Son palabras de Marilyn, que compartió cartel con Montgomery Clift en "The misfits" (1961 - Vidas Rebeldes), película dirigida por John Huston y con guion del por entonces esposo de la actriz, el escritor Arthur Miller. La película, que demostraba las notables cualidades como actriz de la Monroe, resultó ser su último trabajo cinematográfico, al igual que ocurrió con Clark Gable que murió poco después de finalizar el rodaje. Al hilo de esta película comentaba la actriz:
"A veces me parece que estaba dominada por el sexo del mismo modo que un alcohólico lo está por la bebida o un adicto por la droga. Mi cuerpo encendía a toda esa gente como se enciende una luz eléctrica y rara vez había en ello algo humano. Marilyn Monroe se convirtió en una carga (...). La gente esperaba demasiado de mí, a veces los odiaba. Era una tensión excesiva. Y todavía lo siento así. Marilyn tiene que lucir de cierta manera —tiene que ser hermosa— y actuar de cierta manera —tener talento—. Me preguntaba si podía cumplir con sus esperanzas. A veces en "The misfits" (Vidas rebeldes), en las escenas emotivas, en que me parecía que iba a fracasar por más empeño que pusiera, no quería ir a rodar por la mañana. Lamentaba entonces no ser una camarera o una mujer de la limpieza liberada de las grandes exigencias del público. A veces debe ser un gran alivio dejar de ser famosa. Pero nosotros, los actores y actrices, nos preocupamos tanto, somos tan —¿cuál es la palabra que tú usas?—… Narcisos. Me siento ante el espejo durante horas buscando las señales de la edad. Sin embargo, me gustan las personas mayores; tienen grandes cualidades de las que carecen las que son más jóvenes. Yo quiero llegar a vieja sin hacerme cirugía estética. Te quita la vida, la personalidad del rostro. Quiero tener la valentía de ser fiel a la cara que yo misma me haya construido. A veces pienso que debe ser fácil evitar la vejez, morir joven, pero entonces no se completa la vida jamás, ¿no te parece? Nunca se llega a conocerse perfectamente a sí mismo."
"A veces detesto el efecto que produzco en la gente. Me cansa el interés estúpido, la gente excitada. Es inhumano."
"La fama causa tanta envidia. A veces la gente te odia sólo porque eres famosa. Ante ti se comportan fingiendo. Miras en torno a ti… y nada. Me gusta que me acepten por mí misma, pero hay mucha gente que no se preocupa de lo que una es. Todo lo que les interesa es la fama… cuando la tienes. […] Cuando esté vieja y sin fama, ¿qué podré hacer entonces? No creo que eso me destroce. Tengo ideas. Me interesarán todas las cosas. La interpretación de personajes, la lectura de poesía, el yoga, viajar… todo. Esa es la manera de estar vivo. Eso es."
Los extractos pertenecen al libro "Conversaciones con Marilyn" (1978) de el periodista inglés W. J. Weatherby, en el que condensaba notas tomadas durante algunos encuentros de este con Marilyn Monroe desde 1960.
Imagen: Cortesía de Doctor Macro - Fuente Original
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