miércoles, 2 de noviembre de 2022

60 seudónimos de escritores famosos



A la hora de tratar un tema como el de los seudónimos en el mundo de la literatura era obligado otorgar la foto de cabecera a una mujer, en este caso Aurore Dupin vestida de George Sand, el alias que hubo de adoptar para poder publicar sus obras, dado que hacerlo con su verdadero nombre, como mujer y en aquellos tiempos era del todo impensable, máxime si quería que sus escritos fuera valorados en su justa medida. Curiosamente no hace tanto que J.K. Rowling recurría también a un seudónimo (Robert Galbraith) para publicar alguno de sus escritos. En otras ocasiones los motivos son otros, bien librarse de la presión de éxitos precedentes, crear un nombre más sonoro que el propio o apartarse de un estilo en que algún escritor se puede sentir obligado por sus lectores. También sirve para la experimentación literaria sin riesgos cuidando la privacidad o como estrategia publicitaria y también para evitar repercusiones o persecuciones o simplemente como una máscara, como bien decía Manuel Vázquez Montalban: 

"Cuando uno escribe bajo seudónimo, escribe diferente porque se mete en la piel de un personaje. Un escritor siempre es su personaje: Kafka es su personaje, Tabucchi es su personaje... A veces hace falta exagerar eso y buscar un personaje dentro del cual te sientes diferente, como cuando en un baile de máscaras te pones una máscara y pasas a ser una persona diferente. De hecho, los seudónimos son una máscara"

Para algunos fue un juego temporal u ocasional y una vez logrado el reconocimiento y éxito pudieron retomar su propia identidad, pero para otros su seudónimo terminó por convertirse en su verdadera identidad tal y como ocurre con no pocos actores y actrices. Aquí os dejo los seudónimos (algunos ocasionales) y nombres reales de más de sesenta grandes creadores que decidieron dejar su nombre solo para el documento nacional de identidad, por supuesto encabezada por Fernando Pessoa que no tenía un solo seudónimo, sino varios adaptados a su forma de sentir en cada momento o a la temática sobre la que escribía, en tal caso a esos alias se le llamaban heterónimos al servirle para adjudicarle no toda, sino solo una parte de su obra, tal como también ocurrió ocasionalmente a Antonio Machado, Paul Valery o Unamuno.


Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares, Ricardo Reis.... = Fernando Pessoa
Augusto Pérez = Miguel de Unamuno - (Heterónimo)
Agatha Christie = Agatha Marie Clarisa Miller
Amos Oz = Annos Klauusne
Anne Rampling = Anne Rice
A.M. Barnade = Louise May Alcott
Azorín = José Martínez Ruiz
Beaumarchais = Pierre-Augustin Caron
Benjamin Black = John Banville
Blue Jeans = Francisco de Paula Fernández
Boz = Charles Dickens
Carlo Collodi = Carlo Lorenzini
Clarín = Leopoldo García-Alas y Ureña
Colette = Gabrielle Sidonie
Currer, Ellis y Acton Bell = Las hermanas Brönte (Charlotte, Emily, Anne)
Edmond Teste = Paul Valery (Heterónimo)
Fernán Caballero = Cecilia Böhl de Faber y Larrea
Fígaro = Mariano José de Larra
Forges = Antonio Fraguas
Gabriela Mistral = Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga
George Orwell = Eric Arthur Blair
George Sand = Amandine Aurore Lucile Dupin
Gil Paz = Leopoldo Lugones
Gipi = Gian Alfonso Pacinotti
Gustavo Adolfo Becquer = Adolfo Domínguez Bastida
Herge = Georges Remi
Isak Dinesen  = Karen Christence Blixen-Finecke
J.D. Robb = Nora Roberts
Jack London = John Griffith Chaney
James Herriot = James Alfred Wight
Jan = Juan López Fernández
Jason = John Arne Saeteroy
John Lange = Michael Crichton
Juan de Mairena y hasta 33 alías más = Antonio Machado (Heterónimo)
Kurban Said = Lev Nussimbaum y Essas Bey
Conde de Lautréamont = Isidore Ducasse
Lemony Snicket = Daniel Handler
Lewis Carroll = Charles Lutwidge Dodgson
Lord Byron = Georges Gordon
Mark Twain = Samuel Langhorne Clemens
Marquesa Colombi = María Antonieta Toirriani
Max = Miguel Delibes Setién
Moebius = Jean Giraud
Moliere = Jean Baptiste Poquelin
O. Henry = William Sidney Porter
Pablo Neruda = Neftalí Ricardo Reyes
Paul French = Isaac Asimov
Quino = Joaquín Lavado Tejón
Ramón María del Valle-Inclán = Ramón José Simón Valle Peña
Richard Bachman = Stephen King
Rius = Eduaro del Río García
Robert Galbraith = J.K. Rowling
Rubén Darío = Félix Rubén García Sarmiento
Saki = Hector Hugh Munro
Sjón = Sigurjón Birgir Sigurdsoon
Stan Lee = Stanley Martin Lieber
Stendhal = Marie-Henri Beyle
Dr. Seuss = Theo Lesieg
Trevanian = Rodney Whitaker
Tristán = Ramón Gómez de la Serna
Troy Denning = Richard Awlinson
Victoria Holt = Jean Plaidy
Virginia Woolf = Adeline Virginia Stephen
Voltaire = François-Marie Arouet
Yukio Mishima = Hiraoka Kimitake

La imagen está tomada de la siguiente página:
https://es.pinterest.com/pin/305189312229684679/

miércoles, 26 de octubre de 2022

Carta de Beethoven a la joven Emilia


Emilia, una rendida admiradora de Ludwig van Beethoven de tan solo ocho años, decidió escribirle para decirle que su música la hacía feliz y acompañó su carta de un humilde presente, una sencilla cartera hecha por ella misma. Beethoven no dudó en contestarle con estas palabras:

Toeplitz, 17 de Julio de 1812.

Mi querida y buena Emilia, mi querida Emilia:

Mi respuesta a tu carta llega tarde; un cúmulo de ocupaciones y mi persistente indisposición me excusan. Mi presencia aquí para el restablecimiento de mi salud prueba la veracidad de mis excusas. No arranques a Haendel, Haydn y Mozart su corona de laurel; les pertenece a ellos y no a mí todavía. Guardo tu billetera entre otras señales de la estima que me han demostrado otras personas, y que todavía no merezco. 

Continúa, no ejercites tan sólo tu arte, sino penetra en su intimidad; él lo merece, pues sólo el arte y la ciencia elevan al hombre hasta la divinidad. Si alguna vez deseas alguna cosa, mi querida Emilia, escríbeme con toda confianza. El verdadero artista no tiene orgullo; bien sabe que el arte no tiene límites; siente oscuramente hasta qué punto está alejado de su objetivo, y mientras otros, puede ser, le admiran, deplora no haber llegado todavía ahí donde su genio mejor brilla para él como un sol lejano.

