Dos de las grandes voces de la historia reciente de la Opera han sido sin duda Luciano Pavarotti y Mirella Freni, ambos nacieron el mismo año, 1935, y en la misma ciudad, Módena. Las madres de ambos trabajaban de cigarreras en la misma fábrica de tabaco de la ciudad, como la famosa "Carmen" de Bizet, y desconozco la razón pero ambas madres dejaron la alimentación de sus hijos a cargo de la misma ama de cría. No sé como sería aquella nodriza bendita que con su leche dio de mamar a dos de las figuras más grandes de panorama operístico de todos los tiempos pero seguro que merecería una estatua en Módena al estilo de Astarté, la Diosa de los muchos pechos. Con el tiempo además de compartir la misma fuente de proteínas, Pavarotti y Freni tuvieron a bien juntar sus voces en aquella mítica representación de "La Bohéme", la ópera de Puccini en la que Pavarotti asumía el rol de Rodolfo y Mirella Freni el de Mimí, constituyendo para ambos un hito en sus carreras. Evidentemente no eran hermanos de sangre, pero como ellos gustaban definirse eran "Hermanos de leche". La Freni, solía comentar con un puntito de humor que "dados los resultados posteriores de crecimiento, yo bajita y Luciano tan grandote, pueden hacerse una idea de quien consiguió sacar más provecho de la nodriza". Puede que esa fruición que señala Mirella hiciera que Pavarotti empezara a tararerar tempranamente aquello de "La traviata" (Verdi) que decía: "Libiamo, libiamo ne'lieti calici che la bellezza infiora" (Bebamos alegremente de este vaso resplandeciente de belleza), una obra que por supuesto llegaría a cantar también con Mirella Freni. En la foto podemos verlos ataviados para la ópera "L'Amico Fritz" (Mascagni) en 1968.
Che gelida manina por Pavarotti en "La Boheme" acompañado de Mirella Freni:
Y en la misma obra, Mirella Freni nos canta "Si mi chiamano Mimi"
Imagen: Tomada de Pinterest
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