8.- Justicia: “No perjudiques a nadie, ni haciéndole daño ni omitiendo lo que es tu deber”.

9.- Moderación: “Evita los extremos. No guardes rencor por las injurias tanto como creas que lo merecen

10.- Limpieza: “No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, las vestiduras o la habitación”.

11.- Tranquilidad: “Que no te turben las naderías o accidentes corrientes o inevitables 

12.- Castidad: “Recurre rara vez al placer venéreo, y hazlo sólo por motivos de salud o procreación, pero nunca hasta sentirte harto o débil, y sin que llegues a afectar tu propia paz o reputación o de la otra persona”.

13.- Humildad: “Imita a Jesús y a Sócrates”.

Y como hombre metódico que era, se centraba cada semana en una de sus virtudes y a modo de autoexamen anotaba con un puntito en una tabla con entradas de las virtudes y días de la semana, las veces en que se había alejado de sus propósitos. A la siguiente semana abordaba una nueva virtud sin intentar olvidar la anterior, con el propósito último de lograr dejar toda la tabla sin anotaciones. 

Y es que como decía el propio Franklin: “Un camino de mil millas se comienza con un solo paso”

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Se enlaza la fuente original:
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Benjamin_Franklin_by_Joseph_Duplessis_1778.jpg

jueves, 20 de agosto de 2020

¿Se crearon los guantes de látex por una historia de amor?

En estos tiempos extraños que vivimos por el COVID-19, los guantes de látex se han convertido en una prenda habitual para muchos quehaceres cotidianos; lo que no es muy conocido es que este tipo de guantes nació de un acto de amor. Y es que allá por el año 1889, el famoso cirujano norteamericano William Stewart Halsted, uno de los padres de la cirugía moderna, estaba rendidamente enamorado de una de las enfermeras que le asistían en las intervenciones quirúrgicas que realizaba en el Instituto John Hopkins de Baltimore, la eficiente Caroline Hampton. Cuando Halsted reparó en las graves irritaciones de piel que sufría la enfermera motivadas por su especial sensibilidad a los líquidos con los que debía desinfectar el instrumental de las operaciones y como esa dermatitis le impedían acompañarle cuando operaba, no dudó en dirigirse a la empresa de neumáticos "Goodyear" y solicitarles que fabricaran unos guantes que protegieran las manos de la enfermera y que a la vez fueran tan finos como para que no entorpecieran su labor en la sala de operaciones, pudiendo seguir contando con su presencia y hábiles manos.

Aquellos primeros guantes fueron de color negro y siendo el Doctor una persona sensible, obligó a que fueran utilizados por todos los miembros del equipo de operación, él incluido, a fin de que la enfermera no se sintiera avergonzada por su dermatitis. Tras el uso continuado de estos amorosos guantes pudo detectar que el número de infecciones postoperatorias se redujeron de forma muy considerable por lo que su uso se difundió prontamente, convirtiéndose en prenda imprescindible en los usos médicos. Ni que decir tiene que el Doctor Halsted acabaría casándose con la enfermera de sus desvelos, la eficiente Caroline Hampton. 

En la fotografía podemos ver el cuadro titulado "Una operación en el Hospital Militar, Endell Street" (1920) Obra de Francis Dodd. Se expone en el Imperial War Museum de Londres.

Imagen: Tomado de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Se enlaza la fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:An_Operation_at_the_Military_Hospital,_Endell_Street_-_Dr_L_Garrett,_Dr_Flora_Murray,_Dr_W_Buckley_Art.IWMART4084.jpg

El día que fusilaron a Dios

Los vaivenes ideológicos que trae consigo el devenir histórico llevan algunas veces a situaciones de lo más pintorescas y a veces hasta ridículas. En 1917 se celebró en Moscú uno de los juicios más curiosos de la historia, nada más y nada menos que "El Estado Soviético contra Dios" en el que se acusaba al Creador de "Crímenes contra la Humanidad", al entenderse que era el culpable de todos los males. El juicio en principio suponía un curioso reconocimiento de la existencia de Dios, aunque me supongo que lo valioso para la incipiente revolución rusa era el valor simbólico del acto.

