"Delgaducha ("Slim darling"), llegaste a mis brazos y a mi corazón y todo el amor verdadero que poseo es tuyo, y ahora temo que no entenderás, que te volverás impaciente y te perderé, pero si eso llega a pasar yo no dejaré de amarte ya que tu eres mi último amor y te amaré por el resto de mis días y te observaré y estaré preparado para ayudarte cuando necesites ayuda.
Todo lo que hago a lo largo del día sería mucho más dulce y más alegre si tú estuvieras junto a mí. Me repito cientos de veces al día “Si Slim pudiese ver esto” o “Me encantaría que Slim pudiese escuchar esto”. Quiero comenzar una nueva vida contigo, quiero que te conozcan todos los amigos que he perdido y que te quieran como lo hago yo, que vivan de nuevo contigo, pues los últimos años han sido terriblemente duros, he estado a punto de volverme loco. Pronto estarás aquí, y cuando vengas traerás contigo todo lo que importa para mí en este mundo"
Humphrey Bogart y Lauren Bacall se conocieron y se enamoraron en el rodaje de la película "Tener y no tener" (1944- Howard Hawks). Bogart se dio cuenta de la disyuntiva del título cuando miraba a los ojos de aquella arrebatadora criatura de diecinueve años y decidió que lo mejor era tenerla. Para la Bacall era su primera película, en la que adoptó el apodo de "Slim" (delgaducha) prestado de Nancy Keith, la esposa de Howard Hawks. El director, que gustaba llamar así a su esposa, un ícono de la moda y la alta sociedad neoyorkina de aquellos años, pensó que sería un buen guiño a su pareja el que su apodo saliera en la película, sin darse cuenta que la novata actriz se lo robaría para siempre a su esposa. Después de enseñarle a Bogart a silbar y de aprender ella a entornar la mirada felinamente para contener sus nervios, la Bacall se convirtió en una obsesión para el actor, en un sueño que terminaría haciéndose realidad en su siguiente película juntos: "El sueño eterno". Lauren Bacall lo contaba de esta manera en su autobiografía "Por mi misma":
"No fue como sucedió, fue casi imperceptible. Llevábamos tres semanas con la película («Tener y no tener», 1944), era el final del día, yo tenía una toma más y estaba sentada frente a la mesa de mi camerino portátil, peinándome. Bogie entró a despedirse. Él se situó detrás de mí y bromeamos como de costumbre; cuando de repente se agachó y me besó. Fue un impulso -él era más bien tímido- y no el calculado asalto del lobo feroz. Sacó una caja de cerillas usada de su bolsillo y pidió que escribiera mi número de teléfono en la parte de detrás. Lo hice. No sé por qué; tal vez porque formaba parte de nuestro juego. Bogie era muy cuidadoso en sus relaciones, se sabía que nunca se complicaba con mujeres en el trabajo o fuera de él. No era esa clase de hombre, y además estaba casado con una mujer conocida por su genio y por su afición a la bebida (Mayo Methot). Una vigorosa dama que te lanzaba un cenicero o cualquier cosa a las primeras de cambio."
«Terminó la película («El sueño eterno», 1946). Bogie me hizo un regalo; mi primer brazalete de oro; un brazalete de identificación, con mi nombre a un lado y «el silbador» en el otro. Slim le había ayudado a elegirlo.»
Imagen: La fotografía, de "Tener y no tener" es cortesía de la estupenda página Doctor Macro. Enlazamos la fuente original:
https://www.doctormacro.com/Images/Bacall,%20Lauren/Annex/Annex%20-%20Bacall,%20Lauren%20(To%20Have%20and%20Have%20Not)_01.jpg
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