Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
No tenía aún veinte años el poeta chileno Pablo Neruda cuando escribió este poema y lo unió a varios más para crear una obra de la calidad de "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" (1924), colección en la que figura con el título "Poema XV". En la fotografía podemos ver el busto de la Venus de Arles (Museo del Louvre).
Imagen: La fotografía, obra de Marie-Lan Nguyen está toma de Wikimedia Commons donde figura etiquetada (CC BY 2.5). Se enlaza la fuente original:
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