"Instantes después Muriel volvió a presentarse en un estado de elaborada semidesnudez, y avanzó tímidamente hacia los otros invitados. Se hallaba en su elemento: el pelo, muy negro, lo llevaba liso y recogido detrás de la cabeza; llevaba los ojos muy maquillados y despedía un intensísimo olor a perfume. Había hecho todo lo que estaba a su alcance para acicalarse como una sirena –“vamp” en el lenguaje popular-: una mujer capaz de enganchar hombres sin hacer el menor esfuerzo y de desprenderse de ellos con la misma facilidad; una persona sin escrúpulos y sin sentimientos que juega con el afecto de los demás. Había un algo tan exagerado en su caracterización, que Maury se dejó fascinar desde el primer momento: ¡una mujer de amplias caderas que fingía poseer la elasticidad de una pantera!"
Tres años antes de que Francis Scott Fitzgerald lanzara "El gran Gatsby" (1925) ya había recogido muchas de las esencias de los vertiginosos y libertinos años veinte en esta sensacional novela titulada "Hermosos y malditos" (1922) que para no pocos podría ser su obra maestra incluso por encima de las andanzas de Gatsby. Allí se recoge la pasión por el placer, la diversión y el derroche de los que se consideraban la beautiful people, jóvenes millonarios, despreocupados y libertinos que querían disfrutar al máximo cada instante. No son pocos los que encuentran tintes autobiográficos en este libro, y desde luego dado el frenesí en el que se desarrolló más tarde la vida del escritor con su esposa Zelda, no deja de ser una perfecta crónica o una firme declaración de intenciones. La chica de la fotografía es Georgia Carroll, una de las chicas Ziegfeld.
Imagen: Cortesía de la estupenda página "Doctor Macro" - Fuente Original
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