El día que Ava Gardner conoció a Bette Davis

 

Después de mi prueba de pantalla, el director aplaudió alegremente y gritó: "¡Ella no puede hablar! ¡Ella no puede actuar! ¡Es sensacional!".

Son palabras de Ava Gardner recordando sus primeros pasos en el cine. Puede que en cierta manera, Ava tuviera ciertas limitaciones actorales para papeles de cierta enjundia, lo que no quita que sus actuaciones fueran magníficas en algunos de sus títulos, baste recordar "La condesa descalza" o "La noche de la Iguana". Lo que es seguro es que esas supuestas limitaciones no fueron impedimento alguno para que hiciera suya la pantalla, hasta el punto de convertirse en una de las estrellas cinematográficas más refulgentes de Hollywood, tanto como para granjearse la etiqueta: "el animal más bello del mundo". En el otro extremo se encontraría la maravillosa actriz Bette Davis, un portento a la hora de hacer creíbles unos personajes que llenaba de matices, pero que por contra no era lo que se dice un bellezón de los que abundaban por Hollywood, aunque para ser sinceros poca falta que le hacía.

En algún momento de los años 50, encontrándose Ava Gardner en Madrid, se encontró con Bette Davis y se dirigió a ella como una fan más. Lo relata la propia Ava Gardner en sus memorias:

"Tal vez simplemente no tenía el temperamento para el estrellato. Nunca olvidaré ver a Bette Davis en el Hilton de Madrid. Me acerqué a ella y le dije: "Señorita Davis, soy Ava Gardner y soy una gran admiradora suya". Y sabes, ella se comportó exactamente como yo quería que se comportara. "Por supuesto que lo eres, querida", dijo. "Por supuesto que lo eres." Y siguió su camino con paso majestuoso. Eso si que es una estrella"

Ava Gardner, que gastaba un carácter tan duro e indomable como el de "La loba", podría haberle contestado con palabras gruesas sin apenas despeinarse, pero rendida a una mujer con una personalidad tan marcada como la suya, puede que tan solo se llevara las manos a la cabeza y esbozara una ligera sonrisa interior de complicidad y admiración. 

Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Img 1 - Img 2