sábado, 12 de marzo de 2022

José Luis López Vázquez: "¡Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo!"


Se cuenta que Charles Chaplin, tras visionar "Peppermint frappé" (Carlos Saura - 1967) en el Festival de Cine de Berlín aseguró, acerca de la actuación de José Luis López Vázquez en la película que había visto "a uno de los mejores actores del mundo", una opinión que al parecer compartía George Cukor, que tras trabajar con él en "Viajes con mi tía" en 1972, se lo quiso llevar a trabajar a Hollywood. Nosotros, tan simples como siempre, a pesar de todo el cariño que le tenía el público, solo alcanzábamos a ver en él al partenaire de Gracita Morales

Pero López Vázquez, era mucho más. Atesoraba tal versatilidad como actor que era capaz de abordar papeles de verdadero pazguato en comedias, a veces infumables y a veces maravillosas, como de bordar papeles de intenso dramatismo muy difíciles de olvidar. Por esa singular habilidad suya ha sido comparado con Jack Lemmon; ambos reunían esa facultad de cambiar de registro sin despeinarse, algo que ciertamente era más fácil para nuestro actor que a pesar de su calvicie, su aspecto normalote, su bigotillo al uso, bajito, debilucho y de voz nada varonil consiguió convertirse en una de las luminarias de nuestro cine. "Spain is different" hasta para eso. Se dice que el español es un señor bajito que siempre esta enfadado... y José Luis López Vázquez, con sus gesticulaciones y aspavientos daba el tipo como nadie y además siempre estaba en puras llamas ante la visión del calcañar de una bella señorita, como lo estaban todos los españoles de aquella calenturienta época y a los que tan certeramente supo representar. Su hijo, José Luís López Magerus decía de su padre: "Era una máquina de hacer películas, le daba igual ocho que ochenta, él tiraba para adelante con lo que fuera. Haciendo aspavientos, cucamonas, yendo donde las suecas… pero de repente le llama Saura, se quita el bigote y te hace Peppermint Frappé, que él mismo decía 'tengo cara de lavabo'". O "El bosque del lobo", "Mi querida señorita", "La cabina", "La Colmena"... y a pesar de todo quien puede olvidar su comiquísimo Fernando Galindo en "Atraco a las tres" y su famosa frase: 

"Fernando Galindo, ¡Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo!"

En palabras del propio actor:

"De todos los animales de la creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir"

"Si el precio de la sabiduría es la vejez, prefiero ser imbécil"

"Uno, como tiene poco palmito, se adorna de algo aparente. Yo sé que soy un ser un poco insignificante, ¿vulgar? Ni siquiera de joven me daban papeles de galán"

"Puede ser que mi aspecto facilite que los espectadores se identifiquen conmigo. Pero es lo que constaba en el guión. Yo nunca he sido así: nunca he tenido nada que ver con ese personaje que iba detrás de las señoras como un loco. Simplemente, sabía hacerlo"

"Qué serio es usted, no parece tan gracioso como en el cine'. Pues sí: soy una persona grave, tímida e inhibida de muchas cosas. No me gusta el jaleo ni la masificación; nunca me verá en El Corte Inglés. Prefiero el sosiego, la tranquilidad, el orden, la independencia"

"Me saca de quicio la falta de educación, la desconsideración y el oportunismo. Los actores asumimos estas pequeñas agresiones, pero a alguien sensible como yo le perturban mucho"

"Me cuido porque en esta profesión hay que tener una salud de hierro, pero no hay que abusar, hay que tener una disciplina. A mí, en señor y bajito, me pasa lo mismo que a las actrices que no quieren engordar"

"Fui un niño muy desarraigado. Mi padre se largó de casa cuando yo apenas tenía uso de razón. Me crié con mi madre, que ganaba tres pesetas al día, con mi abuela y con un tío soltero que hizo de padre. Vivíamos en una indigencia espantosa, pero nunca conocí la envidia ni el resentimiento"

"Nunca he tenido que pedir nada, ni que me dieran un puesto o un personaje; siempre han venido a mí"

"A mí no me gusta nada volver al hotel a las tres de la mañana, pero es un trabajo que hay que hacer porque para eso somos actores"

"No hay que andar con la rémora del pasado. A mí España cada vez me parece un país más caótico y deshumanizado. Estamos fiscalizados por el gobierno, controlados por Internet, no hay intimidad, no hay respeto por los mayores... somos más europeos, pero seguimos con la boina puesta"

"Yo creo que, cuando se depende de un sueldo, no se hace uno rico. Me gustaría jubilarme, pero no me queda más remedio que trabajar para comer. Encima la AISG (Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión) me parece a mí que no está al día. Si le digo la verdad, cobro poquísimo por derechos de imagen. Por la tele echan prácticamente una película mía al día, y por un pase me pagan mil y pico pesetas. Me dan ganas de decirles: ¿esto cómo se cobra? ¿cojo un taxi y me gasto lo que me dais en la carrera?".

"El artista es un ser muy difícil de acomodarse a una dependencia. Cuando se quiere pintar, escribir o crear algo no hay nada como la soledad. A mí me gusta pensar, reflexionar, y cuando me emociono me gusta compartirlo, pero he echado en falta esa sensibilidad en la pareja"

"Realmente soy muy desconfiado, quizá por autodefensa. Procuro estar a cubierto de las eventualidades y de las decepciones para no disgustarme, para no hundirme"

"He hecho mucho humor porque es lo que me gusta. Pero nunca me he sentido encasillado, aunque estarlo no me parece un defecto. Encasillado estaba Chaplin, los hermanos Marx, Woody Allen.."



Imagen: De Wikimedia Commons (CC0) - Dominio Público - Fuente Original

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