"Había que elegir al protagonista del drama religioso en honor al niño mártir san Tarcisio. Los dos seleccionados entre los cuarenta niños de la misma edad éramos Colasanti, de trece años, y yo, de doce. Desafortunadamente, me eligieron a mí porque Colasanti no caía bien. Él formó parte del grupo de aquellos que debían matar a pedradas a san Tarcisio, que llevaba las hostias consagradas a los cristianos encerrados en las catacumbas.
Todos los demás niños arrojaban piedras hechas por el buen padre Grossi con tela de saco y serrín; sin embargo, Colasanti tiró piedras de verdad. Me desvanecí en plena escena porque una piedra me golpeó en la frente, pero todos, en la platea, incluido mi padre, aplaudieron con entusiasmo, admirados del auténtico modo de morir de aquel san Tarcisio interpretado por el niño de doce años, De Sica"
Este fragmento, con la narración del que parece ser el primer -y doloroso- paso en el mundo de la actuación del gran Vittorio de Sica ha sido tomado de sus memorias, tituladas "La Puerta del Cielo". De Sica, era solo un niño de 12 años, por lo que sus posteriores éxitos como actor y director de cine no se puede decir que estuvieran precisamente "a tiro de piedra", aunque también es verdad que los aplausos obtenidos en este pequeño papel le llevaron a realizar otros trabajos en el mundillo de las tablas y a perfilar una senda que le llevaría a ser uno de los grandes del cine.
Imagen: De Wikimedia Commons - (CC BY-SA 3.0 NL) - Fuente Original
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