Oscar Wilde, cuyo nombre completo era Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde (más irlandés no cabe) siempre sostuvo que son muy pocas las personas que en realidad se paran a escuchar con atención lo que decimos. En cierta ocasión se decidió a demostrarle a un amigo la validez de tan severa afirmación; para probarlo, y acompañado de este, se presentó deliberadamente tarde en una fiesta a la que había sido invitado. Resultando el personaje más esperado por los presentes, cuando la anfitriona le preguntó por el motivo de su retraso, Wilde le contestó:
- "Lo siento señora, pero he tenido que asistir al entierro de mi tía, a la que maté ayer"
Su compañero se quedo de piedra con esta sorprendente y falsa confesión de asesinato en público, pero todavía lo estuvo más cuando escuchó la respuesta que le dio la señora:
- "No se preocupe. Lo importante es que haya venido"
Quién sabe si la anécdota ocurrió realmente, pero como decía el propio Wilde, prolífico en sentencias:
"... y en cuanto a creer en las cosas, las creo todas con tal que sean increíbles."
Imagen: Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Se enlaza la fuente original:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Oscar_Wilde_portrait.jpg
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