Posiblemente iría gustoso a tu casa, con los tuyos, antes que a las casas de muchos ricos en las que se adivina la pobreza de su espíritu. Si voy alguna vez a Hamburgo, iré a tu casa, con tu familia. No reconozco en ningún hombre otro signo de superioridad más que la bondad. Allá donde la encuentro, ahí está mi hogar.

Si quieres escribirme, querida Emilia, dirige tu carta aquí, donde pasaré algunas semanas todavía, o bien a Viena; es lo mismo. Considérame como tu amigo y el de tu familia.

Ludwig van Beethoven.

A buen seguro Beethoven escribió esta carta en un descanso mientras su cabeza se esforzaba por culminar la Sinfonía nº 8, que completó solo unos meses después, en octubre de 1812:


La carta nos llegó a través de la amiga Celia Valdelomar
Imagen: De Wikimedia Commons - (CC0) - Dominio Público  en Fuente original

jueves, 20 de octubre de 2022

Michael Haneke por sí mismo


 

Decía el recientemente fallecido Jean-Luc Godard aquello de "La fotografía es verdad. Y el cine es verdad 24 fotogramas por segundo". Con el tiempo el director austríaco Michael Haneke le daría replica afirmando todo lo contrario: "El cine son 24 mentiras por segundo". Las verdades de Godard ya las vimos en un recopilatorio de frases suyas, hoy toca revisar las de Haneke, director de -entre otras-: "Funny Games" (1997),"La pianista" (2001), "Caché" (2005), "La cinta Blanca" (2009) o "Amor" (2012), a ver si ayudan a encontrar respuesta al dilema de la verdadera naturaleza de los 24 fotogramas:

"La pregunta es, ¿el cine es meramente entretenimiento o es más? Si es arte, tiene que ser más. El arte puede ser entretenido. "El Evangelio según san Mateo" (1964) es entretenido, [pero] es más que diversión, es concentración, enfoca tus pensamientos. [¿entonces el cine puede cambiar el mundo?] No, pero puede convertirlo en un lugar menos triste de lo que ya es."

"Me interesa ver películas que me confronten con cosas nuevas, películas que me hagan cuestionarme, películas que me ayuden a reflexionar sobre temas en los que no había pensado antes, películas que me ayudan a progresar y avanzar. Esas son las clases de películas que me interesan. Para mí, personalmente, creo que ver una película que simplemente confirma mis sentimientos es una pérdida de tiempo. Eso se aplica no solo a las películas, sino también a los libros y todas las formas de arte."

"El arte debe hacer preguntas y no avanzar respuestas, que siempre me parecen sospechosas, incluso peligrosas"

"El cine más interesante de hoy día viene del tercer mundo, porque esa gente tiene algo por lo que luchar. Nosotros no hacemos más que describir permanentemente el asco que sentimos de nosotros mismos"

"Encuentro que las películas de hoy en día son cada vez más planas, más banales y al espectador le tratan como si fuera tonto y con esta película intento protestar contra eso. Quiero que me tomen en serio como espectador y cuando hago una película intento pensar en mi espectador como una persona inteligente, no tonto, eso es todo"

"Nosotros no percibimos ya la realidad, sino, en su lugar, la representación televisiva de la realidad. Nuestro horizonte de experiencias es muy limitado. Lo que sabemos del mundo es poco más que el mundo mediático, la imagen. No tenemos realidad, sino un derivado de la realidad"

"Todo el que infringe la corriente principal de pensamiento, y no me refiero sólo al cine, generalmente es provocativo. Cualquiera que sea la antítesis a la norma y a la forma convencional, se le llama obsceno y provocativo. Así que espero que todas mis películas sean obscenas y provocativas."

"No le preguntes a un ciempiés cómo anda o tropezará" (Cuando se le pregunta por qué está haciendo películas)

Imagen: De Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0) - Fuente Original

miércoles, 19 de octubre de 2022

"Tener y no tener": Howard Hawks entre Hemingway y Bogart



“Tengo diez mandamientos. Los nueve primeros dicen: ¡no debes aburrir!.” 

Esa era una de las máximas de Howard Hawks, que sabiamente no se llevaba la contraria a sí mismo y lograba que sus películas fueran de lo más entretenidas. Puede que mucha parte de su éxito tuviera que ver, más allá de su evidente talento y de los grandes actores que lo acompañaban, a su tendencia a rodearse de grandes escritores para elaborar sus guiones. 

Uno de esos talentos fue Ernest Hemingway. A Hawks le gustaba exprimir la vida tanto como al escritor y ambos coincidían a veces en salidas en busca de entretenimiento y diversión y no pocas a pescar o a cazar. En una de esas "excursiones" y ante la insistencia del director de fichar al escritor, Hemingway tuvo que contestarle "Yo no quiero ir a Hollywood. No me gusta, no sabría que hacer allí"El director buscando alguna manera de implicarlo, le replicó que podrían trabajar en un guión desde cualquier otra parte que no fuera Hollywood y decidió plantearle un reto que no pudiera resistir, Hawks le dijo que él sería capaz de sacar una buena película del peor relato del escritor. Hemingway quedo aguijoneado por la curiosidad y le preguntó "Con cuál de ellos?" A lo que obtuvo la respuesta de "Con esa porquería titulada "Tener y no tener". 

El resultado ya sabemos todos que es una de las cumbres del cine negro, con una esplendorosa Lauren Bacall que se iniciaba en el cine con esta película y que por cierto tuvo que esconder por un tiempo su condición de judía por temor a que Hawks, que al parecer les tenía un poquito en mala estima a los de su raza, la despidiera. A su lado le daría replica Humphrey Bogart en lo que sería el inicio, entre silbiditos y contoneos, de una de las parejas míticas de Hollywood. Por cierto, "Slim" el nombre del personaje al que la Bacall dio vida en esta película y que ya se asoció a su persona para siempre, era en realidad el apodo de Nancy "Slim" Keith, la esposa de Howard Hawks, un verdadero ícono de la moda y de la jet set de aquel entonces. Fue ella la que con una portada de Harper's Bazar en la que salía la Bacall se la dio a conocer a su marido.

Se cuenta que en el rodaje de "Tener y no tener", Bogart apareció en el plató con una borrachera algo subidita de tono que le provocaba que se fuera golpeando con todo lo que se cruzaba en su camino. Hawks le dijo "Bogie, no eres tan buen actor como para apañártelas cuando llevas unas cuantas copas de más encima", Bogart replica "Que lástima. Porque me gusta la bebida". Aquello sencillamente se podía ir de las manos, así que Hawks se decidió a poner límites: "Bueno, en tal caso, o yo necesito un actor nuevo o tú vas a necesitar un nuevo director". Y parece que Bogart entendió perfectamente el envite y como si del guion de una novela negra se tratara, supo que quien le hablaba tenía la pistola en su mano y podía dispararle al despido en cualquier momento. Bogart como buen jugador de ajedrez que era, no volvió a beber en exceso durante todo el tiempo de rodaje y por supuesto se comió a la reina de aquel tablero que no era otra que Lauren Bacall.


Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro:  Img 1 - 2 - 3

martes, 18 de octubre de 2022

La vida no es más que "Una comedia ligera"



"A veces tengo la sensación de que toda mi vida se derrumba. Tal vez es un momento de flaqueza, tal vez un momento fugaz de lucidez, eso poco importa; luego vuelve todo a la normalidad.(…). Los años pasan (…) y en vez de añadir algo a nuestras vidas, nos quitan lo poco que tenemos; siempre es lo mismo: deseamos una cosa con todas nuestras fuerzas, durante mucho tiempo, y cuando por fin lo conseguimos, es demasiado tarde, o es menos de lo que imaginábamos, o descubrimos que en el fondo no lo deseábamos con tanto ardor. Todos nuestros sueños son insignificantes cuando se materializan. En cambio, si perdemos algo, no hay consuelo. Así es la vida. Siempre lo supe, pero lo que no podía sospechar es que además todo ocurriera con tanta rapidez. Miro hacia atrás y no veo nada."


El fragmento pertenece al libro "Una comedia ligera" obra de Eduardo Mendoza publicada en 1996.

Imagen: Tomada de Pinterest: Fuente Original

miércoles, 12 de octubre de 2022

Doisneau, Juan Gelman y los ladrones de poemas


En todas las épocas hubo amantes a los que les faltaron las palabras para cantarle su amor a la mujer que le robaba el pensamiento, enamorados o embaucadores que antes de devanarse los sesos maridando palabras y sentimientos no dudaban en ayudarse de algún hurto literario, que a buen seguro su autor habría disculpado. Algo así parece ser que le pasó al poeta argentino Juan Gelman, que contaba la siguiente anécdota:

"Estaba con Mario Benedetti y Daniel Viglietti haciendo un reportaje en una radio. Había chicas y muchachos entre el público. Mario leyó un poema, luego yo leí un poema de amor. Cuando terminó la grabación, una chica que estaba allí se me acercó y me dijo «¿Ese poema es suyo?» Le digo: «Sí».  Me dice: «¡Hijo de puta!». Le digo:« Mire, yo sé que no es muy bueno, pero soy una buena persona». Ella dice: «No, no lo digo por usted, estoy hablando de un novio que tuve, que me mintió, diciendo que lo había escrito él»"

Pudiera ser que el poema robado, por poner uno de Juan Gelman, fuera "Ausencia de amor":

Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.

Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.

Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo
lo que he esperado
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.

Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.


La fotografía de cabecera es del socorrido Robert Doisneau, siempre atento con su cámara a los arrumacos de amantes callejeros, vemos a una pareja abrazándose en el Jardín de las Tullerías de París, en 1944, durante la ocupación alemana. Poco importaban las alambradas, o los soldados malencarados que vigilaban las calles por las que paseaban abrazados, pudiera ser que para ellos la ciudad de la luz nunca fuera tan hermosa como entonces y puestos a imaginar, puede que poco después de sentarse en ese banco él le hubiera regalado un poema robado a quien sabe que poeta. Sin duda prefiero esa historia a imaginar por qué razón ambos llevan un pañuelo en su mano en una ciudad ocupada.

Imagen: Tomada de Tumblr - Fuente Original

domingo, 9 de octubre de 2022

Frank Sinatra y el alcohol: "One for my baby (and other one for the road)"

"El alcohol es quizá el peor enemigo del hombre, pero la Biblia dice que ames a tu enemigo"

Eso al menos decía Frank Sinatra, un cantante con una voz maravillosa y un hígado fantástico que debería haber legado a la ciencia para su estudio. Su médico de toda la vida desaprobaba el intenso ritmo al que bebía el cantante y le recomendó cambiar drásticamente de hábitos, especialmente con respecto al alcohol. Sinatra solo podía hacer dos cosas: hacerle caso al galeno o cambiar de médico. De allí se fue directo a su bar predilecto de Nueva York y furioso le confesó a su amigo Dean Martin: "Acabo de despedir a mi médico. Es un imbécil. No sabe nada de la vida". Con su siguiente médico, al que tuvo que acudir a regañadientes, no le fue mucho mejor pero el relato de su visita es ciertamente clarificadora de como era el bueno de Frankie cuando ponían en riesgo sus aficiones etílicas. Llegado a la consulta se dispusieron a hacerle un reconocimiento completo y el doctor le preguntó: "¿Cuánto bebe usted?". Sinatra le contestó sin dudar: "Unos treinta y seis tragos al día" (sin agua al parecer y solo un par de peces de hielo -como diría Sabina-). El médico creyó que era una broma del cantante y volvió a preguntarle: "Le hablo en serio Sr. Sinatra ¿Cuánto bebe usted?. Frankie, indiferente a las dudas del médico volvió a responderle: “Ya se lo he dicho, treinta y seis tragos al día”. Al médico le extrañaba la cantidad pero también que fuera tan exacto en el número de tragos: “¿Cómo puede estar tan seguro?”"Verá doctor, -replicó Sinatra- bebo una botella de Jack Daniel's diaria, lo que equivale a treinta y seis tragos". El médico intentando no hacer demasiado evidente su asombro, aunque con un incipiente tono de desaprobación, continuó: "Y como se siente cada mañana?". "No lo sé - dijo para terminar Sinatra, mientras se ponía en pie- nunca me levanto por la mañana. Y no estoy seguro de que usted sea el médico apropiado para mi". Si se quitan al día solo seis horas de sueño, quedan 18 horas, lo que supone un lingotazo de whiskey cada media hora, o lo que es lo mismo estar todo el santo día bebiendo. "Homérico" dirían en "El hombre tranquilo" e incomprensible para mi que no tengo muchas filias por el alcohol. Supongo que pensaba en personas como yo cuando dijo: "Lo siento por las personas que no beben. Cuando despiertan por la mañana, se sienten tan bien como se van a sentir el resto del día"

Hay quien dice que el alcohol es el mejor ansiolítico que existe, de modo que supongo que Sinatra veía en el Jack Daniel's una tabla a la que agarrarse. Al menos eso se desprende de aquella afirmación suya: "Estoy a favor de cualquier cosa que te haga pasar la noche, ya sea una oración, traquilizantes o una botella de Jack Daniel's"

Desde luego no debían de ser muy recomendables sus noches, pero lo que queda claro es que Sinatra tenía una afición desmedida por el whiskey Jack Daniel's, al que llamaba "El néctar de los dioses". Sus 45º parecían no hacerle mella y cuando murió pidió que pusieran una botella en el ataúd. Supongo que con tanto alcohol su cuerpo debe estar ahora mejor conservado aún que el de Lenin. El caso es que la marca Jack Daniel's nunca pudo pagar una publicidad tan esplendida como la que gratuitamente le hacía el cantante, pero en agradecimiento, en el 100 aniversario de su nacimiento sacó una edición especial en su honor "Jack Daniel's - Sinatra selected", en cuyo interior incluso llevaba como regalo un número de membresía para "la pandilla de ratas", el famoso "Rat Pack" de Sinatra en el que no miraban precisamente bien a los abstemios. 

