Si tuviéramos que pensar en frases memorables de la historia del cine, una que fácilmente podría venirnos a la memoria es aquella que decía "Yo Tarzán, tú Jane", pero resulta que al igual que aquella otra mítica frase "Tócala otra vez, Sam" que nunca se pronunció tal cual en Casablanca, tampoco dijo jamás Tarzán aquellas palabras en ninguna de las películas de Tarzán y menos en los libros de Edgar Rice Burroughs que dieron origen a la saga.
Ciertamente Johnny Weissmuller le dedicó palabras similares a Maureen O'Sullivan en "Tarzán de los Monos" pero no exactamente esas; de hecho solo repetía insistentemente el nombre de ambos a la vez que golpeaba el hombro de Jane: "Tarzán.... Jane, Tarzán.... Jane..." y así repetidamente hasta acabar con la paciencia de Jane, tal como podemos ver en la deliciosa escena que incluimos al final de esta entrada.
Según parece, el origen de la famosa expresión tuvo su origen en una serie de entrevistas dadas por Weissmuller en 1932 en las que reconocía sus escasas cualidades actorales: "Yo no tuve que actuar en Tarzán el hombre de los monos, solo decía: Yo Tarzán, tú Jane", además de expresar su asombro por el éxito que la aventura tuvo en taquilla: "¿Cómo puede un tipo subirse a los árboles, decir 'yo, Tarzán, tú, Jane' y hacer un millón de dólares?"
Y de esas entrevistas y la reformulación que hace Weissmuller de su presentación con Maureen O'Sullivan, surge la fama de la frase en cuestión, que terminó por tener más éxito en el imaginario colectivo que la versión original.
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