"...Me he visto obligado a hacer un cambio por razones de mejor sustento, ya que tengo una familia bastante numerosa, con la cual Dios me ha bendecido generosamente."
Eso decía el bueno de Johann Sebastián
Bach en una carta fechada en 1730. Bach es reconocido, entre no pocos de los compositores
posteriores, como el más grande de ellos, pero fue también el más prolífico, y
no me refiero ya al número de obras musicales, que también fueron muchas, sino
al número de hijos que tuvo, nada menos que veinte a lo largo de sus dos
matrimonios, aunque menos de la mitad sobrevivieron a la edad adulta. Por
decirlo de una forma elegante, resulta evidente que sus dos esposas nunca
supieron dominar el arte de la fuga ante un marido, que siempre demostró ser un
maestro con el órgano.
En su época eran muy habituales
las familias numerosas y estas eran, tal y como así lo consideraba el maestro
de Leipzig, una bendición y signo de prosperidad. Alessandro Scarlatti tuvo diez
hijos, ocho Telemann, siete el estricto
Leopold Mozart, seis Lully, pero Bach, siempre metódico en sus cosas, los superó
a todos ellos con creces.
Pero no solo era la cantidad,
también hemos de hablar de la calidad. Bach debió de ser un gran profesor y se
tomó muy en serio la formación musical de sus hijos, entre los que hubo
excelentes compositores y al menos cuatro lograron gran renombre: El más famoso
de ellos fue Carl Philipp Emanuel Bach, admirado por Haydn, Mozart y Beethoven
y figura clave en el paso del barroco al clasicismo, pero no debemos olvidar a
Wilhelm Friedemann Bach, considerado el más talentoso técnicamente, a Johann
Christian Bach, muy apreciado por Mozart y de gran éxito internacional y a
Johann Christoph Friedrich Bach. Curiosamente algunos de estos llegaron a ser
más conocidos en vida que el propio padre, que hasta que no fue redescubierto
por Mendelssohn quedó un poco en las brumas del olvido.
Y con esas cargas familiares
logró llegar a la cima más alta de la creación musical. Se podrían dejar aquí
decenas de citas admirativas de grandes compositores sobre la obra de Bach pero
creo que será suficiente con una del filósofo rumano Emil Cioran:
"He dicho que Dios le debe todo a Bach. Sin Bach, Dios sería un personaje de tercera clase. La música de Bach es la única razón para pensar que el Universo no es un desastre total. Con Bach todo es profundo, real, nada es fingido. El compositor nos inspira sentimientos que no nos puede dar la literatura, porque Bach no tiene nada que ver con el lenguaje. Sin Bach yo sería un perfecto nihilista."
La imagen es de una escultura de Johann Sebastian Bach presente en la ciudad de Leipzig.
Imagen: de Wikimedia Commons - CC BY-SA 4.0 - Fuente Original recortada
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