jueves, 16 de diciembre de 2021

Billy Wilder, "El apartamento" y los rusos

"Yo vivía como Robinson Crusoe... era un náufrago entre ocho millones de personas, hasta que un día vi pisadas en la arena y la encontré a usted."

Maravillosas palabras que le dirigía CC. Baxter (Jack Lemmon) a la preciosa Srta. Kubelik (Shirley MacLaine) en esa obra maestra del cine que es "El apartamento" (1960), un film que se mantiene tan fresco, romántico, divertido y elegante como en el día de su estreno. Es lo que ocurre con las grandes historias, que están al margen del tiempo. Y esta era buena de verdad, tanto que Billy Wilder consiguió el hito de ser la primera persona en ganar a la vez los Oscar a la mejor película, mejor director y mejor guion

La película, que según Wilder, tenía cierta inspiración en el film "Breve encuentro" y era en cierto modo una reflexión sobre como podría ser la vida de aquel que prestaba las llaves de su piso para facilitar el encuentro íntimo de la pareja protagonista. En palabras de Wilder:

"Recuerdo haber visto hace mucho tiempo una película muy bonita de David Lean, "Breve encuentro", la historia de una mujer casada y un hombre, que para sus citas amorosas usan la habitación de un amigo del amante. Siempre pensé que ahí había un personaje interesante, el que presta el apartamento, un personaje gracioso y conmovedor; y conservé esta idea en mi cabeza". Así nació el sencillo y solitario CC. Baxter (Bud), uno de los mejores personajes de Jack Lemmon. Junto a él estarían Fred MacMurray como el aprovechado Sheldrake y la citada Shirley MacLaine como la encantadora ascensorista Srta. Kubelik.

Billy Wilder, que había incluido directamente al comunismo soviético en la trama de obras como "Ninotchka" (1939), dirigida por Ernst Lubitsch pero en la que el guion corrió de su parte o "Uno, dos, tres" (1961) con un sensacional James Cagney al frente, tuvo una reacción inesperada de los rusos, siempre dados a interpretaciones muy singulares, a favor de "El apartamento". Lo cuenta el mismo Wilder en el libro "Billy & Joe" de conversaciones de este con Michael Climent:

"No creo que los rusos sean un pueblo divertido. No tienen sentido del humor. Quizá soy primitivo, pero la alegría no es su fuerte. Tienen payasos en los circos, osos bailarines, canguros que juegan al fútbol, y se parten de risa, pero esa no es mi concepción del humor. (...) Otro episodio sobre el humor de los comunistas tiene que ver esta vez con los alemanes del Este, que en aquella época eran estalinistas mucho más fervientes que los rusos. Estábamos en Berlín y rodábamos "Uno, dos, tres". Nos invitaron a un cine-club de Berlín Este, Die Mödel (La Gaviota). Después de la proyección de "El apartamento" encontraron la película maravillosa, mostraba perfectamente la depravación del sistema capitalista y cómo un hombre, para hacer avanzar su carrera, utiliza medios innobles, como prestar la llave de su casa. Me dijeron que era típico de los Estados Unidos, de Nueva York. Y yo les respondí:

- Una historia como esta puede pasar en cualquier sitio, no solo en Nueva York, sino también en Estocolmo, en Buenos Aires, en Tokio. Sin embargo tengo que admitir que no podría tener lugar en Moscú - Estaban muy contentos de que eso no pudiera ocurrir allá. Entonces les dije por qué: 

-En Moscú nadie podría darte la llame de un apartamento para hacer el amor con una mujer, porque cuando entraras te encontrarías con las otras seis familias que viven en el mismo sitio-. Eso tampoco les hizo mucha gracia."

Wilder era un genio. En la línea de la frase inicial de esta entrada, este director y guionista era capaz de condensar sentimientos muy complejos en muy pocas palabras, como la famosa escena del espejo, otro de los momentos memorables de esta película, por el significado que encierra en la trama: 

Srta. Kubelik: "Que le pasa"
CC. Baxter: "Eh... El espejo... está roto"
Srta. Kubelik: "Sí, lo sé. Y no me disgusta, así me veo tal como me siento"



Wilder contaba que Fred MacMurray era un actor muy tacaño, y a este respecto le gustaba contar que en una de las escenas  de "El apartamento", su personaje, Sheldrake, debía dejar una moneda de 25 centavos como propina a un limpiabotas. Como quiera que la escena no terminaba de salir bien, Wilder le aconsejó al actor, al que ya había dirigido en esa maravilla que es "Perdición" (Double Indemnity - 1944) que le entregara una moneda mayor, una de 50 centavos. MacMurray se negó alegando que: "Yo nunca le daría cincuenta centavos, ¡no puedo interpretar la escena!"

De la maravillosa escena final no contamos nada, en consideración de los que tengan la suerte de no haberla visto todavía y la paladeen por primera vez. La química fue tan buena entre Wilder, Lemmon y la MacLaine que no tardaron en reunirse para regalarnos esa otra joya que es "Irma la dulce" (1963), pero eso ya es otra historia...


Ficha de la película:
Título original: The Apartment
Año: 1960
Duración: 125 min.
País: Estados Unidos

Dirección: Billy Wilder
Reparto: Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray, Ray Walston, Edie Adams, Jack Kruschen, Joan Shawlee, Hope Holiday, David Lewis, Naomi Stevens, Johnny Seven, Joyce Jameson, Willard Waterman, David White

Guion: Billy Wilder, I.A.L. Diamond
Música: Adolph Deutsch
Fotografía: Joseph LaShelle 
Productora: United Artists, The Mirisch Corporation

Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente Original

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