Por mucho que resulte el más claro antecedente de los "Aliens" o los "Predators" de hoy en día y de resultar un monstruo ya icónico en nuestra cultura, creo que todos los aficionados al cine hemos pensado alguna vez en lo parsimonioso y poco amenazante que era el andar del Monstruo de la laguna negra (Creature from the black lagoon - 1954 - Jack Arnold), ese que recientemente sirvió de inspiración a Guillermo del Toro para su premiada "La forma del agua". Incluso el "Tiburón" de Spielberg debe mucho en su concepción y en más de una escena a esta película; de hecho ya su director, Jack Arnold, que más tarde rodaría "El increíble hombre menguante", "Tarántula" o "Vinieron del espacio" apuntaba las razones del miedo que provocaban las aguas profundas:
"Juega con un miedo básico que las personas tienen respecto a lo que podría estar bajo la superficie del agua. Usted conoce esa sensación cuando está nadando y algo roza su pierna - se asusta muchísimo si no sabe qué es. Es el miedo a lo desconocido. Decidí explotar este miedo tanto como sea posible al filmar"
El productor del film, William Alland, había oído de su director de fotografía, Gabriel Figueroa, la inquietante historia de una criatura acuática que supuestamente vivía en el Amazonas y que una vez al año raptaba una doncella de las aldeas cercanas como tributo para dejarlos en paz. Jugando con esta idea y tras las oportunas modificaciones, solo faltaba una chica guapa (Julie Adams) de la que pudiera quedar prendado el monstruo para montar una buena historia y en la Universal, expertos en monstruos legendarios, no pondrían muchas pegas para crear uno nuevo, de hecho, uno de sus mejores monstruos y al que los norteamericanos gustan llamar "Gill-man" o lo que es lo mismo "Hombre con branquias" u "Hombre pez".
Pero volviendo a los andares del monstruo, una criatura mitad hombre y mitad pez que vivía en una apartada laguna de aguas negras, es justo reconocer que en las magnificas escenas acuáticas parecía una amenaza cierta, solo había que verlo buceando ágilmente boca arriba por debajo de la chica en unas imágenes por cierto espectaculares; pero en tierra el monstruo era otro cantar, se nos antojaba torpe y nada inquietante y pensábamos que solo una chica muy despistada podía ser sorprendida y alcanzada por el monstruo (algo así como ocurre con las películas de zombies en las que las víctimas parecen tontos). Pero todo tiene una razón de ser.
Para las escenas en tierra el actor al que le tocaba pasar calor dentro del disfraz era Ben Chapman, que se hizo con el trabajito gracias a sus 198 centímetros de altura. Chapman era un soldado veterano, herido en las piernas durante la batalla de Corea lo que le hacía contonearse un poco para disimular su cojera, eso unido a la petición de Arnold de que el monstruo debía simular deslizarse más que andar con naturalidad fuera del agua y a los lastres de cinco kilos puestos en cada pierna para lograrlo, fueron la razón última de la torpeza mostrada por el monstruo en la pantalla.
Para las escenas en tierra el actor al que le tocaba pasar calor dentro del disfraz era Ben Chapman, que se hizo con el trabajito gracias a sus 198 centímetros de altura. Chapman era un soldado veterano, herido en las piernas durante la batalla de Corea lo que le hacía contonearse un poco para disimular su cojera, eso unido a la petición de Arnold de que el monstruo debía simular deslizarse más que andar con naturalidad fuera del agua y a los lastres de cinco kilos puestos en cada pierna para lograrlo, fueron la razón última de la torpeza mostrada por el monstruo en la pantalla.
En cambio, para las escenas acuáticas, era Ricou Browning el que se enfundaba el traje del monstruo y esa máscara tan singular en la que las branquias se movían con una perilla de goma conectada a un tubo desde la que Browning al apretar sus manos impelía aire a presión para que se movieran y dieran más vida al monstruo, mientras que la boca se movía simplemente con su propio mentón. El traje en si era una malla sobre la que se pegaban las placas que conformaban el cuerpo del monstruo y solo ponérselo ocupaba tres horas. Esos eran los efectos especiales entonces, la cosa no daba para más, a pesar de lo cual se lograron unos resultados estupendos, de hecho la película sigue siendo aún hoy uno de los films más apreciados por los aficionados al cine de monstruos. En su día "La mujer y el monstruo" llegó a tener tanto éxito que produjo un par de secuelas, “La venganza del monstruo de la laguna negra” (1955) y “El monstruo camina entre nosotros” (1956).
Ficha de "La mujer y el monstruo"
En hispanoamérica: "La criatura de la laguna negra"
Título original: Creature from the Black Lagoon
Año: 1954
Duración: 79 minutos.
País: Estados Unidos
Dirección: Jack Arnold
Reparto: Richard Carlson, Julia Adams, Richard Denning, Antonio Moreno, Whit Bissell, Nestor Paiva, Ricou Browning
Guion: Harry Essex, Arthur A. Ross
Música: Joseph Gershenson
Fotografía: William Snyder (B&W)
Productora: Universal Pictures
Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente original
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