En realidad la entrada casi ha sido una excusa para poder poner una de las grandes canciones de Sinatra, la maravillosa: "One for my baby (and other one for the road)" un tema de Harold Arlen y Johnny Mercer que data de 1943 para el musical "The sky's the limit" que encontró su mejor versión en "la voz" de Frank Sinatra (valga la redundancia).


Son las tres menos cuarto
no hay nadie aquí excepto tú y yo
Así que, siéntate Joe
tengo una pequeña historia que tienes que escuchar
Estamos bebiendo, amigo mío, por el final de un breve episodio
Sírveme una por mi chica y otra más para el camino

Ya lo tengo por rutina
así que echa otra moneda a la máquina
Me siento muy mal
¿No puedes poner algo de música tranquila y triste?
Te podría contar un montón de cosas
pero hay que ser acorde con tu código de honor
Sírveme una por mi chica y otra más para el camino

Tú nunca lo has sabido pero, amigo, soy una especie de poeta
y tengo un montón de cosas que me gustaría decir
y cuando esté melancólico me tienes que escuchar
hasta que lo haya soltado...

Bueno, esto es todo
y ya se, Joe, que empiezas a estar ansioso por cerrar
Gracias por escucharme, espero que no te haya importado que te soltara el rollo
pero esta angustia que tengo debe de ser sofocada o pronto explotará
Así que sírveme una por mi chica
y otra más para el camino
tan largo, tan largo, tan largo..."

Fuente: A partir del siguiente artículo:
La Razón - "Rarezas y excesos de genios"

sábado, 8 de octubre de 2022

La piel de gallina de Alfred Hitchcock

 

"Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense"

Con esas palabras definía el suspense el gran Alfred Hitchcock, considerado unánimemente como el mago de dicho género. El director era evidentemente consciente del efecto que sus películas causaban en el publico y era algo que terminaba por definirle, tal y como podemos ver en la siguiente anécdota. 

En cierta ocasión que viajó a Francia, Alfred Hitchcock se vio retenido en el aeropuerto y el funcionario que se encontraba a cargo de la aduana, al que suponemos poco aficionado al cine y por tanto desconocía la identidad de Don Alfredo, se mostró intrigado por la palabra "Productor" que figuraba en su pasaporte y le preguntó al director:

-¿Productor? ¿Y usted que produce?

- Piel de gallina - le contestó agudamente Hitchcock.

Y fue un genio en esa tarea, de hecho hizo las delicias de los espectadores con un buen número de películas maravillosas e inolvidables, entretenidas a la vez que talentosas, que sin embargo no fueron reconocidas por la Academia de Hollywood que nunca le otorgó un premio Oscar a pesar de sus cinco nominaciones. "Siempre novia, nunca esposa" decía el propio director. Con el tiempo, en 1968, le entregaron uno de esos premios de consolación, el Irving G. Thalberg Memorial Award, que Hitchcock recogió con uno de los discursos más breves de la historia de los Oscar, simplemente se limitó a decir con aire circunspecto, se diría que sin emoción alguna, un lacónico: "Thank you" y cuando ya casi marchaba y el público empezaba a reír, se volvió para rematar con un "very much indeed", y se marchó por donde había venido. En justicia se merecía haber sido uno de los directores de cine más galardonados de la historia del séptimo arte. No me extrañaría que ese veneno junto al que posa en la foto le trajera a la memoria el nombre de algunos personajillos influyentes de aquel Hollywood que le tocó vivir.


Imagen: De Flickr -Ross Dunn- (CC BY-SA 2.0) - Fuente Original

viernes, 7 de octubre de 2022

Bertrand Russell y los idiotas

 

"…Basta leer algo de su llamada filosofía para descubrir inmediatamente qué clase de idiota es usted. El otro día leí en un diario suizo alemán algo que evidentemente usted había dicho: ´Vivimos en una época que tiene tres revoluciones por delante: la lucha de la juventud contra la vejez; la lucha de la pobreza contra la riqueza y la lucha de la estupidez contra la inteligencia…´ (…) Le digo categóricamente que las tres revoluciones que lo inquietan no las tenemos por delante, sino que han caracterizado a todas las generaciones de todos los siglos"

Esa era la carta que un hombre común le escribió a Bertrand Russell en 1958. La respuesta del filósofo, matemático, activista social y Premio Nobel de Literatura en 1950 no se hizo esperar: 

"Estimado señor: 

Hay una categoría de idiotas que usted ha omitido mencionar. Es la categoría de quienes creen lo que leen en los diarios. Yo nunca hice la declaración que usted cita. 

Lo saluda atentamente, 

Bertrand Russell"

Con ochenta años seguía demostrando que de idiota no tenía un pelo y en sus "Reflexiones en mi octogésimo cumpleaños" decía :

"He vivido en busca de una visión, tanto personal como social. Personal: cuidar lo que es noble, lo que es bello, lo que es amable; permitir momentos de intuición para entregar sabiduría en los tiempos más mundanos. Social: ver en la imaginación la sociedad que debe ser creada, donde los individuos crecen libremente, y donde el odio y la codicia y la envidia mueren porque no hay nada que los sustente. Estas cosas, y el mundo, con todos sus horrores, me han dado fortaleza."

La anécdota inicial nos llegó a través de la amiga Celia Valdelomar.

Imagen: De Wikimedia Commons - (CC0) - Dominio Público en fuente original

domingo, 2 de octubre de 2022

Norman Mailer y los recuerdos


 

"A lo largo de la vida, la mayoría de nosotros construye en su intimidad mental una historia cultural de los años en los que le ha tocado vivir. A menudo concebimos esa historia como un recuerdo colectivo que otros compartirán con nosotros. Incluso nos referimos a ella como nuestro tiempo. Pero lo cierto es que se trata sólo de un tiempo personal, el tiempo social, cultural e histórico de nuestra intimidad, nuestra imagen personal de lo que ha ocurrido en el mundo. (...) Trabajamos sin cesar para lograr cierta comprensión de nuestra vida y de nuestro tiempo. De modo que revisamos permanentemente nuestra historia personal del pasado hasta incluir en ella a todos aquellos en relación con los cuales hemos reaccionado en la vida: nuestros amigos, nuestros parientes, nuestros enemigos, nuestras estrellas de cine, nuestros atletas, nuestros héroes y las figuras públicas, por no hablar de todos los grandes acontecimientos, los históricos, y también de los minúsculos, por los que hemos pasado, además de todos los libros que han permanecido con nosotros, los que han contribuido a cambiar nuestra vida."

