jueves, 25 de septiembre de 2025

Peter Ustinov: El mejor Nerón del Cine

 

No era especialmente significativa la trayectoria como actor de Peter Ustinov cuando se le consideró para encarnar a Nerón en "Quo Vadis" (1951). Puede que su aspecto y su tendencia al histrionismo desmedido —como bien refleja la foto— cuadraran a la perfección con la visión que se tiene de alguien tan grandilocuente y excesivo como Nerón.

Contaba Ustinov en su autobiografía “Dear Me” que el director Mervyn LeRoy y el productor Sam Zimbalist le enviaron un telegrama para informarle de que, tras un parón previo, se retomaba el proyecto, y a pesar de estar contentos con la prueba que había realizado para el papel, le dijeron que lo encontraban demasiado joven para el papel del emperador.

Ustinov, que por aquel entonces contaba con 29 años, les contestó que si se posponía de nuevo el proyecto podría ser demasiado viejo. Nerón había muerto con 30 años. 

Parece que no habían contado con aquel dato a todas luces esencial y Ustinov no tardó en recibir un nuevo telegrama que decía: 

"La Investigación Histórica ha probado que usted tiene razón. Stop. El papel es suyo"

Nadie sabe cómo dio forma el actor a su Nerón, lo que sí sabemos es que, cuando le preguntó al director por el personaje, este le dijo que imaginaba a Nerón como un tipo que juega consigo mismo por las noches. Más allá de la boutade, lo curioso es que a Ustinov no le pareció una mala descripción.

El actor bordó su papel y su desmesurado Nerón eclipsó a las estrellas principales —Robert Taylor y Deborah Kerr— y lo convirtió en la auténtica revelación de la película. ¿Quién puede olvidarle recogiendo sus lágrimas, o su dependencia de Petronio y Tigelino? Aún hoy, para muchos, la imagen de Nerón es la del actor, con sus desbordados gestos y lira en mano.

El éxito fue descomunal. Con un coste de siete millones de dólares, "Quo Vadis" recaudó alrededor de setenta y cinco en todo el mundo. Se dice que gracias a este taquillazo la Metro Goldwyn Mayer se salvó de la ruina. Poco importaba con tamaño éxito que la película no lograra ninguno de los ocho premios Oscar a los que estaba nominada. Ustinov, que fue candidato como mejor actor de reparto, si obtuvo el Globo de Oro por su interpretación.

En busca de igualar los resultados obtenidos en taquilla, pronto llegarían otras películas del mismo corte como: “Sinué el Egipcio”, “La túnica sagrada”,  “Ben-Hur”, “Espartaco”,  “Cleopatra”… Había nacido la edad dorada del cine de romanos en Hollywood.

Por supuesto el papel de Nerón fue la consagración de Peter Ustinov en el mundo del cine. Llegó a participar en más de un centenar de producciones y su talento como actor le llevó a ganar dos premios Oscar por su participación en “Espartaco” y “Topkapi”.

Falleció a los 83 años. Quizá él mismo, con su ironía característica, habría sonreído al recordar la célebre frase atribuida a Nerón —su mejor papel—:

“¡Qué gran artista se pierde con mi muerte!”


Imagen: Peter Ustinov en 2003 retratado por Oliver Mark - Fuente Wikimedia Commons - CC BY-SA 4.0 - Fuente Original

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