miércoles, 15 de junio de 2022

Víctor Mature: ¿El peor actor del Hollywood clásico?

 

Víctor Mature  era un actor sobre el que siempre se vertieron muchas críticas negativas. Por estupendo que apareciera en títulos como "Pasión de los Fuertes" (su papel como Doc Holiday es memorable), "Una vida marcada" (injustamente olvidada), "El beso de la muerte", "Sinuhé el egipcio" o en su abanico de películas de temática bíblica, entre las que destacan "La túnica sagrada" y "Sansón y Dalila", no fueron pocos los que mantenían que era uno de los peores actores del Hollywood de los años 40 y 50 y que ante la pantalla su único recurso dramático se limitaba a encoger y distender torpemente los músculos frontales. El propio Mature terminó por jugar con dichos comentarios cuando en una ocasión, al intentar entrar en un selecto restaurante (otros dicen que a un club de golf) y ser rechazado por su profesión de actor, alegó: "No soy actor, tengo sesenta y cuatro películas y cientos de artículos de crítica de cine que así lo avalan". Los comentarios que le dedicó Groucho Marx tampoco le ayudaban: "No me gustó "Sansón y Dalila". Sansón tiene más pechos que Dalila". A pesar de todo ello, parece que uno de los grandes recursos de Mature, era su voz, algo que aquí nos perdimos con los doblajes. Tenía una soberbia voz de barítono de la que según cuenta Barbara Leaming, se dijo en Broadway: "Cada vez que abre la boca para hablar, su voz te traspasa igual que una dosis de coca. ¡Qué bestia" Y quien duda que una buena voz es un tesoro en la pantalla, capaz de hipnotizar a más de un espectador.

Pero más allá de sus controvertidas cualidades actorales, Mature fue protagonista de alguna divertida anécdota. Una de las bazas de Mature para destacar era su gran estatura, medía 1'88 mts y le decían "The Hunk" (el grandullón). Orson Welles, que medía 1'92 mts, rodó con él la película "Los tártaros" (1961- Richard Thorpe), y parece que Mature se sentía un poco incomodo y acomplejado ante la presencia de Welles, lo que le llevó a tomar actitudes un tanto risibles. Lo cuenta el propio Orson Welles:

"Alguien del departamento de vestuario le dijo a Víctor Mature, falsamente que yo me había hecho arreglar mi calzado para parecer unos cinco centímetros más alto. Él se hizo arreglar las sandalias que debía llevar en esa escena para ganar ocho centímetros de estatura y la consecuencia fue que casi no podía andar con ellas. Eran unas sandalias realmente cómicas con las que uno parece una de esas chicas cariocas en sostén que bailan durante el carnaval. Apenas podía cruzar el plató con ellas, pero estaba dispuesto a parecer más alto que yo a toda costa. ¡Sin pararse a leer el guion, con lo que hubiera visto que en todas nuestras escenas juntos yo siempre aparezco sentado en el trono! Y, para colmo, cuando llegó la escena en la que nos batíamos a espada, el doble que lo sustituyó era absolutamente más bajo que yo...."


Fuente: Revista "Imágenes de actualidad" del mes de noviembre 2012 y "Casa de citas - Hollywood habla" de Lluis Bonet Mojica.
Imágenes: Img 1 de Wikimedia Commons (CC0) - Img 2: Cortesía de Doctor Macro

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