miércoles, 14 de octubre de 2020

El curioso origen de los apodos de Lenin, Stalin y Trotsky

Los apodos de los primeros líderes de la revolución rusa tenían una sonoridad especial. Más allá de la necesidad impuesta por la clandestinidad de sus inicios, parece que fueran actores que han de renunciar a su nombre real para adoptar otro que esté a la altura del personaje que esperan ser. Y no podemos negar que nombres como Lenin, Trotsky o Stalin resultan tan efectivos como las marcas, parecen diseñados al milímetro para transmitir fuerza y personalidad y sin embargo a veces su origen es de lo más peregrino. 

Lenin, arriba en la foto de entrada, se llamaba en realidad Vladimir Ilich Ulianov y su apodo tiene un origen ciertamente inesperado. Una vez llegadas las discrepancias dentro del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, al que pertenecía Lenin,  uno de sus oponentes ideológicos, el también revolucionario marxista Gueorgui Plejánov, terminó alineándose con los mencheviques. Este empezó a firmar algunos escritos con el apodo de "Volgin" (el que pertenece al Volga) haciéndose eco del famoso rio, el más largo de los de la Rusia occidental, una corriente que recorría el país de norte a sur. Vladimir Ilich, que lideraba la opción contraria, los bolcheviques y que curiosamente había nacido en la ciudad de Simbirsk (actual Ulianovsk) a orillas del Volga, buscó por contra el rio que sin sus afluentes es el más largo de toda Rusia, el inmenso y poderoso Lena, un rio siberiano cuyas aguas, simbólicamente, marchan en dirección contraria a las del Volga, del sur al norte y que además estaba cerca del lugar donde estuvo exiliado Vladimir Ilich durante varios años, quien, jugando con el nombre del rio del mismo modo que hizo Plejánov,  pasó a llamarse Lenin (el que pertenece al Lena).  

El caso de Stalin (a la izquierda), es un poco más errático; su nombre de nacimiento era Iósif Vissariónovich Dzhugashvili y hasta llegar a su apodo final tuvo un rosario de nombres: Sosó o Soselo (diminutivo georgiano de Iósif por el que lo llamaban las personas más cercanas), Morti, Nijaradze, Chizhikov, Ivanovich y Koba, este último el más conocido entre los apodos secundarios. Koba era el nombre de un héroe georgiano que aparece en la novela "El parricida" de Alexsander Kazbegui, de la que es el protagonista, un montañés proscrito, temerario y obsesionado por la lealtad y la traición que es capaz de sobrevivir a todos sus enemigos. A Stalin debió encontrar algunos ecos de su persona en Koba y su nombre le pareció un buen seudónimo para si mismo; en cualquier caso, aunque es un apodo muy conocido no sería el definitivo. 

En la senda de Volgin y Lenín, "Don José" terminó por adoptar, quien sabe si para no desentonar en el cartel, el nombre de Stalin, literalmente "Hecho de acero" ("Stal" es acero en ruso). Y a decir verdad, duro, lo que se dice duro, lo fue y mucho.

Trotsky (en la foto de abajo) se llamaba en realidad Lev Davídovich Bronstein, que a mi me suena de maravilla también, pero prefirió adoptar el nombre de Trotsky, el jefe de los carceleros de la prisión de Odessa donde estuvo recluido un tiempo y que estaba encargado de custodiarlo. Tras la prisión fue condenado al destierro en Siberia y cuando ya imbuido de las ideas de Lenin, decidió huir de la nada, primero lo hizo en un carro de heno y posteriormente en un ferrocarril. Para cuando tuvo que elegir un nombre que colocar en el pasaporte falso que habría de utilizar en esa nueva etapa como prófugo, quien sabe por que razón se acordó de su carcelero Trotsky, cuyo nombre le acompañaría ya toda la vida.

Imágenes: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Enlaces a fuentes: Imagen 1, Imagen 2, Imagen 3.

3 comentarios:

  1. Liova. . en un verano, en Mar del Tuyu saque de la biblioteca ese libro supe el porque adopto el nombre de Trosky

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  2. Todos esos monstruos fueron Deicidas y genocidas!.

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    1. "De la abundancia del corazon, habla la lengua" Decia Salomon.

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