viernes, 20 de noviembre de 2020

Pigmalion enfrenta a Bernard Shaw y Winston Churchill

 

"No puedes figurarte lo interesante que es tomar a un ser humano y transformarlo en otro ser, creando para él un nuevo modo de expresarse. Equivale a rellenar el abismo más profundo que separa unas de otras a las diferentes clases de la sociedad y a las diferentes almas"

El fragmento pertenece a "Pigmalión" (1912) posiblemente una de las obras más celebradas de George Bernard Shaw, y motivo de una deliciosa anécdota entre el propio escritor y el Premier británico Sir Winston Churchill. A pesar de las notables diferencias que los separaban, ambos ganaron el Premio Nobel de Literatura y los dos eran personajes prolíficos en frases sentenciosas y en respuestas relampagueantes para las más diversas situaciones; puede que por ello sea tan interesante disfrutar de ellos en una anécdota en la que ambos desenvainan los sables de su ingenio.

Se cuenta que George Bernard Shaw mandó en cierta ocasión un mensaje a Churchill con el siguiente texto envenado:

“Tengo el honor de invitar al digno primer ministro al estreno de mi obra Pigmalión. Venga y traiga un amigo. Si lo tiene.”

Pero para que Winston notara el daño necesitaba munición de más calibre y por supuesto siempre tenía la suya propia dispuesta para disparar, así que cortésmente declinó la invitación con las siguientes palabras:

 “Agradezco al ilustre escritor su honrosa invitación. Lamentablemente no podré asistir a la primera representación. Iré a la segunda… si llega a realizarse”.

Pigmalión fue todo un éxito, tanto que con el tiempo incluso le reportaría al escritor un Oscar por el mejor guion adaptado, convirtiéndole en una verdadera singularidad por atesorar a la vez el Nobel y el Oscar. Lo que no dice la anécdota es si Churchill, pudo dejar sus pinceles durante una tarde y acudió finalmente a la segunda representación o a alguna de las muchas que le siguieron. 

Y con la excusa del referido éxito de Pigmalión y de las dos películas a las que dio lugar, la homónima de 1938 y la más famosa "My fair lady" en 1964 en la que tan guapa aparecía Audrey Hepburn, cruzamos nuevamente a estos dos personajes con sendas frases sobre el éxito:

El escritor mantenía que "El éxito no consiste en no cometer errores, si no en no cometer el mismo error dos veces"

Por su parte Winston sentenciaba: "El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar"

Esperamos disculpen la licencia de encabezar el texto con una foto de Audrey Hepburn, encarnación en el imaginario popular de Elisa Dolittle, la Galatea protagonista de Pigmalión en "My Fair lady" (1964 - George Cukor) antes que con los menos lustrosos protagonistas de la entrada. 

Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro - Fuente Original

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