El juicio estaba presidido por el Comisario de Instrucción Pública Anatoly Vasilievich Lunacharsky (1875-1933) y constaba de un jurado popular. La vista se prolongó durante cinco horas y en él se colocó una Biblia en el banquillo de los acusados. Los fiscales presentaron numerosas pruebas de culpabilidad basadas en testimonios históricos y en un alarde de teatralidad los defensores designados por el Estado soviético aportaron argumentos en favor de la inocencia de Dios. Su baza principal fue la petición de absolución por grave demencia y desarreglos psíquicos. Sin embargo, el tribunal dejó claro desde el principio que no aceptaría una petición de absolución debido a la extrema gravedad de los delitos juzgados. Al final Dios fue declarado culpable.

El 17 de enero de 1918, a las 6.30 horas de una gélida mañana, un pelotón de fusilamiento disparó cinco ráfagas de ametralladora contra el cielo de Moscú. La sentencia de muerte contra Dios se había cumplido.

En la fotografía se puede ver el famoso Cristo Crucificado (1632) de Diego Velázquez, una obra que se expone en el madrileño Museo del Prado.

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - Dominio Publico (CC0). Se enlaza fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cristo_crucificado.jpg

miércoles, 19 de agosto de 2020

Las "maldades" de Pablo Picasso


"Un pintor es un hombre que pinta lo que vende un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta"

Picasso, sabía muy bien lo que decía. Consciente de su fama mundial y del elevado valor que de inmediato adquiría cualquier cosa que saliera de sus manos (y tuviera firma), tenía a veces comportamientos que cuando menos se pueden tachar de "singulares". En los años cincuenta, Picasso, que por entonces vivía en el sur de Francia, tenía la costumbre de tomar baños en el mar. Cierto día encontrándose en la playa fue reconocido por una familia, y viendo esta como Picasso jugueteaba con unos niños, mandaron a su hijo con una hoja de papel a pedirle "un dibujito". El artista no quería que los padres se llevaran un "Picasso" sin pagar un céntimo mediante aquella artimaña de mandar a su inocente hijo, pero a la vez no deseaba desairar al pequeño, así, tras tirar la hoja que le traía, puso al pequeño de espaldas y aprovechó el lienzo que le ofrecía el propio cuerpo del niño para pintar en el una hermosa paloma. El niño corrió contentísimo a mostrárselo a sus padres, mientras Picasso le comentaba a sus amigos: "Me pregunto cuándo bañaran al pobre niño".

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Se enlaza la fuente:

¿Qué relación tiene Jack Nicholson con "Tom y Jerry"?

 

Jack Nicholson es uno de los actores más singulares y carismáticos de los últimos tiempos. Con sus 3 premios Oscar, 12 nominaciones y 6 Globos de Oro bien podría reclamar para si el título de mejor actor de la historia, pero ya saben que los premios no lo son todo y puede que además, hablando solo de actores igualmente premiados, Walter Brennan Daniel Day-Lewis, también con tres estatuíllas doradas cada uno, empezaran a levantar la voz, y en el caso del sensacional Walter Brennan, en mi muy particular opinión, puede que hasta con razón. 

Pero la historia que queríamos contar es sobre los inicios de Jack Nicholson, cuando con 17 años marcha a Los Ángeles a probar fortuna e intentar entrar en el mundo del espectáculo. ¿Cuales fueron sus primeras influencias? El primer sueldo de Nicholson fue de 30 dólares semanales en el departamento de animación de la Metro-Goldwyn-Mayer; allí tenía la ardua misión de clasificar alfabéticamente la correspondencia de dos grandes estrellas de la pantalla, nada más y nada menos que "Tom y Jerry". Las cartas de admiradores siempre fueron -sobre todo en el Hollywood clásico- un termómetro de la popularidad de sus estrellas y una baza para estos a la hora de negociar sus contratos. 