Estas palabras del escritor estadounidense Norman Mailer aparecen en el prólogo de su obra "América" (2006) aunque yo las he tomado de la entrada del muy entretenido  libro-entrevista "Sabina en carne viva" (2006 - Ediciones B). La reflexión de Mailer me hacen pensar en algunas personas de edad muy avanzada que dicen vivir de recuerdos, que estos son su mayor tesoro, hasta el punto de que esos recuerdos terminan por definirlos y secuestrarlos; es como si ya no les quedara impulso vital para crear nada nuevo, para acometer otros proyectos o ilusiones; son personas hechas de pasado, son en esencia lo que han vivido y con sus recuerdos cargan de continuo la balanza de su vida atentos siempre a lo que marca el fiel, esperando salir vencedores del juicio interior que de continuo se hacen y de poder decirse a si mismos que aprovecharon su tiempo. Y eso, gracias a Dios, cuando quedan recuerdos....

Imagen: De Wikimedia Commons (CC0) - Dominio Público en fuente original

sábado, 1 de octubre de 2022

Puccini, las costureras y "La Bohéme"



Hubo una época en la que Giacomo Puccini estaba muy lejos de ser un acomodado y reconocido compositor de ópera que derrochaba dinero alegremente en coches y mujeres, de hecho, en su juventud estuvo mucho más cerca de las estrecheces que vivían los protagonistas de su obra "La Bohème", una ópera maravillosa que ahora es profusamente representada pero que en su estreno, allá por 1896, resultó un absoluto fracaso. 

"La Bohème" puede que sea la obra más bella y convincente de Puccini, que no es decir poco en un autor que también nos regaló óperas del calibre de Tosca, Madame Butterfly o Manon. En "La Bohème" no se nos muestran grandes gestas o mitificadas leyendas, nos habla de la vida misma iluminada por el resplandor de las pequeñas cosas, "Piccole cose" que decía Puccini; no hay tampoco héroes, reyes o seres legendarios, tan solo un par de pobres enamorados, el poeta "Rodolfo" y la modistilla "Mimí" que viven en una muy modesta buhardilla del barrio latino de París, acosados por el frio y la escasez durante una nochebuena. Puede que sea ese acercamiento a la vida real y a las privaciones que cualquiera puede padecer lo que hiciera de esta opera, pasado el tiempo, una obra de tanto éxito. Puccini y los libretistas Giacosa e Illica trabajaron denodadamente durante tres años para adaptar la novela folletinesca de Murger "Escenas de la vida Bohemia" hasta llevar a la desesperación al empresario Ricordi: "Os confieso que por este continuo rehacer, retocar, añadir, corregir, cortar, pegar, hinchar aquí para desinflar allá, estoy exhausto".

Puccini no pudo evitar introducir en esta opera algunos guiños a su propia vida y a las experiencias de su época de estudiante en el conservatorio de Milán, tiempo en el que compartía piso con Mascagni, otro gran compositor de operas. De hecho la escena en la que estando ya Mimí muy enferma y Colline, un filósofo amigo de la pareja de enamorados, marcha a vender su abrigo para poder comprarle medicinas (Vecchia zimarra, senti / "Viejo abrigo, escucha"), estaba inspirada en un recuerdo de juventud de Puccini, quien al parecer tuvo una novia costurera (como Mimí) y no teniendo dinero, empeño su abrigo para poder invitarla a cenar una noche. Con los años comentaba de esta anécdota: "A la mitad del invierno ya había roto con ella; pero sin abrigo tuve que estar todo aquel invierno". Seguro que fue una cena maravillosa.

Seguro que hay otras versiones mejores, con Pavarotti Mirella Freni por ejemplo, pero aquí, y primando la calidad del vídeo y los subtítulos, os dejo con dos de las mejores arias de esta preciosa opera interpretadas por Rolando Villazón y Anna Netrebko, dos grandes cantantes que están de moda desde hace unos años: 

"Che gelida manina"


"Si, mi chiamo Mimí"


Imágenes: De Wikimedia Commons - (CC0) en Fuente original - Img 1 - Img 2

viernes, 30 de septiembre de 2022

Benavente, "Los intereses creados" y la Cultura


"Y en ellas visteis, como en las farsas de la vida, que a estos muñecos como a los humanos, muévenlos cordelillos groseros, que son los intereses, las pasioncillas, los engaños y todas las miserias de su condición: tiran unos de sus píes y los llevan a tristes andanzas; tiran otros de sus manos, que trabajan con pena, luchan con rabia, hurtan con astucia, matan con violencia. Pero entre todos ellos desciende a veces del cielo al corazón un hilo sutil, como tejido con luz del sol y con luz de luna, el hilo del amor, que a los humanos, como a estos muñecos que semejan humanos, les hace parecer divinos, y trae a nuestra frente resplandores de aurora, y pone alas en nuestro corazón y nos dice que no todo es farsa en la farsa, que hay algo divino en nuestra vida que es verdad y es eterno y no puede acabar cuando la farsa acaba."

El fragmento pertenece a "Los intereses creados", obra de Jacinto Benavente publicada en 1907. El escritor, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1922, era muy consciente, a pesar de la calidad de sus escritos y de los reconocimientos recibidos, del lugar al que quedaba relegada la cultura en los grandes medios. Se cuenta que en cierta ocasión, encontrándose de visita en Argentina (podría haber sido en cualquier otro país) vio publicada su foto en un periódico, en una entrada en la que muy posiblemente se hacían eco de la breve visita del escritor. La entrada, arrinconada en una de las esquinas del noticiario, era pequeña y la foto del escritor que la ilustraba era aún menor. Sin embargo, a su lado lucía la esplendorosa imagen de un caballo de carreras que ocupaba casi toda la página. Un periodista del diario en cuestión, sabiendo que la visita del escritor tocaba a su fin y emprendía ya camino de vuelta hacia España le preguntó: "¿Piensa volver pronto a Argentina?". El escritor no pudo evitar contestarle, un tanto molesto: "Sí, claro que lo haré. Cuando sea caballo".

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miércoles, 28 de septiembre de 2022

Charles Bukowski: "Tira los dados"




Si vas a intentarlo, ve hasta el final. De lo contrario, no empieces siquiera. 

Tal vez suponga perder novias, esposa, familia, trabajo… y quizás hasta la cabeza. Tal vez suponga no comer durante tres o cuatro días, tal vez suponga helarte en el banco de un parque, tal vez suponga la cárcel, tal vez suponga humillación, tal vez suponga desdén, aislamiento. El aislamiento es el premio, todo lo demás es para poner a prueba tu resistencia, tus auténticas ganas de hacerlo.

Y lo harás… A pesar del rechazo, además de las ínfimas probabilidades. Y será mejor que cualquier cosa que pudieras imaginar. Si vas a intentarlo, ve hasta el final. No existe una sensación igual, estarás solo con los dioses y las noches arderán en llamas.

Hazlo, hazlo, hazlo.

