miércoles, 7 de abril de 2021

William Holden, las mujeres y las películas

 

"La vida del actor resulta esquizofrénica: Uno se levanta, desayuna con su esposa, sale de casa y llega al rodaje, donde tiene que entrar en un hogar que es como el suyo y abrazar a una mujer como si fuera la suya, para regresar a su casa después y acostarse con su mujer de verdad. Es demasiado complicado para mí, y fuente de muchos problemas, porque, de vez en cuando, entre el actor y la actriz surge algo, la atracción. Yo decidí en un momento dado hacer películas sin mujeres y alejarme del campo de minas. Tanta ocasión y tanto peligro constante... decidí huir."

No sabemos si también huiría de los abrazos de Kim Novak en "Picnic", película a la que pertenece el fotograma de cabecera, en cualquier caso, fueron treinta los años de matrimonio que le unieron a Brenda Marshall hasta su divorcio, un tiempo en el que seguro que no fueron pocas las mujeres que le hicieron flaquear en sus propósitos, entre ellas según se cuenta, figurarían: Grace Kelly (abajo en una foto juntos de "Los puentes de Toko-Ri"), Capucine o la preciosa Audrey Hepburn, uno de sus amores más intensos, junto a la que podemos verlo a la derecha en un fotograma de "Sabrina". Se dice que solo los separó del altar la no aceptada incapacidad de tener más hijos de él (tenía 2 con su esposa) tras haberse realizado una vasectomía, una operación "táctica" que lo mantenía a salvo de las posibles complicaciones de sus escarceos amorosos. 

Y a pesar de esa supuesta huida de proyectos "peligrosos", Holden tuvo que lidiar, por imposición de los estudios, con un sinfín de obras mediocres a lo largo de su carrera, no en vano decía:

"Haz todas las películas que puedas. Una de cada cuatro será buena, una de cada diez será muy buena, y una de cada quince te dará un Premio de la Academia"

Así, entre las casi 80 películas de su filmografía, hay muchas de esas películas que se denominan alimenticias; Holden lo tenía muy claro: "Soy una prostituta, todos los actores lo somos. Vendemos nuestros cuerpos al mejor postor", un tipo de renuncias que le provocaba muchas inseguridades y una acusada tendencia a la bebida. Pero también hay verdaderas  maravillas como: "El crepúsculo de los dioses" (Sunset Boulevard), "Sabrina", "Picnic", "El puente sobre el rio Kwai", "Grupo salvaje", "El coloso en llamas", "Network, un mundo implacable" y por supuesto "Traidor en el infierno" (Stalag 17) la película que le proporcionaría su único Oscar al mejor actor. Posiblemente merecía alguno más, así podría haber cumplido con la ratio que marcaba en sus palabras. Un gran actor sin duda. 

Siempre es buen momento para verlo bailar con la Novak, de nuevo en "Picnic". ¡Qué bien daba las palmaditas la Novak mientras bajaba las escaleras!


Imágenes: Cortesía de Doctor Macro: Imagen 1 e Imagen 3 - De Wikimedia Commons (CC0) Imagen 2

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