"Porque la pasión no conoce el lenguaje de la razón, ni sus argumentos. Para una pasión, es completamente indiferente lo que reciba de la otra persona: quiere mostrarse por completo, quiere hacer valer su voluntad, incluso aunque no reciba a cambio más que sentimientos tiernos, buenos modales, amistad y paciencia. Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias"
El fragmento, que nos llegó a través de la amiga Celia Valdelomar, pertenece a "El último encuentro", obra de Sándor Márai publicada en 1942. En su compañía queda el óleo titulado "El cumpleaños" (1915) de Marc Chagall, obra que se expone en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Imagen: De Wikimedia Commons (CC0) - Dominio Público - Fuente Original
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