viernes, 26 de septiembre de 2025

Theda Bara: La primera "Devoradora de hombres"


"Estoy condenada a seguir haciendo papeles de vampiresa durante toda mi vida. Creo que es porque la humanidad necesita que le repitan la misma lección de moralidad una y otra vez." (Theda Bara)

Fue la propia Theda Bara la que forjó ese encasillamiento. Durante los poco más de cuatro años que estuvo en lo más alto (suficientes para convertirla en un mito) representó por primera vez el rol de la perfecta "vampiresa", de la "mujer fatal", ese tipo de mujer que después resultó indispensable en el cine negro: la perdición de los hombres, que disfruta seduciéndolos para después destruirlos.

Su aparición, en contraste con las virginales actrices anteriores, tipo Lilian Gish, produjo un efecto brutal, y los hombres acudían en masa a los cines esperando desde la pantalla recibir mágicamente algún "mordisquito" pecaminoso. Hoy su belleza puede parecernos algo insulsa, pero en aquel tiempo fue sensación, algo que se magnificaba con toda la leyenda surgida en torno a ella.  Incluso hasta la expresión "devoradora de hombres", popularizada por la prensa de la época, encontró eco visual en la célebre imagen en la que posa junto a un esqueleto, como si hubiera consumido hasta el último trozo de su carne.

En sus películas encarnaba siempre a seres misteriosos y sensuales que gracias a su mirada penetrante y sugerente hacía caer en sus redes a los hombres, aunque estos pudieran intuir el peligro al que se veían abocados. Suya fue la frase "Bésame tonto", expresión aparecida en su película A Fool There Was” (1915) que se convirtió en símbolo de su imagen como vamp. Por supuesto cuando el hombre caía en la tentación y la besaba, se imponía la moral de la época y el varón recibía su justo castigo tan pronto se abandonaba en brazos del placer y la lujuria que la actriz encarnaba en la película.

Habiendo alcanzado la más alta cota de su fama con "Cleopatra" (1917) —película tristemente perdida—, decía haber nacido a orillas del Nilo, cerca de las pirámides y que era fruto del amor entre un legionario francés y una princesa egipcia. Por si fuera poco, mantenía que fue amamantada con leche de serpiente y por supuesto tenía poderes sobrenaturales. Siguiendo con todo aquel montaje publicitario argumentó que su nombre Theda Bara era un anagrama que se conseguía jugando con las letras de "Arab Death""Muerte Árabe"—, y acompañaba sus apariciones públicas con un velo que la cubría parcialmente, llenando de misterio su figura.

Pero en el mundo del cine todo es ficción. La actriz había nacido en 1885 en Cincinnati (Ohio-EEUU) y su verdadero nombre era Theodosia Goodman, de modo que Theda no es sino el diminutivo de Theodosia y Bara proviene del segundo nombre de su abuela materna.

Contrariamente a la imagen de "vamp" que tenía en sus películas, Theodosia era una mujer en extremo tímida y tranquila en la vida privada. Nadie podía imaginar que “la mujer más peligrosa del mundo” vivía con su madre y su ocupación favorita era “hacer punto en bata mientras lee a Shakespeare”. Casi una Santa. 

Así no es extraño que ella misma dijera:

"La gente se cree ciegamente lo que ve en la pantalla. Piensa que los artistas somos idénticos a nuestros personajes. Han llegado a romper carteles con mi imagen por eso, incluso una vez una mujer llamó a la policía porque su hijo estaba hablando conmigo."

Tras aquellos cuatro luminosos años, su rol fue quedándose obsoleto e intentaría por todos los medios cambiar de registro y relanzar su carrera, pero le fue imposible, los modelos de mujer habían cambiado, en parte gracias a ella, pero la habían superado decididamente, y lo que se demandaba era una mujer desenfadada, emancipada y moderna.

No le quedó más remedio que retirarse del mundo del espectáculo. Falleció en 1955, no de una misteriosa “muerte árabe”, sino de algo más terrenal: un cáncer abdominal.

Imagen: Tomada de la estupenda página Doctor Macro

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