"Cada día supone una pequeña vida. Cada despertar y levantarse es un pequeño nacimiento, cada fresca mañana una pequeña juventud y cada irse a la cama y dormir una pequeña muerte"
Son palabras de Arthur Schopenhauer recogidas en su obra "El arte de envejecer" y tan ciertas que esta entrada debería terminar con ellas. A pesar de ello nos atreveremos a contar una anécdota del filósofo para acercarnos un poco más a su forma de ser. Se cuenta que siendo profesor en Berlín, al iniciarse un nuevo curso y en la primera clase en la que conocía a sus nuevos alumnos solía preguntarles:
- "Por favor, que levanten la mano todos los que hayan leído mi libro sobre las relaciones humanas y la mentira".
Por norma, solían levantar la mano un número considerable de alumnos, momento en el que Schopenhauer daba su primer golpe de efecto a la clase y les decía:
- "Estupendo. Tras esto sé que van a escuchar con atención y conocimiento de causa la lección de hoy sobre la mentira humana, ya que si quieren que les sea franco nunca he escrito ningún libro ni publicación sobre ese tema."
Y para terminar dejamos otra pildorita de las suyas, que igual tacita a tacita nos anima a leer más sobre su persona:
"La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren"
Imagen: Desde Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0). Enlace a la fuente original:
https://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Schopenhauer#/media/Archivo:Arthur_Schopenhauer_by_J_Sch%C3%A4fer,_1859b.jpg
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