domingo, 12 de junio de 2022

Robert Mitchum: De vagabundo a estrella de cine

 

"No me gusta ser una estrella. No me gusta que se adueñen de mí. Fui un vagabundo, sigo siéndolo y lo seré siempre...". ¿Premios, homenajes? "Olvídame, cariño".

Son palabras de Robert Mitchum, un actor ciertamente singular que con los años se autodefinía como  “la puta más vieja del lugar"; parecía que no hacía nada en las películas, que era el colmo de la inexpresividad, que no las preparaba... y sin embargo era meticuloso hasta en el más  mínimo detalle, resultando sus interpretaciones siempre eficaces y a gusto de los directores que siempre contaban con él. A pesar de ello el solía mofarse de sí mismo diciendo: "Actuando, tengo tres expresiones, mirando a la derecha, mirando a la izquierda, y mirando al frente"

Su vida, antes de convertirse en actor, no había sido fácil, su padre murió cuando el solo tenía dos años, siempre estaba metido en travesuras y peleas y con 12 años, su madre lo mandó con sus abuelos. Eran los años de la depresión y tras ser expulsado del colegio por pelearse con el director vivió como un vagabundo que viajaba como podía en los trenes, al más puro estilo de "El emperador del norte" (evidentemente sin billete) y temiendo siempre ser descubierto por unos guardias que eran especialmente duros con este tipo de "viajeros". Por entonces se ganaba la vida en combates de boxeo, de hecho, esa mirada un tanto caída y de aparente falta de sueño, puede tener su origen en una lesión producida en una de esas peleas. Era un chico sin futuro al que se le cruzó la suerte en su camino y lo convirtió en actor. Un momento a partir del cual, para su fortuna, no cabía "Retorno al pasado"

Mitchum afirmaba: “Me he hecho actor de cine... yo me dije si Rintintin puede lograrlo, para mi será mucho más fácil”. Para él, actuar era recitar eficazmente unas cuantas frases y poner cara de póker, una forma sencilla de ganar mucho dinero. "¿Qué es ser actor?: Un oficio que se ejerce desde las nueve de la mañana a seis de la tarde, donde te pagan los viernes y te dicen cómo moverte y qué decir". Así lo veía Mitchum y le fue muy bienSupongo que toda aquella peripecia vital de su juventud le sirvió para aderezar sus papeles con sutiles matices que a pesar de aquella criticada sobriedad los hacían inmensamente atractivos. 

"¿Mi diferencia con otros actores? Que han estado menos tiempo en la cárcel que yo" 

Y es que al parecer, entre unas cosas y otras, vagancia, peleas, drogas... estuvo detenido la friolera de 37 veces. El no dejaba de reírse de las críticas que le hacían sobre su forma de actuar. Cuando alguien le preguntó:  "¿Cuáles son sus registros interpretativos?" El se limitó a contestar: "Tengo dos: con caballo y sin caballo".

Detrás de su sempiterna gabardina se escondía un hombre que volvía locas a las mujeres,  tanto es así, que entre otros se le conocen sonados affaires con Carrol Baker, Marilyn Monroe, Rita Hayworth, Ava Gardner... Supongo que le daba igual que fueran rubias o morenas, altas o bajitas, pero eso sí, siempre hermosas. En cierta ocasión le preguntaron "Míster Mitchum, ¿qué opina de Marilyn Monroe y de Sarah Miles?". "Bueno, una era más alta que la otra".

Era un sólido bebedor y en alguna que otra ocasión tuvo problemillas con la ley por posesión ilícita de drogas, algo que por la manera en que abordó la situación terminó por cincelar aún más su imagen de duro y rebelde, otorgándole el favor del público. Casi se podría decir que "Con él llegó el escándalo", y sin embargo solo se casó una vez; con su primera novia, Dorothy Spence, siendo muy jovencito y este matrimonio duró la friolera de 57 años, hasta la muerte del actor en 1997. A las demás mujeres que se le cruzaron en su vida siempre supo decirles a tiempo aquello de "Olvídame Cariño".

Según iba ganando años, tuvimos la impresión de que Mitchum siempre actuaba metiendo la barriguilla para adentro, como si fuera uno de esos donjuanes de playa que esconden la tripita e hinchan el pecho para impresionar a las chicas, y a pesar de ello seguía haciéndose dueño de la pantalla. Un grandioso actor. Como los tatuajes de sus manos en "La noche del cazador", o lo odias o lo amas, pero seguro que no te deja indiferente.

Algunas perlas suyas: 

"Soy actor porque no conozco otra profesión por la te paguen tanto por estar siempre esperando" 

"En mi oficio sólo debes memorizar y no tropezar con los muebles, sólo eso, y Rin Tin Tin por cierto lo hace muy bien, por eso cobra tanto."

En cierta ocasión le dijo a un director: "Tus diálogos son tan malos que hay que escupirlos como si te sacaras algo de entre los dientes".

Sobre sus películas: "No me pagan por verlas, y, además, aparcar delante del cine es un coñazo"

Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente

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