"Lo que te diferencia suele sentirse como una carga, y no lo es. En la mayoría de los casos es lo que te hace increíble"
Son palabras de Emma Stone, esa preciosa pelirroja (en
realidad rubia), de metro sesenta y ocho, temerosa de las arañas y las agujas,
de amplia sonrisa y enormes y expresivos ojos que a fuerza de talento se ha
convertido en una de las actrices más interesantes y valoradas del cine actual.
Como lo fue de la Garbo o de Lauren Bacall, su voz es una de
sus marcas de identidad. La razón de ser de ese tono áspero hay que buscarlo en
sus primeros meses de vida, en los que para desespero de sus padres, lloraba de
forma interminable y a pleno pulmón. Estos berrinches se debían a molestias
estomacales, pero su insistencia y la fuerza de su lamento terminó por
provocarle nódulos en la garganta que son los que le dan esos matices cuando
habla.
Debió ser una chica intensa, combativa y como ella misma
reconoce, dominada a veces por la ansiedad y puntuales ataques de pánico que condicionaban
sus relaciones. Sus primeros pasos en el teatro, la ayudaron enormemente a
lograr cierta estabilidad.
Gracias a este efecto balsámico de la actuación no es de
extrañar que a los quince años pareciera tener todo su futuro decidido. Ni
corta ni perezosa, convenció a sus padres de que quería ser actriz a golpe de
power point. Metódica como pocas se preparó una presentación titulada
"Proyecto Hollywood", con música de Madonna, para lograr su visto
bueno. Supongo que sus padres, antes de que se volviera a poner a llorar como sólo
ella podía hacerlo, la ayudaron en todo lo que pudieron y se trasladaron con
ella a Los Ángeles para impulsar su carrera.
Antes de lograr medrar en el mundo del cine, al estilo de Mia
Dolan, su maravilloso personaje en “La La Land”, Emma tuvo que trabajar en otras
cosas, en este caso como dependienta en una tienda de repostería para perros, uno de esos singulares lugares que supongo solo se pueden encontrar en entornos del estilo de
Hollywood.
Una vez que consigue ir llamando la atención surgió el
problemilla de elegir nombre artístico. Ya han sido tantos los actores y
actrices de Hollywood que tener nombre afín a tu propia identidad es tan difícil
como nombre para el correo electrónico. Nuestra
protagonista se llama en realidad Emily Stone, pero no le era posible
mantenerlo en su carrera cinematográfica porque ya existía una actriz con ese
mismo nombre. A Stewart Granger (nacido James Stewart) o Michael Keaton
(bautizado como Michael Douglas) les pasó lo mismo y debieron acostumbrarse a ver su nombre en
la cara de otro actor. A Emily no le quedó otra que mutar en Emma, parece que
en un guiño a una de sus admiradas Spice Girls, Emma Bunton, la conocida como “Baby
Spice”.
Emma Stone empezó a hacerse conocida con películas como
“Supersalidos”, donde, teñida de ese pelirrojo que ya parece ser suyo, se la
reconoció como “nueva cara fascinante”. Siguió con la alabada “Rumores y
mentiras”, que le procuró una nominación al Globo de Oro y un estupendo trampolín
hacia roles tan interesantes como su papel protagonista en "Criadas y
señoras" (2011 - Tate Taylor). Después vinieron "Gangster Squad"
(2013 - R. Fleisher) y "Magia a la luz de la luna" (2014 - Woody
Allen). La cosa empezaba a acelerarse y no tardó en hacerse con una nominación
al Oscar por su interpretación en "Birdman" (2014 - Iñarritu), para
posteriormente, entre muchos otros premios, ganar la estatuilla dorada por
"La La Land" (2016 - Damian Chazelle). La revista New Yorker decía de
ella a raíz de esta película: “Emma Stone tiene la cualidad de parecer
absolutamente moderna al mismo tiempo que recuerda a las heroínas del screwball
de los años treinta”.
Con su talento y personalidad ha logrado hacernos creíble y
atractivo el personaje de Cruella de Vil, un reto nada fácil para el que sacó
un insospechado rostro maligno y oscuro con el que no podemos evitar empatizar,
es más, se podría decir que incluso ha llegado a convertir a su Cruella en una
especie de Joker femenino del que estamos ansiosos por ver más.
Y por supuesto en 2024 ganó su segundo Oscar por “Pobres
Criaturas”, entrando en el selecto grupo de actrices con más de una estatuilla como
Mejor Actriz Protagonista. Emma Stone ya es considerada, con justicia, una de
las mejores actrices de su generación y suele figurar en las listas de mujeres
más admiradas y mejor vestidas del cine actual.
Gracias a su certero instinto a la hora de escoger sus trabajos ya sabemos que su presencia en una película es casi garantía de que lo que veremos merece la pena. Ryan Gosling, uno de sus compañeros de rodaje habituales, dijo de ella a raíz de “La La Land”:
“Emma Stone es un talento que se da una vez por generación”
Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - CC BY SA 4.0 - Fuente Original
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