"Descubrí querida mía, que la persona justa no existe. Un día desperté, me incorporé a la cama y sonreí. Ya no sentía dolor. Y de golpe comprendí que la persona justa no existe. Ni en el cielo, ni en la tierra, ni en ningún otro lugar. Simplemente hay personas, y en cada una hay una pizca de la persona justa, pero ninguna tiene todo lo que esperamos y deseamos. Ninguna reúne todos los requisitos, no existe esa figura única, particular, maravillosa e insustituible que nos hará felices. Sólo hay personas. Y en cada una hay siempre un poco de todo, es a la vez escoria y un rayo de luz..."
El fragmento pertenece a "La mujer justa" (1941) del escritor húngaro Sándor Márai (1900 - 1989) y para ilustrarla hemos elegido la preciosa escultura "Eve" del artista inglés Sir Thomas Brock (1847 - 1922), una obra que se expone en la Tate Britain.
Imagen: De Tate.org.uk - CC-BY-NC-ND (3.0 Unported) - Fuente original
No hay comentarios:
Publicar un comentario