En 1995, Mel Gibson dio el campanazo con su película "Braveheart", se llevó cinco premios Oscar, entre ellos el de mejor película y el de mejor director. A pesar de que la película se permite infinidad de licencias históricas, de pronto William Wallace se convirtió en un héroe que había pasado, a velocidad vertiginosa, del más sombrío de los olvidos a ser conocido por todos. Hasta Melendi se hacía eco de su grito de libertad en una de sus canciones más conocidas. La influencia de la película no es poca, de hecho, en 1996, el año siguiente al estreno del film y ante las crecientes demandas de independencia de Escocia, los ingleses accedieron a una de las peticiones históricas de los escoceses, la devolución de la famosa "Stone of Scone", la sagrada "Piedra del destino", una piedra cargada de simbolismo sobre la que los escoceses nombraban a sus reyes. La piedra en cuestión cayó en manos de Eduardo I tras ser derrotado William Wallace y fue colocada en el asiento del trono inglés. En otras palabras, bien sea como un honor (lo más probable) o como un símbolo de sumisión, los reyes de Inglaterra y después del Reino Unido sentaban sus reales posaderas en el acto de su coronación sobre la venerada piedra de los escoceses, tal y como lo hizo la actual Isabel II en 1953 en el acto de su coronación
Aunque es cierto que William Wallace no fue un angelito con sus enemigos, de hecho se cuenta que se hizo un cinturón para sujetar su espada con la piel de Hugh de Cressingham, uno de los líderes del ejercito inglés en la batalla del Puente de Sterling, el castigo que después recibió fue de una crueldad sin límites. La película pasa de puntillas sobre el suplicio que resultó la muerte del líder escocés. Vemos como medio lo ahorcan, lo estiran e intuimos que algo hacen sobre su cuerpo justo antes de que lance con sus últimas fuerzas el famoso grito de "libertad", vemos como le cortan la cabeza y luego una voz en off nos relata como descuartizaron su cuerpo y lo repartieron por distintas partes del país. Suena terrible, pero se muestra de una forma muy "light" que de ningún modo se acerca a la realidad de una ejecución que fue mucho más cruenta.
Tras ser declarado culpable de traición al rey Eduardo I (que por cierto no murió a la par que Wallace si no dos años después), fue desnudado y arrastrado de los talones por un caballo desde la Torre de Londres hasta Smithfield, unos seis kilómetros en los que sufrió el escarnio público. Los ingleses que querían que la cosa les durara, parece que pusieron su cuerpo sobre unas pieles para que no se desollara vivo y estropeara lo que estaba por venir. Buscando ser ejemplarizantes con el castigo, primero hicieron un amago de ahorcamiento por asesino y ladrón en el que tuvieron mucho cuidado de cortar la cuerda antes de que muriera para que el ritual de ejecución por alta traición se completara en toda su dureza. Luego procedieron a cortarle sus atributos y a sacarle las tripas estando todavía vivo por su traición al rey inglés y los quemaron ante el agonizante Wallace. Metódicos como ellos solos continuaron arrancándole el corazón, el hígado, los pulmones y los intestinos en castigo por los sacrilegios que supuestamente había cometido contra la iglesia. Acto seguido le cortaron la cabeza y descuartizaron su ya maltratado cuerpo. No satisfechos aún, su cabeza, conservada con alquitrán quedó ensartada en una pica en el Puente de Londres. La parte de su brazo derecho la enviaron a Newcastle, territorio inglés que sufrió los embates de William Wallace y las otras tres partes a Escocia como "aviso a navegantes" de las consecuencias que comportaba oponerse a Inglaterra y su poder. Así la parte de su brazo izquierdo quedó en Berwick, la de su pie derecho en Perth y la de su pie izquierdo según unos fue a parar a Aberdeen y otros a Stirling, lugar en el que William Wallace obtuvo su mayor victoria sobre los ingleses y donde hoy se erige una imponente torre de 70 metros en su honor (en la foto). En la foto de cabecera podemos ver el monumento dedicado a William Wallace en la ciudad de Aberdeen.
Fuente: Historia de National Geographic. William Wallace. El héroe trágico de Escocia
Imágenes: De Wikimedia Commons. Enlace a Imagen 1 (CC0) - Enlace a Imagen 2 (CC BY-SA 2.0)
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