lunes, 1 de junio de 2020

Marilyn Monroe, Truman Capote y los perros


"Los perros no me muerden. Sólo los seres humanos"

Así se pronunciaba Marilyn Monroe en uno de esos estupendos perfiles que Truman Capote recogió en su estupendo libro "Retratos". El fragmento completo contaba una anécdota ocurrida durante un paseo de ambos y empezaba poniéndonos en situación el propio Capote:

"Al bajarnos del taxi vimos a un hombre que llevaba a un chow-chow de la correa, un posible pasajero en dirección al transbordador, y, cuando nos cruzamos con ellos, mi acompañante se agachó para acariciar la cabeza del perro.)
El hombre: (con tono firme, pero no hostil): No debería tocar a perros que no conozca. Especialmente a los chow. Podrían morderla.
Marilyn: Los perros no me muerden. Sólo los seres humanos. ¿Cómo se llama?
El hombre: Fu Manchú.
Marilyn (riendo): ¡Oh! Como en la película. Tiene gracia.
El hombre: ¿Cuál es el suyo?
Marilyn: ¿Mi nombre? Marilyn.
El hombre: Lo que me figuraba. Mi mujer nunca me creerá. ¿Podría darme su autógrafo?
(Sacó una tarjeta y una pluma; utilizando el bolso como apoyo, escribió: “Dios le bendiga, Marilyn Monroe.”)
Marilyn: Gracias.
El hombre: Gracias a usted. Ya verá cuando lo enseñe en la oficina."

Y es que Marilyn siempre estuvo rodeada de mascotas, Mitsou (un gato persa), Butch (un periquito), Ebony (un caballo) pero sobre todo de perros. Su primer perro fue Tippy, un regalo de su padre adoptivo Albert Bolender. un perrillo sin raza definida de color blanco y negro que juguetonamente solía acompañar a Marilyn  a la escuela. Cuando la actriz tenía solo seis años el perro fue muerto a disparos por colarse en el jardín de un vecino. Marilyn quedó en shock y perdió el habla, para después ser presa de una acusada tartamudez que solo superaría con el tiempo. Después vendrían Ruffles (un spaniel), Muggsie (una collie) o Chihuahua, un diminuto perro con el que tiene fotos muy simpáticas. Y con su matrimonio con Arthur Miller llegaría a su hogar el basset "Hugo", un orejudo compañero por el que la actriz sentía verdadero cariño y al que prodigaba todo tipo de mimos. Cuando llegó la hora de la separación del escritor, que ciertamente no se portó de forma muy caballerosa, convirtió al perro en objeto de disputa y terminó llevándoselo con él. El disgusto de Marilyn fue monumental y cuando Frank Sinatra le regaló un pequeño caniche llamado Maf (en clara alusión a la supuesta vinculación de Sinatra con la mafia) no tuvo reparos en ponerle como alfombra uno de los adorados y carísimos abrigos de piel que Miller le había regalado.

Imagen: La fotografía es cortesía de la estupenda página Doctor Macro. Enlazamos la fuente original:
https://www.doctormacro.com/Images/Monroe,%20Marilyn/Annex/NRFPT/Annex%20-%20Monroe,%20Marilyn_NRFPT_078.jpg

1 comentario:

  1. Marilyn una mujer incomprendida y encasillada en el papel de güera boba.
    Gran actriz que lo demostró plenamente en Stop bus, gran intelectual capaz de entender a Henrik Ibsen.

    ResponderEliminar