De todos es sabido la consideración que los nazis tenían por la música wagneriana y la certeza de que las notas de sus obras reflejaban los más altos ideales arios. Pero el caso es que no es solo esta sublimación de la mitología aria a través de la música lo que une a Wagner, al que vemos en la foto, con el régimen nazi. Richard Wagner era también un convencido antisemita que llegó a escribir un ensayo en contra de compositores judíos como Giacomo Mayerbeer (que había ayudado económicamente a Wagner para el estreno de Rienzi) o Felix Mendelsshon; la obra se titulaba "El judaísmo en la música" (1850). El propio Wagner comentaba sobre las motivaciones que le llevaron a realizar este escrito, considerado como uno de los hitos más importantes de la historia del antisemitismo alemán:
"Explicarnos a nosotros mismos la repelencia involuntaria que sentimos por la naturaleza y la personalidad de los judíos, a fin de reivindicar el instintivo disgusto que claramente reconocemos como más fuerte y más abrumador que nuestro celo consciente para librarnos del mismo."
Pero como buen músico su oposición a la música proveniente de estos compositores judíos fue más allá de las palabras y así cuando debía dirigir alguna obra de Mendelsshon tenía la costumbre de colocarse unos guantes para pasar las páginas de la partitura y que tan pronto como terminaba la obra se quitaba y tiraba a la basura porque, según el mismo explico en más de una ocasión "le asqueaba dirigir música compuesta por un judío".
¡Un regalito el muchacho!.
Imagen: La fotografía de Wagner es obra de Franz Hanfstaengl (1804–1877) y pertenece a los fondos de Wikimedia Commons donde esta etiquetada como "Dominio Público" (CC 0). Se enlaza la fuente con todos los detalles de la imagen: https://en.wikipedia.org/wiki/File:RichardWagner.jpg
Esta entrada ya fue publicada en 2013 en nuestro anterior blog: "Una pizca de cine, música, historia y arte" del que estamos haciendo paulatinamente mudanza de contenidos.
Vaya, si que era especial el muchacho. Sería genial tener la fuente de estas anécdotas, ya sabes, para que cuando lo comente con alguien, pues se tenga más certeza. De hecho, vengo de tu anterior blog, felicidades y que sigas muchos años más.
ResponderEliminarPues si, tendré que prestar más atención a estos no tan pequeños detalles. La anécdota creo poder asegurar que la leí en el amenísimo libro "Anécdotas de la Historia" de Pancracio Celdrán Gomariz, pero no te puedo detallar ahora mismo en cuál de las 1004 páginas del librito. Tan pronto la localice lo reseño. ¡Y gracias por visitar este nuestro nuevo blog y tus buenos deseos!
ResponderEliminarBásicamente el antisemitismo de Wagner devenía de haber tenido que tratar con productores teatrales vieneses que eran un club de judería cerrado (tipo los grandes escualos de los estudios de Hollywood). Y rechazaban sistemáticamente a su obra, los costos de ponerla en escena. Es así que a medida que triunfó, Wagner se dedicó a la construcción de un stage específico para Grandes Obras como las de largo aliento compuestas por él: es decir, Bayreuth. Es sabido que el propio Wagner no llegó a ver en vida la puesta en escena del completo Anillo del Nibelungo. A medida que Alemania avanzaba a su composición como nación a nivel autónomo y estructural, integrando los grandes reinos a los que contenía por separado, Wagner integró su éxito a ese tipo de nacionalismo. Esos que creen que la Historia empezó "con" ellos, ignoran supinamente aquellos procesos de guerra vía Bismarck que consolidaron a Alemania: ergo, tanto Guerra contra Austria -que se negó a integrarse- como la final Guerra Franco-Prusiana. Ambas fueron (junto a otras Guerras hacia el final del XIX y principios del XX) predecesoras de una Guerra moderna, tal como esa iniciada a partir de la Guerra Civil en los EEUU. Llamativamente, Wagner fue reprocesando sus sentires ideológicos lejos del exacerbado nacionalismo junker, para así virar a una suerte de Anarquismo spenceriano antiestatal.
ResponderEliminar¡Gracias Mariano por tu valioso comentario! Sin duda, sin el mecenazgo de Luis II de Baviera, el fan número 1 de Wagner habría sido muy difícil para el compositor llevar a la práctica su idea del arte total por los costes que implicaban. Bayreuth esta concebido según las ideas de como debía ser una sala de audiciones. Los cine actuales deben mucho a las ideas de Wagner al respecto: luces apagadas, pasillos espaciados para dificultar el levantarse continuamente... menos mal que no imitaron lo de los asientos más bien duros para evitar que el personal se acomodase en demasía. ¡Un saludo!
EliminarmUcHo TeXtO ;-;
EliminarMuy buen comentario. Felicitaciones-
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