En cierta ocasión, Federico II de Prusia invitó a Voltaire a cenar. La admiración que aquel tenía por el filósofo era grande aunque a veces le hacía blanco de sus pesadas bromas. En aquella ocasión le dejó una nota sobre su plato que decía:
"Voltaire es el primero de los asnos. Federico II"
Cuando Voltaire, llegó a la mesa y le indicaron el lugar donde había de sentarse leyó la nota en silencio. Conocedor de la tendencia a las chanzas del belicoso rey prusiano, Voltaire no se inmutó lo más mínimo, simplemente se limitó a leer la nota nuevamente, pero esta vez en voz alta ante el resto de las personalidades presentes en aquella cena:
"Voltaire es el primero de los asnos. Federico, el segundo"
El busto de Voltaire que acompaña la anécdota es obra del escultor Jean-Antoine Houdon (1741-1828). Se expone en la Galería Nacional de Arte de Washington.
Imagen: De Wikimedia Commons - (CC POR 2.5) - Se enlaza la Fuente Original
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