Muchísimo tiempo antes de que Bo Derek se pusiera de cuclillas en la playa con su traje mojado, ciñendo y transparentando sus exuberantes redondeces o de que se pusieran de moda los concursos de miss camiseta mojada, los griegos ya sabían de las calenturientas consecuencias de mostrar el cuerpo de una mujer con sus ropas empapadas, un efecto que lograron trasladar de manera muy realista a la escultura, un arte en el que eran capaces de lograr lo aparentemente imposible. El primero en esculpir una maravilla de este tipo fue Fidias con su novedosa técnica de "paño mojado", con un éxito tal que después fueron legión los que le imitaron en aquella sugerente forma de tratar las ropas.
La Venus Genetrix que encabeza el artículo lleva el sobrenombre de Frejus por ser ésta la localidad del sur francés en la que apareció en el año 1650. Tiene una altura de 1'65 metros y es una copia romana del siglo I a.C tallada en mármol y basada en una escultura griega de bronce del siglo V a.C. obra de Alcamenes y según otros de Calímacos. Hay que tener en cuenta que en la correspondencia entre dioses romanos y griegos, a Venus le corresponde Afrodita, por lo que también esta escultura puede ser conocida por tal nombre.
Las reproducciones posteriores adoptaron el nombre de "Venus de los jardines" por la gran cantidad de copias que se realizaron en época romana y lo habitual que era encontrar alguna de ellas en los jardines de las lujosas villas y palacios de las familias bien acomodadas. La manzana que lleva en su mano derecha es la famosa "manzana de la discordia" que Venus ganó como la más bella de las mujeres en dura competencia con Hera y Atenea tras "el juicio de Paris" en el que bien pudiera ser este el primer concurso de mises de la historia. Pero esa es una jugosa historia que contaremos en otra ocasión. Actualmente la Venus de Frejus se exhibe en el Museo del Louvre de Paris.
Imágenes: De Wikimedia Commons - Imagen 1 - (CC BY 4.0) - Imagen 2 - (CC0)
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