Lo que resulta inexplicable es la razón por la que los personajes de dibujos animados también reciben esas cartas. Mickey Mouse tiene el récord total (entre actores reales y de ficción) con 800 millones de cartas a lo largo del año 1933. Gracias a los buenos hados, Nicholson no tuvo un trabajo tan arduo y pronto empezó a recibir clases de interpretación en el Players' Ring Theatre, donde al parecer conoció a James Coburn y al productor Roger Corman, una persona crucial en sus inicios... Poco tiempo después, con 21 años realizaría su primera película. El resto ya lo saben: sus inimitables miradas, el juego de sus cejas, sus sonrisas imposibles, esos gestos a veces excesivos y ese talento sin limite harían de él el inmenso actor que es. Hay quien dice que Tom y Jerry en agradecimiento por su ayuda con los fans le contaron a Nicholson, de forma muy reservada, muchos de estos secretillos y trucos actorales imprescindibles para medrar en el siempre difícil mundo del cine. 

Imagen: La fotografía está tomada de los fondos de Wikimedia Commons donde figura con licencia (CC BY-SA 2.0). Enlazamos la fuente original:

martes, 18 de agosto de 2020

"La gran belleza" de Paolo Sorrentino

“El descubrimiento más importante que hice pocos días después de haber cumplido los 65 años fue que no podía perder el tiempo haciendo cosas que no quería hacer” (Jep Gambardella - La gran belleza)

Últimamente parece que siempre llego tarde a las grandes películas; también es verdad que a veces, la recompensa es mayor, como cuando se abre un buen vino que ya clamaba porque se le prestara atención. Uno lo paladea más despacio, con más atención. Había visto recientemente las magníficas series televisivas "El joven Papa" y su continuación "El nuevo Papa" ambas firmadas por Paolo Sorrentino y este parecía gritarme que me dejara de gaitas y me entregara de una vez por todas a "La gran belleza", la obra con la que el director napolitano había ganado el Oscar a la mejor película extranjera en 2013. El film empieza caminando por el alambre, pronosticando un visionado difícil, hasta que aparece Toni Servillo dando vida al elegante y cínico Jep Gambardella, un personaje maravilloso que atrapado en un mundo artificial y efervescente de fiestas supuestamente divertidas, está siempre buscando la belleza y lo ridículo en los momentos más simples, escudriñando la realidad, quien sabe si buscando inspiración para su proyectada novela o respuestas con las que intentar comprender el absurdo mundo en el que vive. Así, el bon vivant Jep Gambardella lucha por zafarse en sus solitarios paseos por Roma de la vacuidad de las relaciones a las que voluntariamente se ha sometido y dotado de una sensib‎ilidad a flor de piel para el detalle, busca con ojos muy abiertos la poesía y la belleza en cada instante. La noticia de la muerte de un amor de juventud y el saber que ella nunca le olvidó, le reconcilia con su pasado y le muestra un nuevo camino a sus sesenta y cinco años, a esa edad en la que según el mismo sentencia ya no puede perder el tiempo haciendo cosas que no quiere hacer. Ahora quiere entregarse de nuevo a la gran belleza del recuerdo de un tiempo que ya no es. Ahora quiere escribir.

Algunas citas de la película dignas de recordar:

“Termina siempre así, con la muerte. Pero antes, hubo vida. Escondido debajo el bla, bla, bla, bla. Y todo sedimentado bajo los murmullos y el ruido. El silencio y el sentimiento, la emoción y el miedo. Los demacrados, caprichosos destellos de belleza. Y luego la desgraciada miseria y el hombre miserable. Todo sepultado bajo la cubierta de la vergüenza de estar en el mundo. Bla, bla, bla, bla. Más allá, está el más allá. Yo no me ocupo del más allá. Por tanto, que esta novela dé comienzo. En el fondo, es sólo un truco. Sí, es sólo un truco” (Jep Gambardella)

“Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza. Va de la vida a la muerte. Hombres, animales, ciudades y cosas, todo es imaginado. Es una novela, una simple historia ficticia." (Jep Gambardella)

