"Prefiero perder un buen pendiente que ser fotografiada sin maquillaje"
Son palabras de la glamurosa Lana Turner, la que diera vida a la inolvidable Cora Smith de "El cartero siempre llama dos veces" (1946 - Tay Garnett) y conocida en sus inicios como "La chica del suéter" por su prestancia física y el ajustado suéter que mostraba en una pequeña escena de la película "They won't forget" (1937 - Mervyn LeRoy). Y parece que esa dependencia del maquillaje era una cosa seria. Se cuenta que la actriz, capaz de reinventarse una y otra vez gracias a sus peinados y su maestría acicalándose, en cierta ocasión hubo de ser evacuada de su apartamento por un conato de incendio. La coqueta actriz, antes de ponerse a salvo, pidió unos segundos a los bomberos para salvar lo imprescindible. Cuando volvió llevaba entre sus manos un lápiz de labios, un secador de pelo y un delineador para las cejas, un elemento este último que no era cosa menor para ella, dado que había perdido las suyas por culpa del pegamento que habían utilizado sobre su rostro para pegarle unas cejas falsas, buscando darle un look más asiático en una película.
Menos mal que no decidió salvar del incendio su colección de 698 pares de zapatos, según ella misma había contado. La cuenta sale casi 100 pares por marido. Y es que Lana Turner, se casó la friolera de ocho veces, pero con uno de sus maridos lo hizo por partida doble, igual que le ocurrió a Liz Taylor. Sin embargo, entre tanto marido, solo logró tener una hija, Sheryl Crane, algo sobre lo que mantenía: "Planeaba tener un marido y siete hijos, pero resultó al revés".
Para muchos, Lana Turner, reconocida por muchos directores no solo como una estrella de cine sino también como una solvente actriz, realizó su mejor actuación durante aquel mediático juicio por la muerte a puñaladas de su novio, el mafioso Johnny Stompanato a manos de su hija Sheryl Crane, que pretendía defender a su madre de los abusos de este. El Tribunal por supuesto consideró a su hija inocente.
Lana Turner nunca consiguió el Oscar, es más en su haber solo tiene una nominación, pero sin embargo como prueba de su talento como actriz, dejó muchos personajes para el recuerdo. Así, más allá de Cora Smith, a mi me gusta recordarla como Georgia Lorrison en "Cautivos del mal" (1952 - Vincente Minnelli), Lora Meredith en "Imitación a la vida" (1959 - Douglas Sirk), pero sobre todo como la intrigante y bellísima Lady de Winter en "Los tres mosqueteros" (1948 - George Sidney).
Algunas frases suyas:
"Un hombre exitoso es aquel que gana más dinero del que su esposa puede gastar. Una mujer exitosa es aquella que puede encontrar a un hombre así."
"Lo que pasa con la felicidad es que no te ayuda a crecer; sólo la infelicidad hace eso. Así que estoy agradecida de que mi lecho de rosas estuviera hecho igualmente de flores y espinas. He tenido una vida privilegiada, creativa, emocionante, y creo que las partes menos alegres me fueron preparando, probándome, fortaleciéndome."
"Encuentro a los hombres terriblemente excitantes, y cualquier chica que diga que no, es una solterona anémica, una prostituta o una santa."
"(sobre Hollywood) Todo era belleza y todo talento, y si lo tenías, te protegían."
"Se dice en Hollywood que siempre se debe perdonar a tus enemigos, porque nunca se sabe cuándo tendrá que trabajar con ellos."
"La verdad es que el sexo no significa mucho para mí ahora. Nunca lo hizo, de verdad. Lo que quería era romance, besos y velas, ese tipo de cosas. Nunca me gustó mucho el sexo."
"Si me hubieran dado una visión mágica de mi futuro, si hubiera podido prever todo lo que me iba a pasar, todos los titulares de mi vida, todas las personas que pasarían por mis días, no habría creía una sílaba de ella"
Imágenes: Cortesía de la página Doctor Macro: Imagen 1 - Imagen 2 - Imagen 3
No hay comentarios:
Publicar un comentario