Uno de los bailes más sensuales de la historia del cine es el que se marcan William Holden y Kim Novak en "Picnic" (1956 - Joshua Logan) al ritmo del maravilloso tema "Moonglow". Inicialmente Holden, se negó rotundamente al bailecito de marras: "Simplemente no sé bailar" dijo el actor, aunque este ya se había marcado previamente unos pasitos en películas como: "Sabrina" (1954), "Querida Ruth" (1947) y "El crepúsculo de los dioses" (1950).
En "Picnic", el baile en sí no es que fuera complicado, pero eso sí, debía rebosar erotismo, complicidad, atracción, magia o como quieran ustedes llamar a la sugerente armonía que a veces se da entre dos personas bailando, algo así como la expresión vertical de un deseo horizontal. Holden, en un intento desesperado por eliminar la escena del dichoso baile, exigió una prima de 8000 dólares extras por someterse al mismo. Para su sorpresa -y nuestro disfrute- el estudio firmó el cheque y Holden no tuvo más remedio que claudicar. Si consiguió el actor, al que ya le habían depilado su florido pecho para parecer más joven y dar el tipo, que le permitieran afrontar el baile con alguna copa de más para templar sus nervios. No aclararon cuantas copas serían suficientes y Holden marchó con el director, Joshua Logan, por las tabernas de Kansas para trasegar líquidos mientras practicaba los pasos con la coreógrafa Miriam Nelson. Cuando fueron a iniciar la escena, Holden, que era alcohólico, estaba ciertamente borracho. Supongo que cuando vio bajar las escaleras a ese bellezón que es la Novak, dando aquellas palmadas y contoneando su figura, todo en su interior se puso en orden y se dejó llevar por la música, consiguiendo una escena inolvidable cargada de todo ese erotismo y sensualidad que deseaba el director.
Imágenes: Cortesía de Doctor Macro: Fuente Original
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