"Me he pasado todos los veranos de mi vida haciendo planes para septiembre, pero ya no, ahora me paso los veranos recordando los planes que hacia y que se han desvanecido, un poco por pereza y otro poco por olvido. ¿Qué es lo que tenéis contra la nostalgia eh? Es la única distracción que nos queda a  los que no tenemos fe en el futuro. La única. Sin la lluvia, agosto se termina y septiembre no empieza. Y yo soy muy ordinario, pero no hay que preocuparse. Esta bien, esta bien así." (Romano - Carlo Verdone)

Imagen: La fotografía está tomada de Flickr donde figura con licencia (CC BY-NC 2.0). Se enlaza la fuente original:
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lunes, 17 de agosto de 2020

Cuando éramos niños - Mario Benedetti

 

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

El poema "Cuando éramos niños" es obra de Mario Benedetti y para acompañarlo hemos elegido la fotografía "Remy escuchando el mar" (1955) de Edouard Boubat.

Imagen: La fotografía está tomada de los fondos de Wikimedia Commons donde figura con licencia (CC BY-SA 3.0) Enlazamos la fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Remi_%C3%A9coutant_la_mer,_Edouard_Boubat,_Paris,_1995.jpg

domingo, 16 de agosto de 2020

Schopenhauer y los aplausos


"Las relaciones cotidianas son tales que con la mayor parte de nuestros buenos conocidos no volveríamos a intercambiar una sola palabra si oyésemos lo que dicen de nosotros en nuestra ausencia"

Puede que estas palabras de Arthur Schopenhauer arrojen un poco de luz sobre los motivos que le llevaron poco a poco a potenciar su tendencia a la soledad. Pesimista como era, rara vez se dejaba llevar por el entusiasmo, pero cuando entregó a su editor la obra "El mundo como voluntad y representación" (1819), en la que había trabajado durante cinco largos años y en la que pretendía desentrañar, nada menos, que el enigma de la existencia, acompañó el manuscrito de una nota que decía: "Este libro será en tiempos venideros fuente y ocasión para un centenar de otros libros".

Años después, cuando los editores le informaron que de la primera edición prácticamente toda ella se había usado para reciclar papel al resultar invendida, Schopenhauer no se inmutó demasiado y consciente del valor de la obra, que a la postre sería la más valorada entre las suyas, les contestó en un arranque de orgullo: 

"¿Se sentiría halagado un músico por los aplausos de una audiencia si supiera que casi todos eran sordos?"

Con el tiempo fueron muchos los que empezaron a oír con claridad sus palabras y su pensamiento resultó crucial en la obra de personajes de la talla de Tolstoi, Bergson, Nietzsche, Freud, Mann, Jung, Einstein, Wittgenstein, Proust, Borges, Baroja, Cioran, Beckett, Unamuno y tantos otros. Los dioses del pensamiento le aplaudían sin reservas y llegó a conocer la fama en sus últimos años, una notoriedad a la que él respondió alejándose del mundo todavía más.

En el retrato (obra de Ludwig Sigismund Ruhl) podemos ver a un joven Schopenhauer (1815), de la época en la que escribió la obra a la que hacemos referencia en la anécdota y muy alejado de la visión clásica que tenemos del pensador como un señor de avanzada edad y pelo maravillosamente desordenado. 

Imagen: La fotografía está tomada de Wikimedia Commons donde figura como Dominio Público (CC0). Se enlaza la fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Arthur_Schopenhauer_Portrait_by_Ludwig_Sigismund_Ruhl_1815.jpeg

sábado, 15 de agosto de 2020

El templo de Artemisa, Eróstrato y la fama


La bella Artemisa, hermana gemela de Apolo, era la diosa de la caza, los animales salvajes, los nacimientos y la castidad. Esta diosa virgen, pese a su faceta protectora era también una diosa temible y vengativa cuando se desataba su ira, puede que por eso, para aplacar esta faceta de la venerada diosa, Creso, el poderoso rey de Lidia, siguiendo el diseño ideado por el arquitecto Quersifrón, mandó construir un templo en su honor en Efeso hacia el 550 a.C. El Artemisión o Templo de Artemisa tenía tan bella factura que cuando Antípatro de Sidón elaboró su famosa lista de las siete maravillas del mundo antiguo lo incluyo en la misma y le dedicó estas palabras con las que destacaba el templo sobre las demás maravillas:

