“Vivo en el presente. Cuando termino una película, queda
atrás. Mi recompensa está en el trabajo, no en un montón de viejos recuerdos.”
Son palabras del gran director de cine Otto Preminger, aunque parece que no le era tan fácil desentenderse de todas las películas que había rodado y las tenía muy presentes. Eso se desprende de la siguiente anécdota. Cuando en febrero de 1980 acudió al famoso programa de radio británico "Discos en una isla desierta" como parte de la promoción de “El factor humano”, la que sería a la postre su última película. El presentador Roy Plomey se encontró con un irónico y difícil invitado, no en vano al director lo apodaban “Otto el Ogro” y que en base a sus respuestas parecía ser el centro de su propio universo.
- ¿Qué ocho discos se llevaría a una isla desierta, señor
Preminger? -le preguntó Plomey.
Preminger, como si no tuviera abuela contestó: - Los discos
de las bandas sonoras de "Éxodo", "Anatomía de un
asesinato", "Porgy and Bess", "El hombre del brazo de
oro", "Carmen Jones", "Laura", "La luna es
azul" y "Tempestad sobre Washington".
Supongo que a Plomey no le pareció mal la respuesta. Sin
duda todas ellas era películas excelentes, eso sí, dirigidas por el propio Preminger. Supongo que Plomey puno pensar que al
fin y al cabo, la banda sonora de “Laura” es una verdadera delicia. La sorpresa
vino con la siguiente pregunta:
- ¿Y qué libro se llevaría?
- Mi autobiografía - sentenció rotundo Preminger.
No cabía duda de que el director se tenía en gran estima,
algo que terminó de confirmar con su respuesta a la última pregunta:
- ¿Y qué artículo de lujo llevaría con usted?
- Un espejo. (aunque según otras versiones dijo que se
llevaría un bonito reloj)
Genio y figura hasta la sepultura. Quién necesita compañía cuando se tiene tanto amor por uno mismo.
Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - CC BY-SA 3.0 - Fuente Original
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