"Sus cejas juntas son una golondrina en pleno vuelo"
Así se refería Chavela Vargas a las cejas de la bella Frida Kahlo, a la que nunca le importó lo más mínimo el puente que las unía convirtiéndolas en una sola. Aun existiendo una corriente que pretende ponerlas de moda, esa ceja corrida es para muchos casi un indicador de embrutecimiento o ignorancia, olvidando, por ejemplo, lo estiloso que se mostraba Julio Cortazar con ese look. Los romanos, sin embargo, tenían una visión de la uniceja muy diferente de la que se pueda tener hoy en día. Para ellos unas cejas unidas era señal de una gran inteligencia y por supuesto, todo el mundo quiere resultar bello pero además no parecer tonto, por lo que las mujeres romanas, a la hora de maquillarse, se esforzaban en aumentar la densidad de sus cejas y no dudaban en unirlas artificialmente ya fuera utilizando una mezcla de huevos de hormiga machacados con moscas secas o directamente con postizos de lana de cabra que se pegaban entre las cejas con resina de árbol. Como diría Obelix: "¡Están locos estos romanos!", o puede que lo seamos nosotros, que somos legión los que vamos depilando nuestra romana inteligencia a los ojos del mundo.
Imágenes: De Wikimedia Commons: Imagen 1 (CC BY-SA 4.0) - Imagen 2 (CC0)
No hay comentarios:
Publicar un comentario