"He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce Babilonia, que es una calzada para carruajes, y la estatua de Zeus de los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del Sol, y la enorme obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausolo; pero cuando vi la casa de Artemisa, allí encaramada en las nubes, esos otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte de desde el Olimpo, el Sol nunca pareció jamás tan grande"

Tal era la fama del templo, centro de peregrinación de adoradores y viajeros, que un pastor llamado Eróstrato decidió trasladar la fama del propio templo a su persona de la forma más deleznable posible, destruyéndolo mediante un incendio por él provocado. Artajerjes, antes de ordenar su muerte, sometió a tortura al pastor para saber las motivaciones de tan vil acto y sólo así llegó a saber que el único fin que buscaba con destruir el templo era dejar su nombre en la memoria de todos, que el eco de su nombre quedara para la posteridad incluso después de muerto. Ante estas intenciones se intentó borrar su nombre de la historia, se prohibió incluso bajo pena de muerte el dar noticia de su persona, y sin embargo este logró finalmente su propósito y su eco en la historia, el mismo que el de magnicidas y otros sujetos que son capaces de cualquier cosas por sus cinco minutos de gloria, ha perdurado hasta hoy. En nuestros días, bajo el nombre de Complejo de Eróstrato se define el trastorno de intentar sobresalir a toda costa. En sus formas más livianas parece que hoy casi nadie está a salvo del mismo, en un mundo este en el que todos exponemos tan alegremente parte de nuestra intimidad por un simple "like" en la red. Y así, Eróstrato, 2500 años después, tal y como él deseaba cuando prendía fuego al templo, no deja de ser un personaje de absoluta actualidad.

En la fotografía puede verse una reproducción reducida del Templo de Artemisa construida en época moderna en Estambul.

Imagen: La fotografía esta tomada de los fondos de Wikimedia Commons, donde figura con licencia CC BY-SA 3.0. Se enlaza la fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Miniaturk_009.jpg

viernes, 14 de agosto de 2020

De cuando "El Padrino" cambió a la Mafia

Nunca se sabe qué efectos puede provocar en la sociedad una película de gran éxito, qué cambiará en la forma de vestir, en la de hablar o en la de comportarse de aquellos que la vieron. Si la película es tan reverenciada como cada una de las que componen la trilogía de “El Padrino” todo puede ocurrir. 

Según se cuenta, la mafia puso muchas objeciones a que se llevara a la pantalla la historia que Mario Puzo había escrito y que había resultado todo un bestseller, de hecho una de sus imposiciones fue que en el transcurso de las tres películas no se mentara el nombre de “Mafia”, lo que no se esperaban es que la trilogía de Francis Ford Coppola fuera a tener un efecto beneficioso para la organización. Cuando las películas fueron asimiladas por el gran público dio lugar a que entre los sociólogos se hablara de una curiosa novedad: “El efecto El Padrino”, y es que las películas recogían multitud de antiguas tradiciones de la mafia que poco a poco se habían ido perdiendo y que volvieron a ponerse de moda entre los estratos más bajos de las organizaciones. Los capos se sorprendían gratamente cuando observaban que sus jóvenes “soldati” volvían a llamarles de “Don” y que no sentían ningún reparo en acercárseles y besarles la mano en muestra de respeto, e incluso amoldaban su vocabulario al de la película, resultando que a partir de las mismas el matar a alguien con un disparo en el ojo se convirtió en “El especial Moe Greene”. Lo que no sabemos es si los capos se aficionaron también a tener gatos entre sus brazos mientras hacían ofertas... imposibles de rechazar.  

