lunes, 11 de julio de 2022

Bob Hope y los acomodadores


"Un banco es un sitio que te prestará dinero si les demuestras que no lo necesitas"

Posiblemente una de las frases más agudas e imperecederas surgidas del ingenio de Bob Hope, uno de los exponentes más claros del definido como "humor típicamente americano", tan mal entendido y de poco éxito entre los europeos. Lo curioso es que Bob Hope había nacido en Londres y con tan solo 4 años marcha con su familia a Estados Unidos donde evidentemente se empapa de la idiosincrasia de este país hasta convertirse en una estrellita más de su bandera. Al respeto solía decir: "Inglaterra fue el escenario de mi presentación más grandiosa: allí nací" Se definía como hijo de padres ingleses "demasiado pobres para ser británicos" y que decidieron cruzar el charco cuando supieron que su hijo  "no llegaría a ser rey". En Estados Unidos si que llegaría a ser rey, al menos del humor, pero sus inicios no fueron nada fáciles, llegando a probar suerte incluso como boxeador, supongo que como en este oficio, en el que duró poco, daba más risa que miedo, decidió dedicarse al mundo del espectáculo y el humor, en el que si lograría triunfar gracias a su ingenio y todo hay que decirlo también a la pillería de un par de acomodadores.

Con Jane Russell en "The paleface"
Cierto día un inexperto y nervioso Bob Hope se disponía a realizar su debut radiofónico ante lo que se esperaba fuera una sala repleta de público que con sus risas dieran la medida de su éxito como humorista en las ondas. En la entrada de la sala se había colocado un conveniente letrero en el que se anunciaba que la asistencia a la función era totalmente gratis: "A las 18'00 horas, con ustedes, Bob Hope. Entrada gratuita", a pesar de ello el cebo solo fue mordido por media docena de despistados curiosos que hubieron de sufrir a un despistado y tembloroso humorista que ante el rotundo fracaso de audiencia no acertaba ni a recordar sus chistes. A Bob Hope solo le quedaba un cartucho, la función del día siguiente, si en ella no lograba un rotundo éxito y el consiguiente aplauso y risas del público, podía dar por finalizada su carrera. 

Decidido a conseguir que aquella representación fuera un éxito buscó aliados entre los acomodadores de las salas de cine contiguas y les prometió una suculenta recompensa si lograban llenarle la sala. Los acomodadores eran diestros en su oficio y sabían todas las artimañas y triquiñuelas posibles, así que con la pillería que a veces es necesaria para conseguir los imposibles, cambiaron el cartel de "entrada" por el de "salida", de modo que todas las personas que iban a abandonar el edificio, en el que existían otras salas de cine y espectáculos, se veían conducidas directamente al interior de la sala donde actuaba Bob Hope, quien era el encargado de recibirlos nada más entrar y animarlos a quedarse con un vehemente: "Vengan, asistan, les garantizo que nunca se habrán reído tanto".

Evidentemente la sala se llenó gracias a la estratagema bien urdida de los acomodadores. Ya solo faltaba que el humorista estuviera a la altura de las circunstancias. Hope estuvo sencillamente desternillante aquella noche, chispeante, logrando un público totalmente entregado que no paraba de reír y aplaudir (habría pocos europeos) resultando aquella exitosa retransmisión radiofónica su pasaporte a la fama. Después vendrían sus comedias con Dorothy Lamour y Bing Crosby, como "Morena y peligrosa" o aquella serie interminable de "Road to.... " Singapur, Zanzibar, Marruecos, Utopía, Rio, Bali..... A pesar de no participar como soldado, se volcó en amenizar a las tropas con sus chistes y muecas durante la Segunda Guerra Mundial, lo que aumentó el cariñó que por el sentía el público. Tuvo también un éxito tremendo en televisión y fue un personaje muy popular y querido en Estados Unidos hasta su muerte en 2003, a la edad de 100 años, logro que le llevó a decir: "Sabes que te estás haciendo viejo cuando las velas cuestan más que el pastel". Una vida de éxito gracias a la granujería de unos avispados acomodadores. Confianza en si mismo nunca le falto: "Nunca he querido un Oscar, aunque tranquilizan a un actor que no sabe lo genial que es."

Con Dorothy Lamour en "Caught in the draft" (1941)

Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Img 1 - Img 2 - Img 3

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