"¡Una asombrosa cantidad de besos están volando! Veo una multitud de ellos. ¡Ja! ¡Ja! Acabo de atrapar tres - Son deliciosos ... Te beso millones de veces".
Así se dirigía el juguetón Mozart a su esposa Constanze en una carta fechada en septiembre de 1790, poco más de un año antes de su muerte y de que compusiera la maravillosa Flauta Mágica. Y leyendo la frase me lo quise imaginar a él como Papageno, el pajarero de la Reina de la Noche y a ella como su anhelada Papagena, en el famoso dúo en el que nos cantaban, intercalando sus voces aquello de:
Mozart y Costanze tuvieron seis hijos, cuatro papagenos y dos papagenas de los que sólo dos llegaron a la edad adulta. Hora de verlos papagenear:
Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original
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