Imagen: La fotografía ha sido tomada de Flickr donde figura con licencia (CC BY 2.0). Se enlaza la fuente original:
https://www.flickr.com/photos/kodisto/38537781720/in/photostream/

jueves, 13 de agosto de 2020

Los riesgos de ser actor en la Roma Imperial


Durante la época imperial, Roma estaba ávida de entretenimientos y más allá de los consabidos espectáculos de carreras de cuadrigas y luchas de gladiadores, el teatro, siguiendo la estela griega, ocupaba un lugar de honor. Entre sus estrellas más rutilantes estaban Clodio Esopo, Roscio, Batilo de Alejandría, Mnéster o Pílades, actores que concitaban grupos de rendidos admiradores al estilo de los actuales. El éxito los podía colocar en lo más alto, al lado del emperador, con todos los privilegios que ello suponía, pero estar en la cima convertía su profesión en un oficio de alto riesgo, de hecho, actuar ante el emperador podía llegar a costarles literalmente la vida si no obtenían el aplauso. Existe constancia escrita de que Augusto condenó a pena de azotes a más de cincuenta actores, los desmedidos Calígula (en la foto) y Nerón llegaron a desterrar compañías enteras y el aparentemente moderado Claudio mandó decapitar a seis actores porque sus comedias le resultaron insufribles. Me temo que más de una de las estrellas que rondan las carteleras actuales no habrían durado mucho en Roma y no negaré que yo, al menos, me sentiría tentado de mandar a alguno una temporadita a galeras.

Imagen: La fotografía está tomada de los fondos de Wikimedia Commons donde figura como Dominio Público (CC0). Se enlaza la fuente original:
https://es.wikipedia.org/wiki/Cal%C3%ADgula#/media/Archivo:Caligula_Ny_Carlsberg_Glyptotek_IN1453.jpg

Sigmund Freud y la "camaradería" de la Gestapo



No estaba bien de salud Sigmund Freud cuando en 1933 el partido nazi llegó al poder en Alemania. Dadas sus raíces judías, sus amigos le aconsejaron poner pies en polvorosa pero el famoso psicoanalista, muy debilitado, decidió permanecer en su domicilio en Viena. Ni analizando sus peores sueños hubiera podido Freud adivinar lo que vendría unos años más tarde. 

Una vez que Alemania se anexionó Austria en 1938 y sus tropas paseaban las calles de Viena, la Gestapo se decidió a hacer una visita "de cortesía" al hogar de Freud, que desde ese mismo momento dejó de ser de su propiedad y de propina se llevaron todo el dinero que había en su caja fuerte, una suma bastante elevada de la que doctor dijo con los restos de humor que le quedaban:

"Ni yo mismo he cobrado nunca semejante suma por una visita domiciliaria"

Las visitas siguieron. Su hija Anna fue interrogada en el Cuartel General de la Gestapo y su hijo Martin estuvo detenido durante 24 horas. Este fue el detonante que movió a Freud a marchar a Londres. Supongo que Freud, dado su prestigio internacional, no dejaba de ser una molestia para las fuerzas alemanas; puede que por ello, gracias a mover influencias y tras arduas gestiones logró conseguir un salvoconducto para abandonar Austria, pero este tenía una condición, el afamado doctor debía escribir una nota en la que indicara claramente que no había sido tratado mal por la Gestapo. Freud, que siempre mantuvo que "Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla", intentó dejar a un lado el zarandeo al que había sido sometido y tirando de toda la ironía que pudo condensar para salir del trance escribió:

"Le recomiendo calurosamente a todo el mundo la camaradería de la Gestapo"

El creador del psicoanálisis moriría un año después en Londres, victima de un cáncer de paladar muy avanzado que precisó una ayuda terminal que le librara de los terribles dolores que padecía. En Viena, la "camaradería de la Gestapo" hizo que cuatro de las hermanas de Freud fueran invitadas a unas vacaciones pagadas en un campo de concentración, donde murieron. 

Imagen: La fotografía, obra de Max Halberstadt, esta fotocoloreada posteriormnte y está tomada de los fondos de Wikimedia Commons, donde figura como (CC BY-SA 4.0). Se enlaza la fuente original: