domingo, 9 de junio de 2019

János Weissmüller y el doble de Tarzán



Johnny Weissmüller era todo un portento físico, "Big John" le decían, aunque pocos sabían que cuando solo tenía diez años había estado enfermo de poliomielitis y el médico le recomendó nadar para luchar contra los inhabilitantes efectos de la enfermedad. No cabe duda de que el chico luchó lo suyo y con el tiempo y una vez superados sus males logró batir hasta 67 récords mundiales, ser el primero en bajar del minuto en los 100 metros libres y ganar cinco medallas de oro olímpicas en natación para los EEUU. Curiosamente Weissmüller no nació en EEUU, el campeón había nacido en 1904 en Timisoara, una ciudad que por entonces pertenecía al Imperio Austrohúngaro y que ahora se ubica en Rumanía; de este modo no es de extrañar que en los registros baustismales aparezca como János Weissmüller. El caso es que el futuro Tarzán marchó con sus padres a EEUU poco después de nacer, a los siete meses, y de esta patria de adopción tomó la nacionalidad. Con unas cualidades físicas fuera de toda duda y la popularidad que había logrado como estrella del deporte, Weissmüller era la opción perfecta para dar credibilidad a la nueva versión de Tarzán que la Metro Goldwyn Mayer tenía en mente. La primera de las películas de Weissmüller en este rol fue "Tarzán, el rey de los monos" (1932 - W.S. Van Dyke), en la que ya aparecían la preciosa Maureen O'Sullivan como Jane (cortita de ropa para darle miga al asunto) y la mona Chita haciendo de las suyas. La cosa funcionó tan bien que la saga dio para once títulos más. Weissmüller era perfecto para correr por la selva, para las escenas acuáticas e incluso para luchar con los cocodrilos de plástico si hacía falta, pero había una dificultad, Weissmüller no podía saltar de liana en liana como demandaba el personaje y menos de forma tan realista como aparece en las películas. La solución vino de la mano del trapecista mejicano Alfredo Cardona, quien debidamente caracterizado asumía estas complicadas escenas. Para lograr realismo se ocultaban trapecios en lugares estratégicos y disimulados con la hojarasca de la selva, logrando unas escenas llenas de dinamismo y en las que en ningún momento se notan los trapecios ni el doblaje de Weissmüller por Alfredo Cardona, que con sus vuelos logró tener trabajo para las restantes películas de la saga. De lo del grito ya hablamos otro día


Imagen: La imagen ha sido tomada de los fondos de Wikimedia Commons donde aparece etiquetada como de Dominio Público y por tanto habilitada para su reproducción.- Link: → https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Johnny_Weissmuller#/media/File:Johny_Weissmuller-publicity.JPG

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