Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.
El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
El poema, titulado "Ayer te besé en los labios" pertenecen a la obra "La voz a ti debida" (1933), una de las dedicadas por el poeta Pedro Salinas al gran amor de su vida, Katherine R. Whitmore. Para ilustrarlo hemos escogido un detalle de un maravilloso fotomosaico del fotógrafo Joan Fontcuberta y el ceramista Antoni Cumella, creado a partir de 4000 teselas en cada una de las cuales aparece una de las fotografías enviadas para el proyecto por lectores de "El periódico" bajo el tema "Vivir libre". El fotomosaico tiene por título "El mundo nace en cada beso" y se encuentra en la barcelonesa Plaza de Isidre Nonell.
Como dice una placa junto al mosaico, al hilo del poema de Pedro Salinas:
"El ruido de un beso no es tan ensordecedor como el de un cañón, pero su eco es más duradero"
Imagen: De Wikimedia Commons - CC BY 2.0 - Fuente Original
No hay comentarios:
Publicar un comentario