Eso le decía en cierta ocasión Picasso a Dalí sobre la obra del pintor italiano en referencia al caballo que el malagueño pintó en medio de su "Guernica". Michelangelo Merisi da Caravaggio (nacido en Milán y crecido en Caravaggio) era un pintor de vida tempestuosa, con tantas sombras como sus pinturas y que siempre vivió su arte condicionado por sus arranques violentos. Caravaggio, que solía buscar los modelos para sus obras entre la gente de la calle, encontró la musa para algunas de sus mejores obras en una famosa prostituta de Siena llamada Fillide Melandroni, con la que estableció una relación que terminó por convertirle en prófugo. Con su obra, el pintor convirtió a la codiciada Melandroni, una de las cortesanas más solicitadas de Siena, en mártir y santa, una osada licencia para aquella época que provocó que inicialmente algunas de sus obras fueran rechazadas. A la Melandroni la podemos ver en varias obras del Caravaggio: como una violenta "Judith decapitando a Holofernes" (imagen siguiente), como María Magdalena acompañando a Marta (imagen al final de la entrada), como María en una "Natividad con los Santos Lorenzo y Francisco", puede que también en "La muerte de la Virgen" y en "El entierro de Cristo" y por supuesto como "Santa Catalina de Alejandría", el soberbio cuadro expuesto en el Thyssen y recientemente restaurado con el que abrimos esta entrada. A su retrato de Santa Catalina fue al primero al que Caravaggio añadió una aureola de santidad.
La relación entre Caravaggio con la joven Melandroni, a la que conoció cuando esta tenía tan sólo 17 años, tuvo que ser ciertamente apasionada. Después de un rosario de altercados y peleas con policías, camareros y quien se cruzara en su camino, nuestro irascible protagonista tuvo un encontronazo en 1606 con Ranuccio Tomassoni, que muy probablemente era el amante de Fillide y hermano de su "chulo". La reyerta acabó de la peor manera. Caravaggio, incontenible, mató a Ranuccio, lance por el que fue condenado a muerte y que provocó su exilio por Nápoles, Sicilia y Malta, salvando la vida por la intermediación de altos cargos eclesiásticos que sabían del portentoso talento de este tenebroso pintor. No vivió mucho más. Caravaggio murió en 1610 a los 38 años. Ella por su parte tras establecer una relación con el poeta Strozzi, murió en 1618, a los 37 años.
Imágenes: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0)
Imagen 1 - "Santa Catalina de Alejandría" (1598) - Museo Thyssen-Bornemisza - Madrid
Imagen 2 - "Judith decapitando a Holofernes" (1597) - Galleria Nazionale d'Arte Antíca - Roma
Imagen 3 - "Marta y María Magdalena" (1599) - Instituto de Artes de Detroit
No hay comentarios:
Publicar un comentario