Hazlo. Hasta el final. Llevarás las riendas de la vida hasta la risa perfecta. Es por lo único que vale la pena luchar. 

Imagen: La fotografía, ligeramente recortada, corresponde a un grafiti inspirado en una famosa imagen de Bukowski, y esta tomada de la página de "thierry ehrmann" en Flickr donde aparece etiquetada como (CC BY 2.0). habilitando su uso. Fuente Original

domingo, 25 de septiembre de 2022

Charlize Theron y los martinis

 

Hoy viene de visita esta señorita, la sugerente actriz sudafricana Charlize Theron, que antes de aparecer en el mundo del cine, de ganar un Oscar y hacerse acreedora del respeto de todos como actriz, formó parte de las calenturas de no pocos españolitos, allá por 1993, con aquel mítico anuncio de Martini en el que abandonaba a un señor mayor con apariencia de Onassis por un acariciador de labios con ecos de Bond, que marcó toda una época; por cierto, parece que ese gesto de llevarse el pulgar a sus labios para engatusar a la chica muy probablemente estaba basado en la película "Al final de la escapada" (1960 - Jean-Luc Godard) en la que Jean Paul Belmondo lo repetía en más de una ocasión. El caso es que la chica, con un sorbo de Martni como elixir, decidió seguir sus impulsos y marchó buscando al chico de gafas negras (Max Parrish), sin importarle que su corta falda se fuera deshaciendo poco a poco al quedarse enganchada una hebra en su asiento. Todos seguimos con expectación aquella hebra de tejido que se iba descosiendo de su vestido dejando poco a poco la naturaleza de la debutante Charlize casi al descubierto y llamando a las puertas de nuestra imaginación que ya se balanceaba al mismo ritmo que ella. Busqué la versión extendida de aquel anunció por si nos regalaba unos centímetros más y..... os lo dejo a continuación:



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miércoles, 21 de septiembre de 2022

Piazzolla y "Libertango"


"Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos"

Esa es la idea rupturista que tenía en la cabeza el gran Astor Piazzolla, desde mucho antes de componer "Libertango" allá por 1974, una pieza que en su nombre declaraba sus intenciones y anhelos, la necesaria libertad a la hora de concebir una nueva forma de hacer tango. Piazzolla había estado tentando de convertirse en compositor de música clásica, pero en el curso de sus estudios con Nadia Boulanger esta le convenció, tras tocar Piazzolla uno de sus tangos, de que no renunciase a sus raíces:  "No abandone jamás esto. Ésta es su música. Aquí está Piazzolla" le dijo. Piazzolla con el tiempo recordaría su figura e influencia: "Ella me enseñó a creer en Astor Piazzolla, en que mi música no era tan mala como yo creía. Yo pensaba que era una basura porque tocaba tangos en un cabaré, y resulta que yo tenía una cosa que se llama estilo..." Y así nació una nueva forma de entender el tango que recibía con él influencias de la música clásica y hasta del jazz. En el mismo cóctel de su música quedaban mezcladas las influencias de tangueros como Gobbi y Pugliese con músicos barrocos como Bach o contemporáneos como Bartokaderezado todo ello con unas gotitas de Gershwin y media rodaja de Stravinsky; todo en su justa medida, mezclado y no agitado, hasta conseguir una música totalmente nueva y maravillosa. No fue bien recibido; se le tachó de snob, de rupturista y fue muy criticado por los ortodoxos del tango que lo consideraban un hereje. Tan solo en sus últimos años de vida empezó a recibir el reconocimiento que merecía, hasta llegar a ser considerado hoy en día uno de los músicos más importantes en la historia de Argentina.

Y quizás sea un poco incomprensible el homenajear a Astor Piazzolla sin verlo a él directamente ejecutar "Libertango", pero ciertamente no hay grandes vídeos para hacerlo -ya lo haremos más adelante con esa otra maravilla que es "Adios Nonino". La versión que traemos corre a cargo de Mario Stefano Pietrodarchi




Imagen: De Wikimedia Commons (CC0) Dominio Público en fuente original

lunes, 19 de septiembre de 2022

"Niágara": De cuando Marilyn Monroe cobraba menos que su maquillador

 

Más allá de efímeros papeles en grandes películas como "Eva al desnudo" (1950 - Joseph L. Mankiewicz) y "La jungla de asfalto" (1950 - John Huston), Marylin Monroe todavía era solo una económica actriz a sueldo de los estudios cuando realizó la magnífica "Niágara" (1953 - Henry Hataway), una verdadera joya del cine negro y en la que la actriz da vida soberbiamente a una de las mejores "femme fatale" de la historia del cine, la subyugante "Rose Loomis". Es verdad que la Monore ya había aparecido con más minutos en la divertida "Como casarse con un millonario" (1953 - Jean Negulescu) o "Me siento rejuvenecer" (1952 - Howard Hawks), pero aún le quedaba mucho para ser considerada una verdadera estrella y su sueldo por supuesto era el que corresponde a una meritoria, pero nada más. 

Cuando comenzó el rodaje de "Niágara", se dieron cuenta de que aquella chica rubia tenía un magnetismo y una presencia ante la cámara ciertamente excepcional y decididos a explotar el sensual filón que tenían ante ellos, modificaron el guion para dar mucha más presencia en el mismo a la peligrosa "Rose Loomis" a la que daba vida Marilyn Monroe, tanto como para que al final toda la trama girara en torno a ella y en el cartel su nombre terminara por aparecer antes incluso que el de Joseph Cotten. En definitiva la protagonista de la película era Lady Monroe, pero como decían en aquella serie de los 80: "La fama cuesta" y Marilyn tuvo que asumir todo aquel protagonismo sin que se notara en su cuenta corriente; tal fue el jugo que le sacaron en esta película que, como contaban en el programa "LND" (La noche de...), su maquillador terminó cobrando más que ella, que evidentemente no logró que revisaran su contrato como chica de reparto en nomina del estudio. 

Es verdad que el papel le vino de perillas y que sería el punto de partida para crear un mito, pero no es menos cierto que aquel mismo año, 1953 se estrenó otra mítica película suya: "Los caballeros las prefieren rubias" (1953 - Howard Hawks) y en la misma la estrella no era ella, sino la morena Jane Russell, de donde viene la coletilla "pero se casan con las morenas", y esta cobró la friolera de 200.000 dólares por la película, mientras que Lady Monroe seguía con la condiciones draconianas de su contrato y se debía conformar con unos míseros 500 dólares por semana que encima ella recibía como si fuera la lluvia de oro de Dánae. Sin duda, Marilyn era un mito de saldo para la "20th Century Fox".  

