"Toda vida humana tiene sus estaciones, y no hay caos interior que dure indefinidamente. El invierno no dura siempre. También existen el verano y la primavera, y aunque a veces, cuando las ramas siguen oscuras y la tierra se resquebraja con el hielo, llega uno a pensar que nunca van a llegar, esa primavera y ese verano llegan, llegan siempre"
Son palabras de Truman Capote recogidas en una carta de este citada en la biografía que le dedicó Gerald Clarke. No cabe duda que para un escritor la mejor primavera es no sentir el pavor del papel en blanco, la falta de ideas, el bloqueo creativo. Truman Capote parecía no tener este problema; era un escritor en extremo meticuloso y al parecer guardaba en su cabeza, como si de un tesoro se tratase, la planificación, con todo lujo de detalles, de todos los libros que iba a escribir en el futuro. Así lo contaba el también escritor Paul Bowles:
"Un día Truman nos trazó su programa literario para los siguientes veinte años. Era tan detallado que por supuesto lo tomé como una fantasía. Parecía imposible que alguien supiese con tanta anticipación lo que iba a escribir. Pues bien, todas las obras que había descrito en 1949 fueron apareciendo, una tras otra, en los años posteriores. Estaban todas en su cabeza esperando a ser incubadas."
En la foto se puede ver a Truman Capote retratado por Roger Higgins en 1959.
Imagen: Tomada de Wikimedia Commons donde figura como Dominio Público (CC0). Se enlaza la fuente original:
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