En cierta ocasión el famoso actor Tony Randall entró en una tienda de la selecta Madison Avenue de Nueva York y fue recibido con efusivas muestras de afecto y admiración por el encargado de la tienda, que era un gran admirador suyo. Realizó sus compras entre halagos y baboseos del dependiente, y dejándose llevar, el actor hizo algunas compras más de las que tenía en mente lo que motivo que en vez de pagar en efectivo se decidiera a pagar con tarjeta de crédito. Fue ese el momento justo en el que la rendida admiración se tornó en la más severa desconfianza. El actor no podía dar crédito a que después de tanta adulación, el dependiente fuera capaz de decirle con la mayor seriedad: "Necesito ver algún documento que le identifique"..... ¡y es que la pela es la pela!
Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original
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