sábado, 6 de febrero de 2021

"Los bateleros del Volga" de Repin a Glenn Miller



En 1941 el genial Glenn Miller sorprendía a propios y extraños con  "The song of the boatmen", una versión de una canción popular rusa que era cantada por los esforzados "burlaks" o si ustedes quieren bateleros o sirgadores que habían de remontar las barcazas contracorriente por el rio Volga, avanzando afanosamente por la orilla, utilizando el propio peso de su cuerpo para la tarea como si de trabajadores forzados se tratara. 

El tema de Glenn Miller, aunque cadencioso, suena muy bailable y alegre a pesar de que la realidad que lo inspiró era muy diferente. Aquellas imágenes de hombres y mujeres volcando penosamente toda su humanidad de una cuerda para arrastrar los barcos fue retratada magistralmente por el pintor Ilya Repin en la obra que abre esta entrada "Los bateleros del Volga", que cuelga de las paredes del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. Solo uno de los protagonistas del cuadro mira descaradamente al espectador, los demás se muestran vencidos, con la cabeza agachada, concentrados en aquel esfuerzo interminable. Al fondo se intuye un barco de vapor que simboliza un nuevo tiempo en el que aquel trabajo abominable ya no tendría razón de ser. Se cuenta que Dostoyevsky no tenía interés en ver el cuadro cuando se mostró al público por considerar que sería otra obra que trataría el tema sin la justicia que merecía. Cuando finalmente contempló el cuadro  y la sufrida humanidad y realismo que emanaba, sentenció: “Vi sirgadores, sirgadores reales, nada más… Es inevitable sentir que estamos en deuda con esta gente”.


Los cánticos con los que los bateleros, hombres y mujeres, acompañaban su tarea, inspiraron una adaptación musical por Mily Balakirev a la que siguió una versión operista de la mano de Chaliapin, la maravillosa interpretación del tema por los Coros del Ejercito Rojo y por último la versión aludida de Glenn Miller con esos ecos jazzísticos tan sugerentes. 

La canción no es si no un interminable mantra de trabajo, que traducido, más o menos dice así:

Hey, ¡tirad! Hey, ¡tirad! ¡Una vez más, y una vez más! Hey, ¡tirad! Hey, ¡tirad! ¡Una vez más, y una vez más! Arrastramos las barcazas. Tiramos con fuerza. Ai-sí, sí, ai-sí, Ai-sí, si, ai-sí. Tiramos con fuerza. Tiramos con fuerza. Hey, ¡tirad! Hey, ¡tirad! ¡Una vez más, y una vez más!

Caminamos junto a las barcazas, cantamos al sol nuestra canción. Ai-sí, sí, ai-sí, Ai-sí, sí, ai-sí cantamos al sol nuestra canción. Hey, ¡tirad! Hey, ¡tirad! ¡Una vez más, y otra vez! Hey, ¡tirad! Hey, ¡tirad! ¡Una vez más, y otra vez!

Tú, Volga, nuestro río y madre, inmenso y profundo. Ai-si, si, ai-si, Ai-si, si, ai-si. Inmenso y profundo. Hey, ¡tirad! Hey, ¡tirad! Volga, Volga, nuestro río y madre. Hey, ¡tirad! Hey, ¡tirad! ¡Una vez más, y otra vez!

El Coro del Ejercito Rojo


Glenn Miller cambió totalmente el espíritu y nos dejó este también sensacional "The song of the boatmen"


Imágenes: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Imagen 1 - Imagen 2 - Imagen 3

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