viernes, 26 de noviembre de 2021

Gregory Peck y Atticus Finch unidos por "Matar a un ruiseñor"

 

Jem: - ¿Cuántos años tenías cuando te regalaron tu primera escopeta, Atticus?

Atticus: - Trece o catorce. Recuerdo muy bien cuando mi padre me la dio. Me advirtió que no debía nunca apuntar contra nada de la casa y solo me dejaba disparar en el huerto contra latas vacías. Pero considerando que tarde o temprano me vencería un día la tentación de tirar a los pájaros, dijo que ya podía matar todos los grajos que quisiera.... si les daba, pero que no olvidase que matar un ruiseñor era un grave pecado.

Jem: - ¿Por qué?

Atticus: - Pues supongo que porque los ruiseñores no hacen otra cosa que cantar para regalarnos el oído. No picotean los sembrados, no entran en los graneros a comerse el trigo. No hacen más que cantar con todas sus fuerzas para alegrarnos.

En esa escena de la película "Matar a un ruiseñor" se encierra la motivación del título de la novela que Harper Lee dedicó a su infancia y a la memoria de su padre, Amasa "AC", quien como Atticus Finch (Gregory Peck), fue abogado y legislador del complejo estado de Alabama, donde valientemente, en el año 1923, asumió la defensa de un cliente negro. El parlamento de esta escena es distinto en el libro y la explicación de la razón por la que no se debe matar un ruiseñor no la da Atticus, sino Miss Maudi, y en vez de grajos se pone a los arrendajos azules -precioso nombre- como el objetivo de las correrías de los niños. Es curioso que hoy en día, con la concienciación existente hacia los animales, hasta una escena de "Matar un ruiseñor"; por bonita que sea, suene inapropiada, aunque es del todo admisible en el contexto de tiempo y lugar en el que se pronuncia. Hoy en día se tiende a tachar todo y corremos el riesgo de terminar con una historia llena de borrones. 

Gregory Peck tuvo con Atticus. su mejor personaje, una relación muy especial, de hecho "Matar a un ruiseñor" (Kill a Mockingbird - 1962), dirigida por Robert Mulligan, es según el actor su película preferida. Peck llegó a conocer al padre de Harper Lee antes de abordar el personaje e interiorizó muchos matices para darle credibilidad. Se cuenta que durante la primera escena que filmó Peck, en la que se muestra a Atticus regresando a casa desde el despacho de abogados y sus hijos corren a saludarlo, la escritora de la novela, Harper Lee, estaba presente. Peck tan pronto terminó la escena fue a saludarla y la encontró llorando, el motivo no era otro que el gran parecido de Peck con el joven padre de la escritora, le dijo que incluso tenía una ligera tripilla como la de aquel. Peck le contestó cariñosamente: "Eso no es una barriga, Harper. Es una gran actuación". La conexión fue tal, que tras finalizar la película, Harper Lee regaló a Gregory Peck la cadena y el reloj de su padre, quien falleció poco antes de finalizar el rodaje. Cuando el actor recogió el premio Oscar por su papel como Atticus, llevaba ese mismo reloj con él. 

En algunos aspectos Gregory Peck quedó marcado por la figura de Atticus, no en vano, según el American Film Institute, este personaje fue votado como el héroe de pantalla número uno de los últimos 100 años en su especial "100 años, 100 películas, 100 héroes y villanos". Como ejemplo baste decir que el actor logró una gran cercanía durante el rodaje con Mary Bedham, la inolvidable "Scout", con la que mantuvo contacto de por vida. Por supuesto ella, no importa los años que hubieran pasado desde que se finalizó la película, se dirigía  a Gregory Peck como "Atticus" y él a ella como "Scout"

Atticus: - Anda escúchame un momento. Si consigues aprender una sola cosa te llevarás mucho mejor con todos tus semejantes. Nunca llegarás a comprender a una persona hasta que no veas las cosas desde su punto de vista.

Scout: - ¿Cómo?

Atticus: - Hasta que no logres meterte en su piel y sentirte… cómodamente.

Imágenes: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Imagen 1 - 2

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