“Cada uno tiene su destino, para bien o para mal.” (Rick Blaine en "Casablanca")
Y el destino de Humphrey Bogart en "Casablanca" (Michael Curtiz - 1942) era crecer milagrosamente. No cabe duda de que para conservar la magia de algunas películas hay anécdotas que sería mejor no contar pero... ¡quién se resiste! Ya saben que antiguamente en el cine se intentaba emparejar a las estrellas de modo que el hombre fuera un poco más alto que la actriz que le acompañaba. Esa es la sensación que se nos transmite también en las escenas de la mítica "Casablanca" en las que Humphrey Bogart coincide en el mismo plano con Ingrid Bergman.
Ya decíamos ayer que en el cine todo es mentira o al menos, jugando un poco con aquellos versos de Calderón: un frenesí, una sombra, una ficción... y es que el bueno de Bogart era en realidad unos centímetros más bajo que Ingrid. En algunas páginas para exagerar la anécdota afirman que Bogie medía solo 1'60 y la Bergman 1'80, pero la realidad es que la diferencia no era tan acusada y a los 172 cm. del actor, ella respondía con 175 centímetros de pura belleza "made in Sweden". Ciertamente la pareja tenía glamour, pero el efecto no hubiese sido el mismo con un galán que mirase hacia arriba a su partenaire, así que no quedaba otra; había que buscar una solución fuera como fuese para cumplir con lo que esperaba el público, de modo que al duro de Bogart no le quedó más remedio que someterse a filmar todas las escenas en las que coincidía con la Bergman subido a unas plataformas de aproximadamente 15 centímetros. Es fácil encontrar en la red fotos de los rudimentarios suplementos que hicieron de Bogart todo un hombretón. Y ahora, sabiendo las condiciones en que hubo de enfrentarse Bogart a su personaje, olvídense del dichoso método Stanislavski y otras zarandajas sobre la técnica actoral. ¿Cómo diantres se consigue poner cara de tipo duro subido a esas plataformas? Yo al menos me sentiría tremendamente ridículo, aunque también es cierto que yo no soy Bogart ni de lejos… Solo por esto, por seguir dando el tipo con plataformas de drag queen, Rick se merecía un Oscar.
Ahora, esta mítica escena seguro que tiene un puntito diferente...
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