viernes, 13 de mayo de 2022

Carta de Henry Miller a Brenda Venus

 

"Me gustaría poder escribirte en ruso, en azteca, en armenio y en iraní. Porque eres ilimitada. Eres lo que los griegos llaman `nada en moderación`. Eres Mona, Anaïs, Lisa, tout le monde, todas combinadas. Fuego, aire, tierra, océano, cielo y estrellas. Y ahora un hombre de 87 años, locamente enamorado de una mujer joven que me escribe las más extraordinarias cartas, que me ama a morir, que me mantiene vivo y enamorado (un perfecto amor por vez primera) que me escribe tan profundas y emocionantes reflexiones que me siento feliz y confuso como sólo un adolescente podría estarlo. Pero por encima de todo, agradecido, y afortunado. ¿Merezco realmente tan hermosos elogios como tú me dedicas? Haces que me pregunte quién soy exactamente, si me conozco en realidad y qué soy. Me tienes en el misterio. Por lo cual aún te amo más. Caigo de rodillas y rezo por ti, te bendigo con la poca santidad que hay en mí. Viaja feliz, mi queridísima Brenda y no lamentes nunca este romance a mitad de tu joven vida. Los dos hemos sido bendecidos. No somos de este mundo. Somos las estrellas y el universo de más allá. Larga vida a Brenda Venus. ¡Dios le conceda dicha, plenitud y amor eterno!"

El texto es un fragmento de una de las muchas cartas que el escritor Henry Miller escribió a su musa Brenda Venus. Esta en concreto está fechada el 29 de septiembre de 1980. Muchas de esas cartas se recogen en el libro "Querida Brenda (Cartas de Amor de Henry Miller a Brenda Venus)". Era un amor de extremos entre una veinteañera y un octogenario sobre el que arroja mucha luz las palabras que le dedicó el escritor Ed Millis:

"Venus fue una fuente de inspiración para el anciano y enfermo Miller. Brenda tenía 24 años, Henry tenía 84. Era una bella belleza sureña, "La Boticelli de Mississippi", como él la llamaba . Henry, el intelectual renegado, el escritor, nos había llevado a millones de nosotros al sexy Trópico de Cáncer y Capricornio. Ahora estaba enfermo y se recuperaba lentamente. Necesitaba un impulso en el espíritu... Brenda, la musa, insufló vida a su cargo mortal. y le dio una razón para vivir. Miller le dio su enfoque y ajuste fino y escribió a Venus alrededor de 1500 cartas que equivalían a cuatro mil páginas escritas a mano. Ella respondió de la misma manera durante más de cuatro años, los últimos cuatro años de su vida "

Como decía el propio Henry Miller:  "Amar al final de la vida de uno es algo especial. Pocas mujeres pueden inspirar ese tipo de amor. Despertar con las palabras de amor en los labios, ¡qué dicha! Sólo para decir "Brenda" me pone en éxtasis".

Imagen: De Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0) - Fuente Original
La carta fue publicada en nuestro anterior blog por Celia Valdelomar

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