Una curiosidad, el traje largo de satén rosa y escote palabra de honor con el que Marilyn cantó aquello de "Diamonds are a girl's best friends" en "Los caballeros las prefieren rubias" se subastó en 2010 en 256.000 dólares, suficiente para pagar a las dos protagonistas, más que de sobra. No me extraña que se lleven las manos a la cabeza en la foto de más abajo:



Y como no, dejaremos en movimiento y cantando, con el traje de 256.000 dólares.... y es que como decía Marilyn Monroe en Niagara: "Para llevar ese vestido hay que tener costumbre desde los trece años"



Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Img 1 - 2 - 3

sábado, 17 de septiembre de 2022

Emma Thompson y los tacones altos

 

Nadie duda del sentido del humor de la gran actriz inglesa Emma Thompson, y en la entrega de los premios "Globo de oro" de hace unos años (2014) dejó una buena muestra de ello cuando subió a presentar uno de los galardones, el de mejor guion, descalza, con los zapatos de tacón en una mano y en la otra un Dry Martini del que gustosamente bebió algún trago durante su presentación.

Los zapatos eran unos Laboutin, esos tan famosos y caros que tienen la suela de color rojo y suelen llevar tacones de vértigo y que supongo deben resultar un suplicio cuando se llevan durante mucho tiempo. Cuando Emma llegó al escenario dijo refiriéndose a las suelas de sus zapatos:

"Quiero que sepáis esto: ¿veis este color rojo? Es mi sangre" 

Después, cuando le trajeron el sobre para dar noticia de quien era el premiado en esa categoría, se encontró con que tenía ambas manos ocupadas y había que elegir entre deshacerse del Dry Martini o de los dolorosos Laboutin.... evidentemente los zapatos salieron volando, al tiempo que pasó con sumo cuidado su copa a la joven que le trajo el sobre.

Pero esta pequeña revolución contra los zapatos con tacones tan exagerados, parece ser que era algo más que una forma de llamar la atención en la entrega de estos premios. La cosa venía de antes. Unos días atrás Emma Thompson tuvo que subir a recoger un premio en los National Board of Review y ya lo hizo descalza argumentando:

"Me he quitado los tacones en un acto feminista. Porque, realmente, ¿por qué los llevamos? Hacen tanto daño. Y no tiene ningún sentido, la verdad. Así que me encantaría animar a todas a que dejarais de llevarlos. Parad. No los llevéis nunca más. No podéis caminar con ellos, y yo estoy súper a gusto sin ellos ahora"

Sin duda todo un personaje esta Emma Thompson, toda sentido y sensibilidad.

Imagen: De Wikimedia Commons (CC POR 2.0) en la fuente original

martes, 13 de septiembre de 2022

Jean-Luc Godard (D.E.P) por sí mismo


Ha fallecido Jean-Luc Godard, uno de los pilares de la Nouvelle Vague, uno de aquellos críticos cinematográficos que saltaron de la revista Cahier's du cinéma a la dirección de películas para revolucionarlo todo, para expresar su propia visión del cine, mundo en el que firmó trabajos excelentes como: "Al final de la escapada", "Pierrot el loco", "Vivir su vida", "Masculino, femenino", "El desprecio" o "Banda aparte". 

Sus opiniones sobre el cine y el mundo siempre fueron interesantes:

"El cine es el fraude más bello del mundo."

"La fotografía es verdad. Y el cine es una verdad 24 veces por segundo"

"El que salta al vacío no le debe ninguna explicación a los que se paran a ver."

"Hasta ahora, desde poco después de la revolución bolchevique, la mayoría de los cineastas han asumido que saben cómo hacer películas. Al igual que un mal escritor no se pregunta si es realmente capaz de escribir una novela, cree que lo sabe. Si los cineastas estuvieran construyendo aviones, habría un accidente cada vez que uno despegara. Pero en las películas, estos accidentes se llaman Oscar."

"Escribo ensayos en forma de novelas, o novelas en forma de ensayos. Sigo siendo tan crítico como lo fui durante la época de 'Cahiers du Cinema'. La única diferencia es que en lugar de escribir críticas, ahora las filmo."

"Ya sabes, lo más difícil es decirle a un amigo que lo que ha hecho no es muy bueno. No puedo hacerlo. Éric Rohmer tuvo el valor de decirme en la época de Cahiers que mi crítica de Extraños en un tren (1951) era mala. Jacques Rivette también podría decirlo. Y prestamos mucha atención a lo que pensaba Rivette. En cuanto a François Truffaut, no me perdonó que pensara que sus películas no valían nada. También sufrió por no terminar encontrando mis películas tan inútiles como yo pensaba que eran las suyas."

"Todo lo que se necesita en una película es un arma y una mujer."

"Hago películas para hacer que el tiempo pase."

"La alegría no produce buenas historias."

"Cada edición es una mentira."

"El cine no es un arte que filma la vida, el cine está entre el arte y la vida."

"Toda historia debe tener un principio, un desarrollo y un final, pero no necesariamente en ese orden."

"No es posible obtener imágenes nítidas cuando las ideas son difusas"

"El arte sólo nos atrae por lo que revela de nuestro yo más secreto."

"Me da lástima el cine francés porque no tiene dinero. Me da lástima el cine estadounidense porque no tiene ideas."

"Para mí el estilo es sólo el exterior del contenido, y el contenido, el interior del estilo, como el exterior y el interior del cuerpo humano. Ambos van juntos, no pueden ser separados."

"Tú no haces una película, la película te hace a ti."

"Se acabó. Quizás hubo un tiempo en que el cine podría haber mejorado la sociedad, pero ese tiempo se perdió."

"Bresson es para el cine francés lo que Mozart es para la música alemana y Dostoievski para la literatura rusa."

"Si el cine ya no existiera, sólo Nicholas Ray da la impresión de ser capaz de reinventarlo y, además, de quererlo."

Imagen: De Flickr -Pere Ubu- (CC BY-NC 2.0) en fuente original

lunes, 12 de septiembre de 2022

Sinatra, Paul Anka y el origen de "My Way"



"My way" (A mi manera), posiblemente la canción por excelencia de Frank Sinatra, fue compuesta por Paul Anka, gran cantante pero también excelente compositor de canciones. Ciertamente se basó en una canción francesa de Claude François titulada "Comme d'habitude", pero si bien conservó la música, transformó totalmente la letra y su contenido, pasando esta de hablar de las rutinas y el tedio que el tiempo siembra en una relación de pareja en la versión original al balance otoñal de toda una vida que una persona que ya vivió lo suyo hace al enfrentarse al declive. El propio Paul Anka, en una entrevista concedida a Arno Frank (XLSemanal 11-09-22) lo cuenta así:

"A finales de los años sesenta pasé un tiempo de vacaciones en una pequeña ciudad francesa y un día escuché en la radio una chanson de Claude François, "Comme d´habitude". Hablo francés y pensé: "Esta letra no aprovecha todo el potencial que tiene la canción". Así que me fui a París, hablé con el sello discográfico, firme un contrato de dos páginas -se redactó en cinco minutos- y me llevé la idea a Nueva York. (...) Pasados unos meses, durante una cena en Florida, Sinatra me dijo: "Voy a dejarlo, me retiro. Estoy harto, tengo al FBI echándome el aliento en la nuca, voy a hacer un último disco y lo dejo". Y luego se burló de mi por no haberle escrito nunca una canción. (...) Lo que hice fue volverme a Nueva York, sentarme delante de mi vieja maquina de escribir, al lado del piano, y preguntarme: "Cómo se siente Frank ahora que quiere dejar el mundo del espectáculo? ¿Qué diría como despedida? Pues diría: "Hey, lo he hecho todo a mi manera". A partir de ahí, el resto salió muy rápido. Aquella noche había tormenta, me acuerdo bien. El caso es que le mandé el texto y la música y dos meses más tarde me llamó desde Los Ángeles; "Escucha, chico". Y así fue como oí My Way por primera vez, a través del teléfono."

