martes, 14 de octubre de 2025

No había sitio en Hollywood para dos "James Stewart"

 

Hollywood es así de exclusivo. En los años 50 y 60 había dos actores de gran éxito con el mismo nombre, y cuando ese nombre es el de James Stewart, la coincidencia se convierte en un problema. El primero es el que todos conocemos y que realmente se llamaba así: James Maitland Stewart; él fue "El hombre que mató a Liberty Valance", y el que nos emocionó con películas como "¡Qué bello es vivir!", "Historias de Filadelfia", "El bazar de las sorpresas" y muchísimas otras maravillas que llevan su inconfundible sello, el del americano medio, decidido y a la vez siempre amable y correcto.

Luego llegó desde el Reino Unido otro James: James Lablache Stewart. Ante un actor como el protagonista de "Vértigo", que ya era una estrella consolidada, tenía la batalla perdida y no le quedó otra opción que cambiar de nombre para brillar con luz propia. En Hollywood, el nombre es un territorio; si está ocupado, cambias de bandera. Así nació Stewart Granger, el nombre artístico que le acompañaría el resto de su carrera, aunque sus amigos, fuera de los rodajes, siguieran llamándolo Jimmy. Con ese nombre nos regaló grandes películas de aventuras como "Los contrabandistas de Moonfleet", "El prisionero de Zenda", "Las minas del rey Salomón" o la vibrante "Scaramouche", una película en la que demostró su talento para la acción y que él podía ser todo menos un "Caballero sin espada".

En 1954 no solo compartieron nombre: ese año ambos rodaron con Grace Kelly; Stewart Granger la tuvo como compañera en "Fuego verde" y James Stewart en "La ventana indiscreta". Ya pueden ver por las fotos que Kelly se muestra igual de acaramelada con ambos. Habrían sido los protagonistas ideales para un remake de aquella deliciosa comedia de Lubitsch titulada "Una mujer para dos".



Imágenes tomadas de la red.

No hay comentarios:

Publicar un comentario