miércoles, 7 de julio de 2021

Eisenstein, Chaplin y el bigote de "El gran dictador"

 

"La ironía del destino quiso que la mariposa negra de dos bigotes simétricos se posara sobre el labio superior de dos hombres completamente distintos. Uno es una máscara, una invención; el otro es real, de carne y huesos. El primero es uno de los hombres más populares del planeta. El segundo es, de lejos, el más odiado.

"¡Me robó mi bigote!, gritaba alegremente Chaplin en los periódicos, acusando a Hitler de plagio: "¡Yo tuve antes la idea!". Por entonces, Hitler no parecía más que un cómico, poco más que un bufón : y la acusación de Chaplin lo convertiría en un payaso grotesco. Pero con los años, resultó que Hitler no era sólo un bufón, un payaso, un comicastro sino que era sobre todo un maníaco sanguinario. Entonces Chaplin hizo "El gran dictador".

Estas palabras dedicaba el gran director ruso Serguéi Eisenstein, creador de obras como "El acorazado Potemkin" u "Octubre", a otro genio del cine, el celebérrimo Charles Chaplin en 1941, poco después del estreno de la atrevida obra "El gran dictador" en la que Chaplin ridiculizaba y condenaba el fascismo antes de que el resto del mundo se diera cuenta realmente de lo que se le venía encima. No solo se parodiaba a Hitler, si no que además daba un repaso a personajes fácilmente equiparables a Goebbels, Göring y Mussolini. Hay que tener en cuenta que la película, estrenada en 1940, empezó a producirse en 1939, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Es más, Chaplin contaba en su autobiografía que no podría haber hecho la película si hubiera sabido la barbarie que se cometió en los campos de concentración nazis, unos campos en los que como miembro de la etnia gitana que era, Chaplin podría haber tenido invitación segura a uno de esos campos de exterminio, un lugar en el que de poco le habría servido ser uno de los actores favoritos del líder nazi. No en vano, más allá de la población judía perseguida y muerta durante el holocausto, también medio millón de gitanos, el 75% de la población europea de esta etnia en esos momentos, fue exterminada.

Pero volviendo al asunto piloso, es cierto que esa semejanza entre los bigotes de Chaplin en el rol de Charlot y el de Hitler es sin duda tan singular como llamativa, lo que es menos sabido es que ambos nacieron con una diferencia de cuatro días en abril de 1889. Tantas semejanzas daban que pensar al creador de Charlot y su hijo Charles Chaplin Junior contaba en el libro que dedicó a su padre: 

"Sus destinos eran contrarios: el de uno era hacer llorar a millones, mientras que el del otro era hacer reír al mundo entero. Papá nunca podía pensar en Hitler sin un estremecimiento, mitad de horror, mitad de fascinación. «Piensa» - decía con inquietud -: «él es el loco, y yo soy el cómico; pero podría haber sido al revés»"

Parece que Hitler, aunque prohibió su exhibición tanto en Alemania como en los territorios ocupados, vio "El gran dictador" al menos dos veces. No creo que en esta ocasión, a pesar de ser fan de Charlot, se riera mucho. En España la película no se pudo estrenar hasta 1976...


Imágenes: De Wikimedia Commons - (CC0) - Imagen 1 - Imagen 2

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