Aquel que supuestamente iba a ser el último disco de Frank Sinatra se tituló precisamente "My Way" y se lanzó en 1969. La canción fue un éxito formidable y por supuesto Sinatra no se retiró. La letra quedó así:

Y ahora, se acerca el final, y así me enfrento al telón final. Amigo mío lo diré muy claro, hablaré de mi caso del cual estoy seguro. He vivido una vida plena, viajé por todos y cada uno de los caminos, y más, mucho más que esto, lo hice a mi manera. 

Arrepentimientos he tenido algunos, pero igualmente, muy pocos como para mencionarlos; hice lo que tenía que hacer y lo hice sin excepciones, planeé cada ruta, cada cuidadoso paso a lo largo de mi camino, y más, mucho más que esto, lo hice a mi manera. 

Sí, hubo ocasiones, estoy seguro que lo sabías, cuando mordí más de lo que podía masticar, pero a pesar de todo, cuando tuve dudas me las comí y las escupí. Me enfrente a todo y quede de pie y lo hice a mi manera.

He amado, he reído y llorado, tuve malas experiencias, me tocó perder y ahora que cesan las lágrimas, encuentro todo tan divertido... Pensar que hice todo eso y puedo decir que no timidamente, oh no, yo no, yo lo hice a mi manera.

Porque ¿Qué es un hombre, qué ha conseguido? Si no es a sí mismo, entonces no tiene nada para decir las cosas que realmente siente y no las palabras de alguien que se arrodilla. Las pruebas muestran que encajé los golpes y lo hice a mi manera.  


Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) en fuente original

domingo, 11 de septiembre de 2022

Vivir (Ikiru - 1952) - Akira Kurosawa


El cumplidor funcionario Kenji Watanabe, tras enterarse de que se encuentra enfermo de un cáncer terminal, de que se le acaba la vida sin haberla vivido, sale a la calle desorientado; en un bar se encuentra con un escritor de novelas con el que entabla conversación mientras bebe:

Watanabe: "Soy un estúpido, yo sólo estoy enfadado conmigo mismo. Sólo bebo. No es que sepa bien, pero esto hace que me olvide del cáncer y de otras cosas desagradables. Como si bebiera veneno estoy bebiendo este sake... para llevar la contraria a la vida..., quiero decir que torturarme a veces me alivia (...) Tengo aquí unos cincuenta mil yenes. Quisiera gastarlos de una sola vez en algo divertido. Me avergüenzo de admitirlo, pero no sé cómo hacerlo"

Escritor: "¿Usted quiere que yo le enseñe?"

Watanabe: "Sí. Sé que es una petición muy indiscreta. Pero es un dinero que he ahorrado durante años…; quiero decir que ya no me importa tenerlo o…, o…"

Escritor: "Le entiendo; pero, por favor, guarde ese dinero. Esta noche lo invito yo (…). En efecto, es verdad que la desgracia tiene otro lado bueno. La desgracia enseña al hombre la verdad. El cáncer le abrió a usted los ojos hacia la vida. Los hombres son frívolos, ellos se dan cuenta de qué bella es la vida sólo cuando se enfrentan a la muerte. Además, esos hombres son pocos; los peores mueren sin saber lo que es la vida. Es usted un hombre maravilloso, está usted rebelándose contra eso; me ha impresionado su espíritu de rebeldía. Su vida hasta ahora ha sido la de un esclavo. Ahora está intentando convertirse en su amo. Gozar de la vida es el deber del hombre; malgastar la vida concebida es una profanación contra Dios. El hombre debe ser codicioso en vivir. La codicia es considerada como un vicio, pero esa filosofía ya es anticuada: la codicia es virtud; especialmente aquella que sirve para gozar de la vida. Vámonos, vamos a recuperar su vida malgastada. Yo con mucho gusto interpretaré para usted el papel de Mefistófeles, el papel de un buen Mefistófeles que no demanda la recompensa."

Ese es el acontecer de Kanji Watanabe (Takashi Shimura), el protagonista de la película "Vivir" (1952 - Ikiru) de Akira Kurosawa, una obra maestra, inspirada en la obra "La muerte de Iván Ilich" de León Tolstói, que resulta una acertada reflexión sobre la vida y la forma en la que no pocos la vivimos, o quien sabe si en realidad es sobre la muerte y la manera en la que debemos afrontarla. Watanabe es un funcionario esclavo de su trabajo, una monótona tarea que repite escrupulosamente día tras día, llevando una vida vacía y sin atractivos que apenas merece la pena ser vivida, tan gris que sus compañeros de trabajo lo apodan "la momia". Solo cuando se entera de que tiene un cáncer terminal decide intentar encontrar el sentido de la vida, decide buscar un poco de luz y color aunque sea en la vida de los demás. Cuando logra desvelar el misterio, su visión del mundo y las personas que le rodean cambiará radicalmente. Durante su periplo, como leemos arriba, se encuentra con un escritor que al escuchar la experiencia de Watanabe, la siente como una revelación, caminan por algunos bares y en uno de ellos, un bar de estriptis, nuestro protagonista canturrea el tema "La vida es corta", una vieja canción japonesa:

¡Que corta es la vida!
Enamórate,
Querida doncella.
Mientras tus labios
Sean rojos ….
Y antes de que
Tu pasión se enfríe.
Porque no habrá un mañana …

¡Que corta es la vida!
Enamórate,
Querida doncella.
Mientras tu pelo
Sea aún de color negro …
Y antes de que se apague el fuego
De tu corazón.
Ya que este día
No volverá jamás.

Título Original: Ikiru 
Año:  1952 
Duración: 137 min. 
País: Japón 

Director: Akira Kurosawa 

Reparto: Takashi Shimura, Nobuo Kaneko, Kyôko Seki, Makoto Kobori, Kumeko Urabe, Yoshie Minami, Miki Odagiri, Kamatari Fujiwara 

Guión:  Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto, Hideo Oguni 

Música: Fumio Hayasaka 
Fotografía: Asakazu Nakai (B&W) 

Productora: Toho Company 


Imágenes: Img 1 de Flickr (Soren K) - (CC POR 2.0) - Img 2 - Wikimedia Commons (CC0)